*Tema mítico* : Guerra en Siria XLVII - Epílogo/2

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Esto si que sería una cagada de Biden, pero nivel Dios, si Erdogan hace lo que le sale de las narices es por que puede y tiene inmunidad para hacer.

Cagarla con Turquía es ponerla con un pié fuera de la OTAN y eso si que no se ni plantea como opción.

Ya los sacaron de F35 y por las mismas los volvieron a meter, por eso, por que son imprescindibles y los saben.

Turquía no es Alemania.
 

Sir Torpedo

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Harman

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Irán-Arabia Saudí: es hora de organizar las diferencias


22/04/2021

Por Elijah J. Magnier

Traducción por Eli C. Casas


Irán y Arabia Saudí celebraron su primera reunión oficial el pasado 9 de abril en Bagdad, tras la mediación organizada por el primer ministro iraquí Mustafa al-Kadhimi. Por la parte saudí, había seis asesores y oficiales encabezados por el jefe de la Dirección de Inteligencia saudí, Khalid Bin Ali al-Humaidan. Por la parte iraní, había oficiales de la Seguridad Nacional (supervisados por el almirante Ali Shamkhani), de los servicios de Inteligencia y el Ministerio de Asuntos Exteriores. Ambas partes acordaron volver a reunirse esta semana en Bagdad después de haber sentado las bases para posteriores encuentros.

Un oficial de Bagdad me informó de que la reunión fue descrita en términos muy favorables por ambas partes. No se discutieron detalles en profundidad sobre ningún país en particular. Sin embargo, se acordó que el paso más importante a llevar a cabo sería la reapertura de consulados y embajadas en ambos países. Una vez restablecida la relación, se podrá hablar de Líbano, Siria, Irak, Bahrein y Yemen. La fuente también señaló que se espera que el acercamiento iraní-saudí tenga efectos positivos en toda la región de Oriente Medio.Tras cinco años sin relación diplomática, se espera que un acuerdo irano-saudí ayude a la región a salir de los fuertes enfrentamientos sectarios que se dan en múltiples frentes. La fuente confirmó que esta reunión no se habría producido sin el plácet de los estadounidenses que, bajo la presidencia de Joe Biden, están menos interesados en Oriente Medio y sus complicaciones.

Tras el fracaso de Estados Unidos en la construcción de un “nuevo Oriente Medio” que pretendía ocupar Siria, dividir Irak, subyugar Afganistán, destruir al Hezbolá libanés y derrotar a los Houthis en Yemen, la nueva administración estadounidense parece dar un paso atrás. Además, la decisión de Estados Unidos de retirar las tropas de Afganistán y de intentar volver al acuerdo nuclear iraní, revocado por Donald Trump en 2018, indica a varios países de Oriente Medio que el dominio estadounidense en la región se está desvaneciendo lentamente.

La República Islámica ha ampliado su influencia blanda sobre varios países y ha contribuido eficazmente al fracaso de Estados Unidos en el cambio que buscaron activamente en Oriente Medio. Irán se ha convertido en una potencia regional sin contar con el apoyo del ejército de Washington, luchando contra los planes estadounidenses. Irán se ha beneficiado de los errores estadounidenses y las sanciones impuestas lo han hecho avanzar hacia la autosuficiencia, produciendo sus propios misiles balísticos y de precisión, y compartiendo tales conocimientos técnicos con sus aliados.

En Viena se están celebrando negociaciones nucleares entre Francia, Alemania, Reino Unido, China, Rusia e Irán. Teherán excluyó a Estados Unidos de la mesa, imponiendo condiciones no negociables para que se levanten todas las sanciones económicas y energéticas, incluida la descongelación de sus activos en varios bancos repartidos por todo el mundo. El presidente estadounidense, Joe Biden, no escucha al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se benefició de una luna de miel de cuatro años bajo el mandato de Trump. Israel ve el acuerdo nuclear como una amenaza estratégica para sus planes en Oriente Medio, donde Irán, a pesar de las duras sanciones, se ha convertido en una potencia regional. Netanyahu teme la expansión de la influencia iraní cuando Teherán pueda vender y cobrar el valor de su venta de petróleo y recuperar sus cientos de miles de millones de activos congelados con intereses.

Otros países han estado observando cómo Irán desafió a Estados Unidos, derribando un RQ-4 Global Hawk, su dron más caro, bombardeó la extensa base militar estadounidense de Ayn al-Assad en Irak, causando una destrucción crítica (y más de 109 heridos) y se opuso a los planes estadounidenses en Yemen, Irak, Siria, Líbano y Gaza. El máximo comandante del Mando Central de EE. UU., el general Frank McKenzie, reveló cómo los precisos misiles iraníes habrían “destruido entre 20 y 30 aviones y dado de baja de la suscripción de la vita entre 100 y 150 soldados estadounidenses, si la evacuación no hubiera tenido lugar horas antes del bombardeo”.

