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Los estragos de los aerogeneradores a las vacas: impactante testimonio de un granjero arruinado
14 décembre 2022 Jeanne Le Vézu TEMOIGNAGE 22
Un agricultor de Morbihan se atreve a hablar sobre los peligros de los parques eólicos. Crió vacas Holstein y lo perdió todo.
Mostramos aquí en un informe recogido por Sioux Berger hace dos años.
Testimonio de Jean François Letrionnaire, agricultor en Morbihan (departamento n.º 56) :
Las vacas locas en Morbihan: un agricultor condenado por maltrato
Me llamo Jean-François Letrionnaire y me he atrevido a hablar. Vivo en Morbihan desde siempre y trabajo en nuestra explotación familiar desde hace 25 años. Durante todos esos años, he tomado en total 3 semanas de vacaciones. La granja, mis animales, es toda mi vida. Y sin embargo ahora lo he perdido todo y, como realmente ya no tengo nada que perder, voy a hablar claro para ser la voz de todos los agricultores condenados al silencio. Es lo que me ha pasado. A continuación mi experiencia.
En la cría, podemos decir que verdaderamente he tenido grandes años. 1999 ha sido el mejor. Criaba vacas de la raza Holstein, y he sido premiado dos veces en el Salón de la Agricultura, en 95 y 99. También recibí otros premios regionales. En fin, que no se me diga que no sabía cuidar a mis animales.
Y luego, poco a poco, caí en el infierno. Todo comenzó en 2014-2015. Yo no sabía que estaban construyendo parques eólicos a diestro y siniestro en el norte del departamento. No podía saberlo, ¡ya que no lo veía! Más de 150 máquinas fueron poco a poco puestas en funcionamiento. Y yo, he visto a mi rebaño extinguirse.
Mi producción de leche disminuía sin razón. Recibí la visita de la Inspección sanitaria, la DDPP [❶], que me acusó de subalimentar a mis animales. Me pidieron que lo reconsiderara, empezaron a sospechar de maltrato animal. Entonces, traté de averiguar qué hacía mal, revisé las raciones de comida, analicé el agua. Pero no sirvió de nada. Mis vacas parecían afectadas por una especie de locura. Imposible meterlas en el establo. Y cuando les abría las puertas, salían corriendo con tanta violencia que chocaban las unas contra las otras, como si una fuerza invisible las hubiera empujado. Al atardecer, no podía ordeñarlas a la hora de siempre.
¡Imposible! Hacia las 6 o 7 horas de la tarde, estaban como locas. Tenía que hacer mi trabajo a las 11 de la noche, o a medianoche. ¿Correspondía esto a un sobrante en la producción de electricidad?, ¿pasaba este por el suelo y las fallas del agua, o por el aire? No lo sé. Lo que sé es que algunas novillas se tiraban sobre las paredes de los pesebres. Incluso he encontrado terneros con las piernas clavadas en metal, como si hubieran estado luchando sin motivo aparente antes de morir. En 2018, perdí 6 vacas en un solo fin de semana. Así que traje a mi casa a varios especialistas en campos electromagnéticos. Todos me respondieron lo mismo: «Las ondas vienen de allá, más al norte, todos estos parques eólicos». Esto me pareció raro, ya que queda lejos. Y el caso es que, cuando salgo de mi finca por la mañana para ir a tomar un café y comprar el periódico, me doy cuenta de que ya no escucho ese zumbido permanente en mi cabeza, una especie de ruido sordo en mi cerebro. Al igual que mis animales, me siento como una batería eléctrica que se carga y descarga a medida que me alejo de mi granja.
Regresaron los inspectores de la DDPP y comencé a hablarles de mis sospechas y de los especialistas que había consultado. Y con eso lo pasé muy mal. No solo no me escucharon, sino que me detuvieron por maltrato animal. 47 de mis vacas fueron incautadas de mi granja. Me hicieron pagar la pensión de los animales secuestrados: 12000 euros. Y me mandaron pagar una multa de 5300 euros. Cuando vendieron mis animales, por supuesto que no cobré nada. Así que hice todo por que mis vacas estuvieran lo mejor posible, siempre estaban al aire libre, bien alimentadas, pero el mal permanecía y no pude evitar la muerte lenta de mi rebaño.
El 15 de marzo de 2019 regresaron. Y esta vez se llevaron todo mi ganado: 160 vacas. Motivo: maltrato. Y esta vez me dijeron: «Las alimenta demasiado». Tuve que pagar 90.000 euros de pensión y una multa. Me quedaba… mis ojos para llorar. Por supuesto, los animales fueron vendidos y no recibí nada por esta venta. Y como la vez anterior, me quedé un día entero bajo custodia policial. No escucharon nada de lo que tenía que decir sobre las ondas, los campos electromagnéticos, el hecho de que cada uno de los aerogeneradores contiene un imán permanente que pesa más de 600 kg para hacer girar las palas… Estuve sereno, pero no escucharon nada. Me negué a firmar el atestado, que era un tejido de mentiras. No, no maltraté a mis animales. Y me encanta mi trabajo.
Fui puesto en liquidación judicial. Hoy trato de levantar la cabeza, pero ya no tengo vacas.
Los jueces que me acusaron de todo esto algún día sabrán que cometieron un gran error. Porque, poco a poco, todo esto se irá conociendo. A usted que vive en las ciudades, probablemente no le preocupe. Pero nosotros, los agricultores, podemos ver claramente que hay un problema y que realmente no tienen interés en que se sepa. Instale aerogeneradores en cualquier parte de por el campo, agrégales 5G y no tendremos de qué comer, se lo digo. Con todas estas ondas, los seres vivos resultan profundamente afectados y cuando estalle el escándalo, será demasiado tarde para nuestros hijos.
