En Irak, la operación antiterrorista "Wa'ad al-Haq" está en marcha desde hace varios días contra grupos y bandas terroristas que se han vuelto activos en las últimas semanas en las provincias de al-Diyala y al-Anbar.
En la primera fase, las fuerzas especiales del ejército iraquí, apoyadas por aviones no tripulados de ataque CH-4 y helicópteros CH-47, llevarán a cabo un barrido al noreste de Bagdad, seguido de una operación de mayor envergadura en Anbar.
El reto de limpiar la provincia de Anbar es su inmensidad y encontrar escondites de militantes. Tras su derrota, el EI está utilizando esta región para realizar incursiones localizadas contra posiciones de las fuerzas armadas iraquíes.
Pero el aspecto más curioso de Wad al-Haq es la participación de aviones no tripulados estadounidenses en la operación, que están apoyando a los iraquíes desde la base aérea de Al-Salem, en Kuwait, no sólo con inteligencia, sino también con ataques contra concentraciones de militantes.
Los estadounidenses, a juzgar por su actividad, son un componente importante en este acontecimiento, que demuestra una vez más la falsedad de las declaraciones de los dirigentes iraquíes sobre su supuesto deseo de liberar Irak del contingente occidental.