CiU vuelve a la carga contra el AVE gallego en un momento de extrema debilidad, cuando Fomento estudia sus cuentas y cómo gestionar los recortes que le exigirán desde el Ministerio de Hacienda. Y lo hace de la mano de su segundo portavoz en el Congreso, Pere Macias, ingeniero de Caminos de profesión y principal adalid del activismo contra el café para todos en materia de alta velocidad. En un artículo publicado en su blog hace unos días y titulado El PP y las infraestructuras, concluye que continuar con las obras del AVE a Galicia pone en riesgo la credibilidad exterior de España, en referencia implícita a los compromisos con los socios europeos para reducir el déficit y el volumen de deuda pública. En este sentido, recuerda que durante la reciente campaña electoral, «a pesar de la ruina de la hacienda pública, se estuvieron adjudicando tramos de la línea de alta velocidad a Galicia, la obra magna del ministro Blanco».
Para Macias, el panorama con el que se encuentra ahora la ministra Ana Pastor es «desolador». «Sin capacidad presupuestaria, con las empresas públicas muy endeudadas y con mil y un compromisos con los barones territoriales, se encuentra en un callejón sin salida».
En este contexto, el político nacionalista catalán cree que Mariano Rajoy no será capaz de parar las obras del nuevo acceso ferroviario a su propia tierra. «A un presidente gallego, ya nos lo podemos imaginar, le será muy difícil no continuar con las obras de la alta velocidad a su tierra». Macias considera que, una vez adoptada esta decisión, «tanto la credibilidad interna como la internacional del Ejecutivo continuará estando bajo mínimos». En el blog pide a los electores que se imaginen la cara de los alemanes cada vez que el Gobierno español presumía de batir récords europeos en líneas de alta velocidad. Para los nacionalistas catalanes, ampliar a otros puntos de España un medio de transporte que Cataluña disfruta desde hace años es «una monumental dilapidación de recursos».
Finalmente se pregunta si Rajoy suspenderá la construcción de «infraestructuras improductivas» o apostará por las que favorecen la competitividad, entre las que incluye el eje mediterráneo.
