Madrid
Madmaxista
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Y puedo contarlo.
Corría mayo del 2015, el fenómeno okupa ya era bastante grave, solo que en los medios de desinformación y los terroristas de la pluma no se habían hecho eco todavía. Tenía un piso en uno de los distritos más castigados por la inmi gración y la delincuencia al sur de Madrid, fue donde nací, y me críe . Nunca quise venderlo , siempre he querido tener un lugar donde caerme muerto.
Por aquel entonces el piso estaba vacío. Tenía alguna idea de alquilarlo pero no acababa de decidirme, hasta que una tarde apacible , recibí la llamada de una de las pocas vecinas españolas en el portal y con la que guardo amistad.
-Madrid, te se han colado unos okupas en el piso.
La verdad que se siente una punzada en el estomago, te entran calores y fríos , es difícil expresar la sensación, me vinieron recuerdos de mi infancia allí, de mi padre (QEPD) y sólo deseaba entrar a la acción.
Lo primero de todo llamé a mi abogado, que es en realidad amigo, me aconsejo que si quería que fuera rápido, ni se me ocurriera llamar a la Policía, ni nada de escándalos para que no metieran menores, ni se hicieran fuertes.
Bajé al barrio, llamé a mi vecina, tomamos un café y me dijo que eran unos personas de color con pintas muy "malas". Me acerqué a la zona, efectivamente, ahí estaba, mi piso, mi casa , el que había sido mi hogar, con la luz encendida , la rabia que sentía era grande.
Hace mucho entendí, que el Sistema no estaba hecho para hombres justos, entendí que un hombre sólo no puede hacer nada contra el monstruo que es el NWO, entendí que un juez no te va a dar justicia, ni que la Policía te va ayudar, al revés, va a intentar multarte porque tu tienes una nómina y es la forma de la que se nutre su amo.
De esta manera, recurrí a viejas amistades con las que compartí momentos de mi juventud, peino alguna cana ya. Vivir peligrosamente como decía Skorzeny , tardes de previas, viajes siguiendo al equipo, algún pecadillo de la juventud que no se puede contar, tener a ralla a los zurdos, concentraciones, charlas... en definitiva, que no hace falta contar mucho más para saber que clase de ambientes frecuentaba y el tipo de personas que nos juntabamos.
Fuimos 4 , era un viernes, sin avisar a nadie de los vecinos y tampoco sin entrar demasiado en detalle. Esperamos en el rellano a que saliera alguno, sin hacer el mínimo ruido.
En un momento ,uno de los okupas sale de la casa. Nos avalanzamos y consiguemos entrar hostiando a diestro y siniestro.
Eran dominicanos, uno de ellos fue a echar mano a un cuchillo, el momento más difícil y con el que más contundencia nos empleamos.
Okupas fuera, sus trastos volando por la ventana.
Cierre total de la puerta con pasador, persianas bajadas y máxima calma.
Policía al servicio del maleante y delincuente no tardo en aparecer.
Los agentes llamando y amenazando con echar la puerta abajo solo para identificar a los "agresores"... cuando el agredido era yo.
Rotunda calma por mi parte y la de mis amigos.
Llamaron a mi móvil y dije que estaba de viaje y que se presentaría mi mujer.
Pasadas 2 horas todo se despeja, se llama a cerrajero, se vuelve a cambiar el bombín. Nos quedamos de imaginaria por lo que pudiera pasar.
Pero a las 02:00 am , los okupas y otros agregados regresaron con armas(machetes, palos...). Llamada a Policía y cuando querían identificarles, empezaron a pegarse con ellos, quedando algunos detenidos.
Al día siguiente, puerta nueva, con el correspondiente desembolso.
Hubo algún intento más por su parte, intentaron colarse 1 vez más, me arañaron la puerta a lo largo pero conseguí recuperar mi piso y mantener mi honor intacto.
Corría mayo del 2015, el fenómeno okupa ya era bastante grave, solo que en los medios de desinformación y los terroristas de la pluma no se habían hecho eco todavía. Tenía un piso en uno de los distritos más castigados por la inmi gración y la delincuencia al sur de Madrid, fue donde nací, y me críe . Nunca quise venderlo , siempre he querido tener un lugar donde caerme muerto.
Por aquel entonces el piso estaba vacío. Tenía alguna idea de alquilarlo pero no acababa de decidirme, hasta que una tarde apacible , recibí la llamada de una de las pocas vecinas españolas en el portal y con la que guardo amistad.
-Madrid, te se han colado unos okupas en el piso.
La verdad que se siente una punzada en el estomago, te entran calores y fríos , es difícil expresar la sensación, me vinieron recuerdos de mi infancia allí, de mi padre (QEPD) y sólo deseaba entrar a la acción.
Lo primero de todo llamé a mi abogado, que es en realidad amigo, me aconsejo que si quería que fuera rápido, ni se me ocurriera llamar a la Policía, ni nada de escándalos para que no metieran menores, ni se hicieran fuertes.
Bajé al barrio, llamé a mi vecina, tomamos un café y me dijo que eran unos personas de color con pintas muy "malas". Me acerqué a la zona, efectivamente, ahí estaba, mi piso, mi casa , el que había sido mi hogar, con la luz encendida , la rabia que sentía era grande.
Hace mucho entendí, que el Sistema no estaba hecho para hombres justos, entendí que un hombre sólo no puede hacer nada contra el monstruo que es el NWO, entendí que un juez no te va a dar justicia, ni que la Policía te va ayudar, al revés, va a intentar multarte porque tu tienes una nómina y es la forma de la que se nutre su amo.
De esta manera, recurrí a viejas amistades con las que compartí momentos de mi juventud, peino alguna cana ya. Vivir peligrosamente como decía Skorzeny , tardes de previas, viajes siguiendo al equipo, algún pecadillo de la juventud que no se puede contar, tener a ralla a los zurdos, concentraciones, charlas... en definitiva, que no hace falta contar mucho más para saber que clase de ambientes frecuentaba y el tipo de personas que nos juntabamos.
Fuimos 4 , era un viernes, sin avisar a nadie de los vecinos y tampoco sin entrar demasiado en detalle. Esperamos en el rellano a que saliera alguno, sin hacer el mínimo ruido.
En un momento ,uno de los okupas sale de la casa. Nos avalanzamos y consiguemos entrar hostiando a diestro y siniestro.
Eran dominicanos, uno de ellos fue a echar mano a un cuchillo, el momento más difícil y con el que más contundencia nos empleamos.
Okupas fuera, sus trastos volando por la ventana.
Cierre total de la puerta con pasador, persianas bajadas y máxima calma.
Policía al servicio del maleante y delincuente no tardo en aparecer.
Los agentes llamando y amenazando con echar la puerta abajo solo para identificar a los "agresores"... cuando el agredido era yo.
Rotunda calma por mi parte y la de mis amigos.
Llamaron a mi móvil y dije que estaba de viaje y que se presentaría mi mujer.
Pasadas 2 horas todo se despeja, se llama a cerrajero, se vuelve a cambiar el bombín. Nos quedamos de imaginaria por lo que pudiera pasar.
Pero a las 02:00 am , los okupas y otros agregados regresaron con armas(machetes, palos...). Llamada a Policía y cuando querían identificarles, empezaron a pegarse con ellos, quedando algunos detenidos.
Al día siguiente, puerta nueva, con el correspondiente desembolso.
Hubo algún intento más por su parte, intentaron colarse 1 vez más, me arañaron la puerta a lo largo pero conseguí recuperar mi piso y mantener mi honor intacto.