Otros países de Oriente Medio están observando atentamente. Los líderes saudíes recuerdan cómo fueron humillados por Donald Trump cuando dijo que “Arabia Saudí no sobreviviría ni dos semanas sin las fuerzas estadounidenses”. El senador de Carolina del Sur, Lindsey Graham, dijo que “los militares de Arabia Saudí no pueden luchar fuera de una bolsa de papel y estarían hablando farsi en aproximadamente una semana sin el apoyo militar de Estados Unidos”. Recientemente, la nueva administración estadounidense señaló al príncipe heredero saudí Mohamad Bin Salman como responsable del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.

Lo natural sería que Arabia Saudí rompiera el impasse y se acercara a Irán para restablecer una relación suspendida hace cinco años. A ambas partes les gustaría tratar con el otro y ver reducida la influencia de Estados Unidos, si se pudiese establecer un mínimo de confianza mutua.

La relación entre Irán y Arabia Saudí ha sido agitada desde la Revolución Islámica de 1979, pero se agravó en 1987, cuando más de 400 peregrinos iraníes perdieron la vida en su viaje a La Meca. El imán Khomeini anunció entonces que “nunca perdonaría a la familia gobernante de los Saud”. Durante tres años, no se permitió a ningún peregrino iraní realizar el Hajj. El Imam Khomeini llamó a los funcionarios iraníes para preguntarles por qué. Le recordaron sus palabras que se convirtieron en ley. Su respuesta fue directa: “Esa es mi opinión personal, y ustedes dirigen el Estado. Vayan y arreglen el problema”.

La relación saudí-iraní nunca ha sido muy buena, especialmente considerando que Irán se ha convertido en un productor de armas y ha iniciado su programa nuclear, lo que ha hecho saltar las alarmas en los países vecinos. El rey saudí Abdullah animó a Estados Unidos a “cortar la cabeza de la serpiente” y lanzar ataques militares para destruir el programa nuclear iraní.

El Líder Khamenei fue presidente de Irán de 1981 a 1989. Tiene experiencia en asuntos de Estado y es al mismo tiempo el Wali al-Fakih (guardián de los juristas islámicos). Khamenei es consciente de que una relación con Arabia Saudí es un paso previo necesario para cualquier salida de las fuerzas estadounidenses de Asia Oriental.

El acercamiento saudí-iraní y el beneplácito de EE.UU. a un acuerdo nuclear pondrán a Israel nervioso, puesto que será más difícil para Israel utilizar a los países del Golfo como plataforma para atacar a Irán, como esperaba el primer ministro Benyamin Netanyahu cuando Donald Trump estaba en el poder.

Debemos tener en cuenta que Irán goza de una influencia sustancial en Oriente Medio sin competir necesariamente con Arabia Saudí. Aunque Irán se beneficia de una relación especial con el Hezbolá libanés, no controla el Líbano. La poderosa organización está vinculada ideológicamente a Welayat al-Fakih y es consciente de los beneficios que le aporta el “Eje de la Resistencia”. Sin embargo, Hezbolá no puede controlar enteramente un país en el que coexisten 19 religiones, en el que los suníes representan un número igual al de los chiíes. El primer ministro libanés es suní, y Hezbolá ha promovido como primer ministro a Saad Hariri, de nacionalidad saudí-libanesa, aunque Riad ya no esté contento con su actuación, como se reiteró en la última reunión de Bagdad.

Además, Irán también disfruta ahora de una relación estratégica con Siria de la que no gozaba antes de la guerra de 2011. Debido a su apoyo ilimitado al mantenimiento de la soberanía de Siria, Irán se beneficia ahora de una posición en el Levante que nunca podría haber previsto. El presidente sirio Bashar al-Assad está dispuesto a establecer una buena relación con Arabia Saudí, a pesar de su importante contribución para desestabilizar Siria y derrocar el régimen. Una relación sirio-saudí no afectará a la relación irano-siria, y contribuirá eficazmente a la reconstrucción de Siria cuando Estados Unidos levante las sanciones.

La estabilidad de Irak es una de las prioridades de Irán, junto con la salida de las fuerzas estadounidenses. Dado que el proyecto takfiri ha fracasado, Arabia Saudí podría recuperar su influencia en el país y ayudar a reconstruir las infraestructuras y las zonas suníes que sufrieron la guerra contra el Estado Islámico. Irán cuenta con poderosas milicias iraquíes que creen ideológicamente en la doctrina del Welayat al-Fakih y siempre serán fieles al Líder de la Revolución de Irán.

