Gómez-Navarro: “La economía española funciona bien, pese a la crispación política”

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Gómez-Navarro: “La economía española funciona bien, pese a la crispación política”

V. Lafora
El presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro, indica en La Voz del Mediterráneo que la economía española adolece de una mayor “sostenibilidad” en las exportaciones, así como que los distintos Gobiernos han gestionado bien la bonanza internacional, en una interesante entrevista en exclusiva.


Pregunta.- El último dato del INEM sobre el descenso del paro en España, evidencia ¿la buena salud de la economía del país?
Respuesta.- Yo creo que la economía epañola está marchando muy bien siempre, eso sí, con las reservas de haber estado influenciada por el sector de la construcción y el inmobiliario, que ha suscitado secularmente unos ciertos temores. No obstante, este año la influencia del sector inmobiliario se ha reducido y además se ha incrementado el peso del sector industrial. A esa coyuntura hay que añadir un crecimiento económico por encima del 3,5%, y una óptima generación de empleo. Es decir, las cosas van muy bien. Es más, sin pretender ser autocomplaciente, la economía española funciona bien, pese a la crispación política, y por tanto, hemos de ser moderadamente optimistas y esperar que no se produzca una subida brusca de los tipos de interés y la consiguiente aparición de la jovenlandesesidad en las hipotecas. Por tanto, si esa situación no se produce, el aterrizaje del sector inmobiliario no tiene por que generar ningún problema a nuestra economía.

P.- Comparte la afirmación que nuestra economía está atravesando uno de los períodos de bonanza más largos en la historia económica de España.
R.- Eso es un hecho, no una opinión. Es cierto, y lo es al margen de los gobiernos. Comenzó en la última época de los mandatos de Felipe González, prosiguió en la época del PP, y ahora, sigue en estos tres años del Gobierno socialista.
Evidentemente, esta tendencia esta ligada con la coyuntura a nivel mundial, pero también hay que reconocer que dicha situación ha sido consecuencia de la buena gestión realizada, desde la primera época de Pedro Solbes hasta hoy. Se ha gestionado bien esa bonanza internacional, nos hemos situado a favor del viento superando problemas tradicionales como el décifit público y hemos ido proyectando una mayor competitividad e internacionalización a nuestra economía y, por ello, la actual situación es consecuencia de ese proceso. Pero además de esos factores, hay que añadir que España es un país con un alto nivel de vida. Mucha gente de otros países desea instalarse aquí. Si añades a esa tendencia, la población que viene a España procedente de países nórdicos, de Alemania o Inglaterra, por citar ejemplos, más la población imigrante que busca su espacio vital en nuestro país, entre la demanda de viviendas que generan ambos segmentos, es lógico que exista un nivel de construcción por encima de las 800.000 viviendas anuales.

P.- Y ese índice ¿ es bueno o malo?
R.- Todos los “booms” generan efectos negativos. Evidentemente, el sector inmobiliario es un amplísimo ocupador de espacio, y por tanto cubre un territorio cuyos usos, que con anterioridad eran otros, bien de ocio, agrícola o de otra índole, pues generan una repercusión sobre el medio ambiente. Conviene tener en cuenta que el primer destructor del medio ambiente es el hombre, por lo tanto, el entorno está mucho más castigado en aquellos países cuya densidad de población es alta que en los países de baja densidad. España, ha sido y es un país de baja densidad de población, por ello cuando se afirma que nuestro medio ambiente está deteriorado únicamente se encuentra así en las zonas costeras, por que el interior todavía está muy deshabitado. Los efectos positivos, de desarrollo, que ha producido el sector inmobiliario en nuestro país están por encima de los negativos.

Diversificación de la economía

P.- ¿Hoy en día la economía española está diversificada?
R.- Es evidente que la industria está creciendo, y por tanto, la economía española no depende sólo del sector de la construcción. Conviene tener en cuenta que nuestra economía es muy compleja, con un potente sector de servicios liderado por el turismo, pero no exclusivamente. Este sector es un gran industria muy competitiva. El 26% de la exportación española corresponde a la industria del automóvil y de fabricación de piezas del mismo, es decir, somos un país con una industria muy potente . El grado de deslocalización que se está produciendo en España es muy reducido y de pequeña medida. Las empresas que han optado por esa estrategia no se han dirigido a países de mano de obra barata, sino a países del Este, lo que explica que no persiguen costes de producción baratos, sino su introducción en otros mercados. Por ello, en general, los datos de nuestra economía son positivos y la perspectiva, a corto y medio plazo, es razonablemente optimista.

