Haciendo nuevas amigas

Moliva

Madmaxista
Desde
10 Oct 2009
Mensajes
3.328
Reputación
5.650
Un viejo artículo del maestro Reverte.

Haciendo nuevas amigas


ARTURO PÉREZ-REVERTE | XLSemanal |

La ventaja de vivir en España es que a veces me dan hecha esta página, o casi. Hoy se la brindo a la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, a cuya presidenta, Rafaela Pastor, debo el asunto. Diré de paso que escribo presidenta porque está impuesto por el uso –por eso figura en los diccionarios– y también por ese agradecimiento del que antes hablaba; en realidad presidenta es a presidente lo que amanta es a amante; y que yo recuerde ahora, sólo parturienta es de verdad parturienta y no parturiente, pues las únicas que paren son las hembras, mientras que amante, contribuyente, paciente o presidente, por ejemplo, son palabras de género neutro –aquí sí es correcto decir género y no sesso, pues hablamos de palabras, no de personas–. Pero bueno. Igual todo esto es muy complicado para doña Rafaela. Así que para no darle quebraderos de cabeza, iré al grano. Y el grano es que la antedicha, en nombre de la plataforma que preside, exigió hace unos días que la Real Academia Española incluya en el diccionario las palabras miembra y jóvena, con este singular argumento de autoridad: «Si tenemos que destrozar el lenguaje para que haya espacios de igualdad, se deberá hacer». Y además, dos bemoles duros.

Pero lo más bonito del aquí estoy de doña Rafaela se refiere al latín, al que acusa de originar buena parte de los males que afligen a las mujeres en España. El latín es machista y culpable, sostiene apuntando con índice acusador. El español actual viene, según ella, de una lengua forjada en una época «en que las mujeres eran tratadas como esclavas y eran los hombres los que decidían y concentraban todo el poder». Sobre el árabe –que también tuvo algo que ver en nuestra parla– doña Rafaela no se pronuncia: sería racismo intolerable en boca de una feminata andalusí. Es sólo la lengua de Virgilio y de Cicerón la que, a su juicio, «nos supone un lastre, ya que validamos nuestra sociedad mirando siempre al pasado». Lo curioso es que, a continuación, la señora –dicho sea lo de señora sin animus iniuriandi– admite que ni sabe latín ni maldita la falta que le hace. Sobre la historia de Roma, de quiénes eran esclavos y quiénes no lo eran, tampoco parece saber más que de español o de latín; pero en política, como en Internet, cualquier indocumentado afirma cualquier cosa, y no pasa nada. Es lo bueno que tienen estos ambientes promiscuos. Cuantos más somos, más nos reímos.

Lo más estupendo y moderno es la conclusión de doña Rafaela: hace falta una represión «a través de inspecciones sancionadoras» de quienes no ajusten su lenguaje a la cosa paritaria, a las leyes de igualdad estatal y andaluza, y a ese prodigio de inteligencia y finura lingüística que es el Estatuto de Andalucía. En cuyo contenido político, por cierto, no me meto; pero cuya pintoresca redacción, que incurre en los extremos más ridículos, debería avergonzar a todos los andaluces –y andaluzas– con sentido común (Y andaluzos, añado yo). O sea: para que España sea menos machista, cada vez que yo me siento a teclear esta página, por ejemplo, debería tener a un inspector de lenguaje sexista sentado en la chepa, dándome sonoras collejas cada vez que escriba señora juez en vez de señora jueza –que la RAE incluya algo en el diccionario no significa que sea lo más correcto o recomendable, sino sólo que también se usa en la calle–; o me haga pagar una multa si no escribo novelas paritariamente correctas: un guapo y una guapa, un malo y una mala, un gays y una lesbiana, una parturienta y un parturiento.

Y sobre todo, el latín. Ahí está, sí, la fuente de todos los males, a juicio de doña Rafaela y su hueste. Tolerancia cero, oigan. Incluso menos que cero. Ni un elogio más a esa lengua que, incluso muerta, sigue haciendo tanto daño. Porque cada vez que a una mujer la despiden del trabajo en Manila por estar embarazada, la culpa es del latín. Cada vez que una mujer taxista le grita a otra conductora –lo presencié en Madrid– «¡Mujer tenías que ser!», la culpa es del latín. Cada vez que hay una ablación de clítoris en Mogadiscio, la culpa es del latín. Cada vez que un me gusta la fruta acosa o viola a su empleada en San Petersburgo, la culpa es del latín. Cada vez que un pimpollo meapilas se arrodilla ante una clínica de Londres con los brazos en cruz para protestar contra el aborto, la culpa es del latín. Cada vez que un marido llega a casa borracho, en Yakarta, y golpea a su mujer, la culpa es del latín. Cada vez que una mujer le pega una paliza en Vigo a la mujer que es su pareja, la culpa es del latín. Si los académicos no hubieran estudiado latín, la Real Academia Española estaría llena de miembras, y el diccionario lleno de jóvenas. Y a las fulastres, con mucha propiedad, las llamaríamos imbécilas.
 
Estamos llegando ya a la auténtica igualdad de oportunidades y a la paridad qualitativa. La estulticia pública femenina ya ha alcanzado los niveles de la masculina. Enhorabuena feministas de salón, ya hay tanta petulante como idioto.
 
Siempre lo ha habido. El problema es que antes se insistía en la máxima "simple callao, simple disimulao" y ahora lo importante es que todo el mundo se exprese y tal.
 
Menudo ardor de estomago, que mujer que no me cae bien!!

Que nos metan en la guandoca por sexistas, ya puestos, jojojo!!
 
Es un artículo que tiene ya 2 años. Fue una barbaridad, pero cada cosa en su contexto.

Ahora la barbaridad ya no son las absurdeces del género en el idioma, más que nada porque eso de las miembras levantó una ola de indignación y protestas que no sé si al final se retractó, pero seguro que se dejo de decir chorradas semejantes desde todos los sectores del "Gobierno" (salvo para las subvenciones a webs con lenguaje no sexista -.-u).

La barbaridad son las diferenciaciones en las leyes que están perpetrando por razón de sesso.
 
Última edición:
Este tio siempre o casi siempre la clava en todo lo que dice. Es politicamente incorrecto para muchos pero shishi, yo lo votaria como presidente del gobierno.

Y a la mongolica de rafaela, bueno, espero que la vida le ponga en su sitio.
Como es posible que en españa para los puestos de politica, y para otros cargos similares los que los dirigen, no solo son demorados, si no que no hace falta estudios, ni idiomas, ni cultura en general vamos?
 
Porque no los escogemos a través del voto, ya que se presentan listas cerradas.
Es un sistema injusto y facilitador de todo tipo de corruptelas.
 
Volver