El problema no es el sector económico, sino el valor añadido. Estamos criticando sectores como la agricultura o el turismo, cuando ese no es el problema.
- En el sector agrícola, no es lo mismo la finca del jubilado o de Paco, el cabrero extensivo, que una plantación hidropónica de alta tecnología (como las que hay en Holanda)
- En el sector industrial, no es lo mismo el taller de "Tornillería Martinez", que fabrica exactamente lo mismo que hace 50 años, que una pyme de producción de brazos robotizados para aplicaciones de precisión.
- En el sector turismo, no es lo mismo un hotel en Magaluf para que chavs ingleses vomiten y orinen a precio low cost, que un alojamiento de lujo en Burgos especializado en circuitos culturales por el románico, con clientes de alto nivel de EEUU o China.
- En el sector servicios empresariales, no es lo mismo "Ingeniería Manolo - proyectos e instalaciones", que contrata pagapensiones ilegales para que hagan una inslatación eléctrica en base a un proyecto genérico, que una consultoría IT de desarrollo de software para la optimización de flujos productivos en empresas.
Claro, para generar estas empresas de valor añadido, hace falta capital, cosa que mediante el BCE tenemos un acceso casi infinito. Pero preferimos gastarlo en otras cosas.