P.- El impuslo económico registrado ha sido superior a la media de nuestros socios europeos. ¿En qué se ha basado esa tasa de crecimiento favorable a España?
R.- Los países europeos y en gran medida Francia, Alemania y Portugal, han pasado una crisis importante, prácticamente de estancamiento. Sobre todo, en el caso de Italia, Alemania y Portugal. Esa situación ha incidido negativamente en la evolución de nuestras exportaciones industriales. Conviene tener en cuenta que más del 60% de las exportaciones españolas están concentradas en esos países, y eso ha provocado que el sector exterior frenara nuestro crecimiento. En ese sentido, la demanda interna y la construcción han sido claves.

Balanza comercial

P.- En ese sentido nuestra balanza comercial ha ido...
R.- Efectivamente, ha ido deteriorándose. Tenemos un déficit comercial importante, aunque no comporta ningún problema financiero, ya que con la moneda única, la financiación del déficit se soluciona con el euro. Pero sí es cierto, que puede producir una pérdida de competitividad y de desaparición de empresas. Por lo tanto, podría generarse un problema de empleo. Ahora bien, ese escenario no se ha producido en España. Por ello, podemos afirmar que no se ha producido cierre de empresas ni ha disminuido el empleo, sino que al revés, lo que se ha producido ha sido un crecimiento del empleo. Es cierto, que la demanda interna ha generado un fortísimo crecimiento de importaciones mientras que las exportaciones han disminuido. En esa coyuntura han confluido varios factores. Uno de ellos, es que el empresario español no responde a los patrones de estar pensando en el crecimiento. Es más, la mayor parte de los empresarios españoles están satisfechos con el tamaño de sus empresas y no pretenden crecer, o hacerlo pero moderadamente. Como además existe una fuerte demanda interna, no se plantean exportar y salir a los mercados, y tan sólo lo hacen cuando ésta cae. Por eso nuestra economía padece una falta de sostenibilidad en la exportación.

P.- ¿Qué explica y qué implica esa tendencia empresarial?
R.- Que la exportación no forma parte del “conocimiento” del negocio, y que éste está basado en la demanada interna y que sólo se exporta cuando la situación interna del país es delicada.

P.- ¿Como presidente del Consejo Superior de Cámaras, cree que la inversión en marca y diseño sigue siendo precaria en la empresa española?
R.- Sí. Es evidente que nos queda mucho camino para competir, por ejemplo, con los italianos, que es una economía en algunos aspectos con cierta similitud a la nuestra. Nos falta conciencia en muchos sectores de que para competir no sólo hay que incrementar la productividad, sino que la competitividad es saber vender y para ganar cuota de mercado hay que invertir en glamour, y no únicamente en la realción calidad-precio.
Por tanto, en ese sentido todavía nos queda por recorrer mucho camino. Si es cierto que en nuestro país hay empresas que han apostado por potenciar la marca y lo han hecho con mucho éxito, en sectores tan complejos como el calzado y el textil, que venden toda su producción en el exterior creando redes comerciales. Hay empresas que ya han realizado ese recorrido y otras que lo tendrán que hacer para sobrevivir. En los productos de consumo, no se puede optar por una gama baja, porque los países con mano de obra barata ya lo hacen y mejor que nosotros. Hemos de estar en la gama alta, y para ello se necesita potenciar la marca.

