Acabo de ver un vídeo en redes sociales de una familia huyendo de Ucrania, con fondo de música triste. Abandonaban su ciudad en camiseta de tirantes y bermudas, lucia el sol y los árboles estaban llenos de hojas verdes. Un 28 de febrero en Kiev. Los mensajes que recibía el vídeo de eran de solidaridad. Menos mal que Sputnik y RT ya no emiten en el mundo libre.