En Yemen, a pesar de la implacable guerra saudí que ha provocado la peor crisis humanitaria del mundo, los Houthis quisieran tener una excelente relación de vecindad con Arabia Saudí. El apoyo iraní a los Houthis en los últimos seis años de guerra contribuyó a consolidar una relación sólida e inquebrantable. Por lo tanto, el fin de la guerra en Yemen ayudaría a Arabia Saudí a salvar la cara, salir del atolladero de Yemen y contribuir a la reconstrucción de lo que ha destruido.

Así pues, a Arabia Saudí e Irán les conviene organizar sus diferencias hasta lograr un terreno común y establecer un mínimo deconfianza. Se trata de un proyecto muy largo que parece haber empezado bien y se ha puesto en marcha en Bagdad, donde ambas partes esperan empezar. Sólo una fuerza exterior puede congelar este esperado y beneficioso acercamiento que puede contribuir a un Oriente Medio más pacífico.
 

Harman

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Tucker Carlson expone la hipocresía sionista sobre la inmi gración
El establishment judío abraza a los pagapensiones, pero sólo en Estados Unidos


(Trad. DeepL)
20/04/2021

por Philip Giraldi


Bueno, el gato está finalmente bien y verdaderamente fuera de la bolsa cuando se trata de la hipocresía de los judíos israelíes y organizados. El ataque sin principios contra Tucker Carlson por parte de la Liga Antidifamación (ADL) por su presunto "supremacismo blanco" incluyó una demanda a Fox News para que fuera despedido. Era el libro de jugadas conocido que grupos como la ADL y el resto del lobby israelí utilizan casi siempre con éxito para vilipendiar y silenciar a los críticos en los medios de comunicación, el mundo académico y la política. Funciona porque condena la disidencia legítima utilizando las habituales expresiones de moda "antisemitismo" y "negación del holocausto" si todo lo demás falla.

Carlson argumenta que los demócratas están abriendo las fronteras del país a millones de pagapensiones ilegales, mientras que simultáneamente establecen un sistema de votación nacional que no requiere documentación ni pruebas de ciudadanía para crear una nueva realidad en Estados Unidos. Observa que cada nuevo votante cambia el equilibrio en las elecciones, restando votos a los ciudadanos existentes, ya sean blancos, neցros o asiáticos. Llama a este proceso el "Gran Reemplazo", que creará una sociedad formada por plutócratas ultra-ricos en la cima, atados al corrupto Partido Demócrata y a su masa dependiente de votantes "nuevos ciudadanos" para la legitimidad política.

Tucker ha observado cuidadosamente que el cambio afectará a todos los votantes existentes, sea cual sea su raza, pero los críticos se han centrado en la implicación de que la inmi gración masiva contra la que advierte consiste en personas de tonalidad, por lo que han imputado un motivo racista. Pero en cualquier caso, todo esto significa básicamente que los votantes existentes perderán su influencia al ser sustituidos por los recién llegados, más numerosos, como parte de un esfuerzo deliberado del Partido Demócrata por sustituir a gran parte del electorado. Y eso podría significar, de forma más ominosa, que podría desarrollarse algo así como una guerra civil, enfrentando a los ciudadanos existentes, temerosos de ser efectivamente privados del derecho de voto, con los recién llegados no nativos, de los que se espera que inclinen la balanza en el gobierno permanentemente de tonalidad azul, como ya ha ocurrido en estados como California. Uno puede estar en desacuerdo con Tucker Carlson en su análisis, pero ha expuesto el caso de que el cambio será catastrófico para muchos ciudadanos estadounidenses de forma convincente y clara.

Y, por supuesto, está el ángulo judío y de Israel en todo esto. Las organizaciones judías, con ciertas excepciones, tienden a inclinarse hacia la izquierda cuando se trata de política interna en Estados Unidos, excepto cuando las políticas progresistas entran en conflicto con sus propios intereses. Esto significa que se han alineado con grupos como Black Lives Matter (BLM) y también han apoyado las políticas liberales de inmi gración de la administración de Joe Biden. De hecho, algunos de los periodistas y políticos más abiertos en cuestiones raciales y de inmi gración son judíos, como Michelle Goldberg, cuyo reciente artículo de opinión en el NYTimes, " Podemos reemplazarlos, ", elogia a la nueva América inmigrante, señalando que muchos estados están al borde de un cambio racial. Escribió: "El potencial está ahí; Georgia tiene menos del 53% de blancos no hispanos". El neoconservador Max Boot, un escritor de opinión judío-ruso del Washington Post, también intervino, criticando lo que llamó las "odiosas asperezas" de Carlson sobre los pagapensiones.