Iniciativas desarrolladas

P.- ¿Qué iniciativas ha desarrollado el Consejo Superior de Cámaras para avanzar en ese proceso?
R.- Nosotros participamos en todas las asociaciones, caso de la Asociación de marcas renombradas. Y por tanto, desde las cámaras hemos apostado por incentivar e impulsar medidas encaminadas a desarrollar la inversión en marca. Por ello, soy de los que piensa que hoy en día, en España podemos producir cualquier producto y hacerlo competitivo pero siempre en gamas altas, ya sean industriales y de servicios, y en algunos de ellos estamos muy bien posicionados. Caso del textil, Zara, Mango... no son una casualidad sino que son años de planificación estratégica. En el calzado, por ejemplo, las industrias exportadoras ya han abierto más de 100 tiendas en China, todas esas empresas se han posicionado con productos de alta calidad.

Papel de las Cámaras

P.- Hablemos del papel de las Cámaras de Comercio. Como presidente del Consejo Superior de Cámaras ¿cuál es su balance desde su llegada a la presidencia?
R.- Llevo dos años justos. Ahora estoy empezando un mandato de cuatro años con un proyecto ambicioso que persigue convertir las Cámaras en instituciones útiles para las empresas. Hemos de llevar al límite el papel consultivo de la administración, es decir, las Cámaras han de ayudar a la administración para que ésta trabaje de acuerdo a la realidad económica que son las empresas. La administración debe evaluar el impacto económico de las leyes. Nosotros nos prestamos a esa labor. Conviene tener encuenta que las leyes para su aprobación necesitan un informe de gasto público, pero no de impacto económico en la sociedad, por ello han de tener un análisis económico. Pero además, el ámbito político ha de tomar conciencia que la realidad económica es la empresarial, no la de ellos. Por tanto, el bienestar lo genera la empresa. Además hay que disminuir la burocracia. En España hay 22.500 normas que han de cumplir las empresas. La UE ha aprobado su burocracia en un 25%, los estados miembros se han comprometido también a reducirla en un 25%, y en nuestro país la administración se ha dirigido a nosotros y a la CEOE para que les ayudemos en ese proceso y en eso estamos trabajando. Además, otro objetivo es prestar servicios en la innovación, formación e internacionalización, especialmente en las pymes.

P.- Usted siempre ha sido un defensor de acompañar la inversión, además de en marca y diseño, en formación. ¿Es indispensable incrementar la inversión empresarial en este sentido?
R.- Nosotros defendemos la necesidad de potenciar la formación por dos motivos. Uno, porque la ley del 93 contempla la internacionalización y la formación como dos funciones específicas y centrales de las cámaras de comercio, es decir, forman parte de la esencia constitutiva de las mismas.
En segundo lugar, en la sociedad del conocimiento la formación es un elemento básico y de futuro. Por ello, tenemos una preocupación por la formación. En ese sentido, el modelo educativo español no está dando respuesta plena a la necesidad del mundo económico. No están formando, el profesional y el perfil de profesional que nos gustaría a las empresas. En algunos aspectos, con temas tan evidentes como el aprendizaje del inglés. Es dramático, como así lo reflejan algunas encuestas que más del 90% de alumnos que ha terminado el bachillerato no controle el inglés, porque sabemos, desde hace 40 años, que hay que dominarlo. Todos los estudios sobre el nuevo modelo universitario apuntan que la sociedad y la empresa necesita un profesional más formado en habilidades que en conocimiento. Es decir, que sea capaz de tomar decisiones, enfrentarse a un problema, dirigir a un equipo, de conocer las nuevas tecnologías, manejar idiomas y donde los conocimientos ocupen un segundo nivel, entre otras cosas porque éstos cambian muy deprisa y hay que actualizarlos constamente, mientras que las habilidades cambian, pero en menor medida. En ese sentido, el sistema educativo español, fundamentalmente el universitario, tiene un buen nivel en transmisión de conocimientos y espantoso en habilidades. Por tanto, los universitarios españoles no responden a las necesidades de la empresa. Prueba de ello, es que cerca del 70% de los universitarios no trabaja en el campo en el que se han formado. Por tanto, existe un desfase entre el mundo empresarial y la universidad.

