Iniciado el mes de agosto, os cuento un poco como se ve el tema desde dentro.
El turismo nacional aguanta, les va mejor a las casas rusticas que a los hoteles. Normal debido al miedo que se esta creando sobre el peligro de estar en contacto con otras personas.
El consumo en general es muy bajo, se nota que la gente tiene ganas de salir un poco por si en el futuro nos vuelven a encerrar y están aprovechando. Eso si, con el puño prieto y gastando lo mínimo posible por que ya esta más que claro que se avecinan muy malos tiempos.
Sobre el turismo extranjero... en estado de muerte cerebral.
El turista inglés ha desaparecido desde que se decreto cuarentena para ellos y se ha ido para no volver. Se les ha dado la opción de viajar a otros países libres de medidas y se ha desviado el 100% de reservas a esos destinos. A estos hasta el 2021 ni olerlos.
Los alemanes, en cuenta gotas están yendo a sus destinos favoritos de playa. Se mueven más turistas que visitan sus segundas residencias que a hoteles. Los propietarios por el miedo a los okupas y muchos otros que las alquilan directamente en origen.
Canarias lo lleva mucho mejor que Baleares, la opción de que si hay cuarentena corren los gastos a cargo del Gobierno Canario ha sido un buen golpe publicitario. Tienes sus razones, Baleares esta ya cerrando la temporada hasta 2021, en Canarias todavía intentarán trabajar en lo posible a lo largo del invierno. Muy difícil debido al aumento de rebrotes y la más que posible segunda ola prevista para otoño pero políticamente hay que tomar esas medidas para que cuando empiece la gente a salir a la calle se pueda argumenta lo de "tomamos todas las medidas posibles"
En Baleares... como ya comente en este hilo, ha sido una salida en falso. Una opereta para evitar que la gente salga a la calle en verano, que sigan con esperanza y disfrute de la playa "este año sin masificación". Políticamente se espera un tsunami a partir de mitad de septiembre en adelante, suspensiones de pagos, cierres contenciosos... se verá mucha gente en la calle sin paga y sin ayudas del estado.
A nivel turístico, es el momento de los buitres.
Las grandes compañías (Tui, por decir la más expuesta) ven como desaparece la tierra bajo sus pies. La estrategia de estar presente en todos los sectores (aerolíneas, cruceros, agencias de viajes, hoteles, servicios alternativos...) que tan bien les funciono en pasadas crisis en esta esta siendo su lapida.
Los pocos recursos que disponen se van por el agujero oscuro de mantener sus gigantescas estructuras. Se han fundido los créditos gubernamentales y no tienen ninguna vía real de ingresos. Nada funciona, ni cruceros, ni mucho menos aerolíneas... El cliente no reserva, no entra dinero fresco para tapar agujeros. Es el fin.
Con esa base es imposible que puedan competir en el "turismo de segunda generación" que se avecina (o el nombre que en neo lenguaje signifique que a partir de ahora solo viajan los ricos) La mayoría de grandes compañías desaparecerán como ya lo hizo Thomas Cook, se despedazaran y partes todavía interesantes se compraran por grandes fondos oscuros a precio de saldo.
El escenario que se plantean las compañías a unos años vista es que volveremos a un escenario parecido a las vacaciones de inicio de los 60. Destinos de proximidad, nada de largas distancias.
Precio muy caros debido al lastre que tendrán las compañías al tener que devolver los prestamos necesario para sobrevivir, los intereses del dinero de ahora los pagarán los clientes de mañana.
Muchas diferencia en servicios/calidades entre el turismo base y el turismo elite. Vacaciones Paco vs Vacaciones Full Equip. Nada en medio.
Para los de a pie... nos espera la muerte en vida. Las empresas seguirán zombies mientras exista la esperanza de una subvención del estado. Cuando en otoño se imponga la realidad, cierre generalizado.
Va a ser complicado.
Suerte.