Curiosamente, la participación de grupos judíos en Estados Unidos como destacados partidarios de la aparente misión de BLM de acabar con lo que solía pasar por la cultura de origen europeo de Estados Unidos incluye la limitación de la libertad de expresión, la democracia y el mercantilismo, todo lo cual ha beneficiado enormemente a los judíos. La narrativa, por supuesto, se envuelve alrededor de la supuesta causa común de los neցros y los judíos que luchan juntos contra los supuestos nacionalistas blancos a los que los medios de comunicación culpan de gran parte de la violencia que se está produciendo, incluso cuando los vídeos tomados en las escenas de los disturbios muestran definitivamente a casi todas las turbas negras provocando incendios y saqueos.

De manera singular, más de seiscientos grupos judíos han firmado un anuncio de periódico de página completa en apoyo del movimiento BLM. El anuncio dice "Hablamos con una sola voz cuando decimos, inequívocamente: Las vidas de los neցros importan" y a continuación, como era de esperar, afirma: "Hay políticos y movimientos políticos en este país que construyen el poder fabricando deliberadamente el miedo para dividirnos unos contra otros. Con demasiada frecuencia, el antisemitismo está en el centro de estas divisiones fabricadas".

Y los neցros que se muestran escépticos respecto al papel de los judíos son puestos rápidamente en su sitio, como ocurrió con Rodney Muhammad, de Filadelfia, que fue destituido de su cargo ejecutivo en la NAACP tras expresar su escepticismo sobre todos los amigos judíos que los neցros parecían adquirir de repente, citando una observación atribuida a menudo a Voltaire en una entrada de Facebook: "Para saber quién gobierna sobre ti, simplemente averigua a quién no se te permite criticar". Más recientemente, el director de un instituto de Florida, William Latson, fue acosado sin descanso y finalmente despedido después de que supuestamente enviara un correo electrónico diciendo que no creía que la narración estándar del holocausto fuera un hecho histórico.

La organización líder en la configuración de la narrativa aceptable es la Liga Antidifamación (ADL), que se promociona a sí misma como "Lucha contra el repruebo por el bien". En otras palabras, cualquiera que esté del otro lado de la narrativa es por definición un "odiador". El ataque de la ADL a Carlson es, sin embargo, particularmente interesante porque ha evitado los habituales enfrentamientos amenazantes entre bastidores que los grupos judíos parecen favorecer. Como Tucker es el principal comentarista de la Fox y no se ha echado atrás, la lucha ha salido a la luz y ha sacado a la luz debates abiertos sobre cuestiones que la ADL probablemente habría tratado de evitar, para incluir la hipocresía judía.

Tucker no se dirigió directamente a Greenblatt en su refutación, pero cualquiera que siguiera el debate habría sabido a quién se refería. Dado que enfrentarse a poderosas organizaciones judías en los medios de comunicación es algo normalmente inaudito en EE.UU., fue más que refrescante escuchar su acusación implícita de la hipocresía judía al reclamar el terreno jovenlandesal del racismo y la inmi gración en EE.UU. y, al mismo tiempo, apoyar la política de inmi gración racista de Israel porque podría amenazar los intereses de la población judía dominante en el país.

El enconado intercambio comenzó inmediatamente después del primer monólogo de Carlson sobre el tema del reemplazo, que tuvo lugar el 8 de abril. Esto dio lugar a un tweet de Jonathan Greenblatt, director de la ADL, "... la 'teoría del reemplazo' es un principio de la supremacía blanca según el cual la raza blanca está en peligro por una marea creciente de no blancos. Es antisemita, racista y tóxica. Ha informado la ideología de los asesinos en masa en El Paso, Christchurch y Pittsburgh. Tucker debe irse". A continuación, la ADL envió una carta a la directora ejecutiva de Fox News, Suzanne Scott, en la que afirmaba que "la adopción total por parte de Carlson de la teoría del reemplazo de la supremacía blanca en el programa de ayer y sus repetidas alusiones a temas racistas en segmentos anteriores son un puente demasiado largo. Teniendo en cuenta su largo historial de acoso racial, creemos que es hora de que Carlson se vaya".