Inversiones en formación

P.- ¿La empresa invierte lo que debe en formación?
R.- Creo que debería invertir más. Hay algunas que invierten mucho y desarrollan su propia formación, debido a que el profesional que sale de la universidad no se ajusta al perfil que precisan. El déficit en formación es consecuencia del alto índice de empleo no estable, la empresa no invierte en formar a un trabajador temporal. En ese sentido, el alto índice de empleo temporal provoca una perdida de calidad y esa tendencia es muy abrumadora en la hostelería. La sociedad española no ha inyectado prestigio a la formación profesional. Todos los padres quieren que sus hijos estudien en la unversidad. Es un error, porque conviene tener en cuenta que el 85% de los estudiantes de formación profesional trabajan en lo que se han formado frente al 30% de los unversitarios.

P.- El binomio universidad-empresa es...
R.- Es fundamental para el futuro del país, y requiere un grado mayor de colaboración. Ambos no pueden ir por caminos separados ni divergentes. El hecho de que la mayor parte de la inversión pública en investigación se canalice a través de la Universidad y que los proyectos no se hagan conjuntamente con la empresa, es una una tragedia. En España tenemos muy poca investigación aplicada, el sistema universitario premia las publicaciones en revistas de prestigio científico pero no las patentes, por tanto no terminan en un producto industrial, y además, cuando si cristalizan se hace en Estados Unidos y no en España.

P.- En ese sentido, ¿qué papel debe jugar el Consejo Superior de Cámaras que usted preside?
R.- Nuestra voluntad es la de actuar de vínculo entre la Universidad y la empresa. Siempre que he tenido oportunidad he sostenido que la financiación de proyectos en investigación debería poner como condición que en el mismo participara un equipo universitario y una empresa. Y que sea obligatorio, que la financiación esté condicionada a la vinculación entre la empresa y la Universidad.

Turismo de masas

P.- Como ex-ministro de Comercio y Turismo, ¿considera devastador para nuestro entorno el turismo de masas?
R.- Las masas son destructoras del medio ambiente per se, simplemente porque ocupan el territorio. Ahora bien, el turismo español es un sector económico muy potente y lo seguirá siendo mientras la gente que venga aquí se divierta. El grado de complejidad de la oferta española, donde todos nuestros visitantes encuentran su nicho de diversión, ya sea turismo de naturaleza, deportivo, cultural... es muy amplio. Tenemos una diversidad de oferta que estimula la diversión de cualquier visitante

P.- ¿La sostenibilidad es compatible con el binomio ocio-negocio?
R.- La sostenibilidad es una moda, es no apiolar o no destruir la razón por la que tenemos turismo. Ahora bien, nuestro turismo es basicamente sol y playa acompañado de alguna actividad complementaria, ya sea deportiva, cultural, salud... En determinados círculos académicos se pone como ejemplo espantoso de turismo a Benidorm, pero sin embargo, es el destino turístico de mayor éxito.

P.- El modelo de turismo del siglo XXI hacia ¿dónde debe ir?
R.- Yo creo que no existe modelo. El hecho sustancial se produce desdepués de la segunda guerra mundial, con el nacimiento del turismo de masas. La aplicación del keynesismo y de la política socialdemócrata europea y en Estados Unidos, el New Deal de Roosevelt, generan una nueva clase media que por primera vez tienen resueltas la alimentación, vivienda, sanidad y pensiones y todo ello con vacaciones pagadas y renta disponible. Esa coyuntura se produce en las regiones del Norte, tanto de Europa como de EEUU, y de repente surge una avalancha que busca climas más templados, en Europa, el Mediterráneo y en Estados Unidos, California y Florida. Se genera así un nuevo flujo turístico masivo no previsto que no tiene oferta hotelera. Hoy en día la oferta ya supera a la demanda y todos los destinos tienen que pensar en como diferenciarse. En este momento, el elemento diferenciador del turismo español es la diversión.

P.- Y ¿qué opinión tiene del turismo de la Comunidad Valenciana?
R.- No tiene una unidad turística. Cuenta con un Benidorm potentísmo y una ciudad como Valencia, que cuenta con todos los elementos para ser la Barcelona de hace diez años y convertirse en boom turístico y hacer un gran desarrollo, aunque la provincia también cuenta con zonas muy deterioradas.
 
Lo que funciona bien es el maletín de la srta. Pepis. A maquillarrrrrr!
 
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