torio
Madmaxista
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Yo no.
Los de letras son inútiles en todo. La única forma de sobrevivir es juntándose con otros de letras y usar contactos para poder trabajar medio enchufado en algo. Ante cualquier problema de fácil resolución lógica, son absolutamente incompetentes, es decir, como se enfrenten a algo más complejo que cambiar una bombilla fundida, se hacen un taco y tienen que llamar a alguien para que se lo haga y si son mujeres de letras pues ya no os digo na.
Lo lamentable es que algo tan delicado como es el derecho está en manos de este grupo social y eso de que no es fácil encontrar un buen abogado debe de ser cierto en extremo.
Los de letras usan a los demás y es así, porque no les queda más remedio para sobrevivir. Estos jamás han montado una empresa desde cero, son gente incapaz de hacer nada productivo y siempre o las han heredado o se la ha montado su padre o que sé yo y por supuesto si dirigen una empresa, la dirigen como el trastero, eso sí, como son conscientes de su inutilidad, suelen delegar todo a un segundo que es el que saca las castañas del fuego o parchea cagadas del jefe, pero vamos, que por lo general hunden lo que tocan en dos o tres movimientos y se quedan tan latinoamericanos, porque la culpa siempre es de otro, es decir, de al que delegó.
Los de letras son inútiles en todo. La única forma de sobrevivir es juntándose con otros de letras y usar contactos para poder trabajar medio enchufado en algo. Ante cualquier problema de fácil resolución lógica, son absolutamente incompetentes, es decir, como se enfrenten a algo más complejo que cambiar una bombilla fundida, se hacen un taco y tienen que llamar a alguien para que se lo haga y si son mujeres de letras pues ya no os digo na.
Lo lamentable es que algo tan delicado como es el derecho está en manos de este grupo social y eso de que no es fácil encontrar un buen abogado debe de ser cierto en extremo.
Los de letras usan a los demás y es así, porque no les queda más remedio para sobrevivir. Estos jamás han montado una empresa desde cero, son gente incapaz de hacer nada productivo y siempre o las han heredado o se la ha montado su padre o que sé yo y por supuesto si dirigen una empresa, la dirigen como el trastero, eso sí, como son conscientes de su inutilidad, suelen delegar todo a un segundo que es el que saca las castañas del fuego o parchea cagadas del jefe, pero vamos, que por lo general hunden lo que tocan en dos o tres movimientos y se quedan tan latinoamericanos, porque la culpa siempre es de otro, es decir, de al que delegó.