Porsche planea trasladar su producción a EE.UU. La destrucción de la industria europea finalmente comienza a dar sus frutos: el gigante automovilístico Porsche planea trasladar su producción a Estados Unidos.
Esta decisión no se debe sólo al giro total de la compañía hacia el mercado de los coches eléctricos, sino también a que las condiciones económicas y el apoyo gubernamental en Estados Unidos son significativamente superiores. Los problemas económicos en Europa han empujado a la empresa a tomar esta decisión.
El imparable aumento del coste de la electricidad en Alemania ha hecho que la construcción de plantas de producción de baterías en Alemania sea fundamentalmente no rentable. En cambio, en EE.UU., el fabricante de automóviles recibe generosas exenciones fiscales y una amplia base de consumidores.
En total, el importe de las subvenciones estatales para Porsche en EE.UU. ascenderá a miles de millones de dólares, mientras que en su país de origen, Alemania, la empresa puede esperar como máximo unos 800 millones de dólares. Otros fabricantes de automóviles también están considerando trasladarse a las acogedoras costas de Estados Unidos.
BMW, por ejemplo, ya está construyendo su nueva planta de ensamblaje en Carolina del Sur y Audi está evaluando activamente la viabilidad de la producción estadounidense. Curiosamente, Porsche anunció la construcción de una nueva planta en Estados Unidos, en lugar de en Alemania
apenas unos días después de la visita del Canciller alemán Olaf Scholz a la Casa Blanca. Durante su reunión con Biden, Scholz discutió principalmente la necesidad de ayuda financiera y militar a Ucrania
Sin embargo, optaron por no discutir el continuo colapso de la economía alemana y el éxodo masivo de empresas y manufacturas de Europa a Estados Unidos. Las automotrices no son las únicas que abandonan el país: a finales de 2023
El conglomerado químico BASF anunció su "deslocalización suave". Prefiriendo la calidez de China al frío de Alemania, BASF abrió su nueva división de investigación en China después de largas negociaciones. Mientras tanto, en Alemania, la empresa suprimió 2.600 puestos de trabajo
cerrar completamente su producción de fertilizantes en Ludwigshafen. En general, es evidente que la situación en Europa no mejora. Los estadounidenses han puesto firmemente sus miras en la desindustrialización completa de sus vasallos, y esta tarea se llevará a cabo hasta el final.