El director general de FOX, Lachlan Murdoch, respondió a Greenblatt con una carta que da escalofríos, aunque no aceptó despedir a Tucker: "Fox Corporation comparte sus valores y aborrece el antisemitismo, la supremacía blanca y el racismo de cualquier tipo. De hecho, recuerdo con cariño que la ADL honró a mi padre con su Premio al Liderazgo Internacional, y seguimos apoyando su misión". Esto produjo una réplica por parte de Greenblatt "Como usted señaló en su carta, la ADL honró a su padre hace más de una década, pero permítame ser claro que no lo haríamos hoy, y esto no lo absuelve a usted, a él, a la cadena o a su junta directiva del fracaso jovenlandesal de no tomar medidas contra el Sr. Carlson".

Un lector de un artículo anterior en este sitio sugirió que Murdoch debería haber respondido a Greenblatt con un comentario difícilmente mejorable

"...Fox Corporation no comparte sus valores y aborrece su antigentilismo, su supremacismo judío, su hipocresía y su doble jovenlandesal. De hecho, os instamos a que dejéis de subvertir nuestra sociedad, abandonéis nuestro país y os vayáis a Israel, donde hay un verdadero trabajo que hacer para combatir el racismo. No somos sus esclavos y no obedeceremos ninguna orden de su parte. Vuestra organización se fundó para proteger a un criminal judío que había violado y asesinado a una niña de 13 años. Por lo tanto, desde el principio su organización estaba jovenlandesalmente comprometida. Desde entonces os habéis esforzado en socavar nuestra sociedad mientras promovíais los intereses criminales judíos. El mayor servicio que podríais hacer a nuestra nación es dejarnos para siempre..."​

Con el apoyo algo tibio de Fox, Tucker tampoco se echó atrás. Respondió al ataque de la ADL presentando capturas de pantalla del sitio web de la organización, en el que se habla de la situación de Israel, incluyendo: "Con unas tasas de natalidad históricamente altas entre los palestinos, y una posible afluencia de refugiados palestinos y sus descendientes que ahora viven en todo el mundo, los judíos serían rápidamente una minoría en un estado binacional, acabando así con cualquier apariencia de representación y protección igualitaria. En esta situación, la población judía sería políticamente -y potencialmente físicamente- vulnerable. No es razonable ni realista esperar que la población judía espere que el Estado de Israel subvierta voluntariamente su propia existencia soberana y su identidad nacional y se convierta en una minoría vulnerable en lo que antes era su propio territorio".

Tucker señaló que aparentemente lo que es bueno para Israel no es admisible para Estados Unidos. Es innegable que los judíos estadounidenses son la principal fuerza política que intenta crear un Estados Unidos multicultural, mientras que hipócritamente creen que sus correligionarios deben conservar todo el poder en Israel porque ceder cualquier soberanía a los árabes sería peligroso para los judíos. Esto va más allá de la hipocresía, como sugiere Tucker, que invitó a Greenblatt a acudir a su programa para explicar por qué los mismos principios que él promueve para Israel no deberían existir para Estados Unidos.

Un último punto, el furor por Tucker Carlson ha dado energía a algunos de los muchos judíos estadounidenses que están cansados de la hipocresía mostrada por la ADL y otras organizaciones judías. Allan Brownfeld, escribiendo para el Washington Report, observa cómo han empezado a utilizar la expresión "apartheid" al describir el statu quo en Israel. Otros han rechazado el activismo político de Greenblatt y ADL. La Coalición por los Valores Judíos envió a ADL una carta en la que decía "La Coalición por los Valores Judíos, que representa a más de 1.500 rabinos tradicionales y observantes en la política pública estadounidense, está angustiada por las acusaciones de antisemitismo groseramente equivocadas que ha hecho su organización. Su reciente ataque a Tucker Carlson, de Fox News, calificando de "supremacista blanco" el cuestionamiento de determinadas opciones políticas que permiten a los pagapensiones ilegales anular los votos de los ciudadanos estadounidenses, es sólo un ejemplo".

Por lo tanto, se podría sugerir que ha habido dos puntos de inflexión recientemente. En primer lugar, el conocido y respetado aunque controvertido corresponsal conservador Tucker Carlson no sólo se ha negado a dar marcha atrás cuando la ADL exigió que fuera despedido, sino que incluso pasó a la ofensiva sobre los dos estándares diferentes utilizados por el grupo al considerar los derechos civiles en Estados Unidos frente a los de Israel. Sus intercambios con la ADL fueron ampliamente difundidos por los medios de comunicación, algo inusual en sí mismo. Y en segundo lugar, un número cada vez mayor de judíos estadounidenses está empezando a despertar al dilema jovenlandesal que plantea el Estado sionista. Ambos cambios de dirección son más que bienvenidos y deberían haberse producido hace tiempo.