Jean-François Letrionnaire apeló, pero fue condenado:
Fui condenado erróneamente por maltrato a ganado bovino el 21 de noviembre de 2019. La realidad es que mis animales y yo caímos en una pesadilla, rodeados de parques eólicos. Apelé la decisión del tribunal y estoy citado ante el tribunal de Rennes el miércoles 7 de julio (2020) a las 14:00 horas.
Para los que no conocen mi historia, aquí está como se la conté a Sioux Berger. Si usted cree que algo de esto no es cierto, pues es simple: venga al tribunal de Rennes el 7 de julio a las 14:00 horas y verá que solo estoy tratando de decir una verdad incómoda.
Ellos, los promotores, no pierden nada; yo, sí. Pero todavía tengo mi palabra.
Sioux Berger con André Bercoff, Sud Radio :
h t t p s://w w w.dailymotion.com/video/x8g07cu
Sioux Berger, autora de la novela gráfica Le Prix du Vent, en la que narra en imágenes su trabajo de recopilación de testimonios de agricultores de toda Francia, y de la novela Les Pentes, una historia que nos impulsa hacia el 2050 e imagina la vida en el campo francés invadida por aerogeneradores y vertederos.
Jeanne Le Vézu
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❶ DDPP: Direction départementale de la protection des populations, Dirección Departamental de Protección a la Población.
original en francés
14 décembre 2022 Jeanne Le Vézu TEMOIGNAGE 22
Un agricultor de Morbihan se atreve a hablar sobre los peligros de los parques eólicos. Crió vacas Holstein y lo perdió todo.
Mostramos aquí en un informe recogido por Sioux Berger hace dos años.
Testimonio de Jean François Letrionnaire, agricultor en Morbihan (departamento n.º 56) :
Las vacas locas en Morbihan: un agricultor condenado por maltrato
Me llamo Jean-François Letrionnaire y me he atrevido a hablar. Vivo en Morbihan desde siempre y trabajo en nuestra explotación familiar desde hace 25 años. Durante todos esos años, he tomado en total 3 semanas de vacaciones. La granja, mis animales, es toda mi vida. Y sin embargo ahora lo he perdido todo y, como realmente ya no tengo nada que perder, voy a hablar claro para ser la voz de todos los agricultores condenados al silencio. Es lo que me ha pasado. A continuación mi experiencia.
En la cría, podemos decir que verdaderamente he tenido grandes años. 1999 ha sido el mejor. Criaba vacas de la raza Holstein, y he sido premiado dos veces en el Salón de la Agricultura, en 95 y 99. También recibí otros premios regionales. En fin, que no se me diga que no sabía cuidar a mis animales.
Y luego, poco a poco, caí en el infierno. Todo comenzó en 2014-2015. Yo no sabía que estaban construyendo parques eólicos a diestro y siniestro en el norte del departamento. No podía saberlo, ¡ya que no lo veía! Más de 150 máquinas fueron poco a poco puestas en funcionamiento. Y yo, he visto a mi rebaño extinguirse.
Mi producción de leche disminuía sin razón. Recibí la visita de la Inspección sanitaria, la DDPP [❶], que me acusó de subalimentar a mis animales. Me pidieron que lo reconsiderara, empezaron a sospechar de maltrato animal. Entonces, traté de averiguar qué hacía mal, revisé las raciones de comida, analicé el agua. Pero no sirvió de nada. Mis vacas parecían afectadas por una especie de locura. Imposible meterlas en el establo. Y cuando les abría las puertas, salían corriendo con tanta violencia que chocaban las unas contra las otras, como si una fuerza invisible las hubiera empujado. Al atardecer, no podía ordeñarlas a la hora de siempre.
¡Imposible! Hacia las 6 o 7 horas de la tarde, estaban como locas. Tenía que hacer mi trabajo a las 11 de la noche, o a medianoche. ¿Correspondía esto a un sobrante en la producción de electricidad?, ¿pasaba este por el suelo y las fallas del agua, o por el aire? No lo sé. Lo que sé es que algunas novillas se tiraban sobre las paredes de los pesebres. Incluso he encontrado terneros con las piernas clavadas en metal, como si hubieran estado luchando sin motivo aparente antes de morir. En 2018, perdí 6 vacas en un solo fin de semana. Así que traje a mi casa a varios especialistas en campos electromagnéticos. Todos me respondieron lo mismo: «Las ondas vienen de allá, más al norte, todos estos parques eólicos». Esto me pareció raro, ya que queda lejos. Y el caso es que, cuando salgo de mi finca por la mañana para ir a tomar un café y comprar el periódico, me doy cuenta de que ya no escucho ese zumbido permanente en mi cabeza, una especie de ruido sordo en mi cerebro. Al igual que mis animales, me siento como una batería eléctrica que se carga y descarga a medida que me alejo de mi granja.
Regresaron los inspectores de la DDPP y comencé a hablarles de mis sospechas y de los especialistas que había consultado. Y con eso lo pasé muy mal. No solo no me escucharon, sino que me detuvieron por maltrato animal. 47 de mis vacas fueron incautadas de mi granja. Me hicieron pagar la pensión de los animales secuestrados: 12000 euros. Y me mandaron pagar una multa de 5300 euros. Cuando vendieron mis animales, por supuesto que no cobré nada. Así que hice todo por que mis vacas estuvieran lo mejor posible, siempre estaban al aire libre, bien alimentadas, pero el mal permanecía y no pude evitar la muerte lenta de mi rebaño.
El 15 de marzo de 2019 regresaron. Y esta vez se llevaron todo mi ganado: 160 vacas. Motivo: maltrato. Y esta vez me dijeron: «Las alimenta demasiado». Tuve que pagar 90.000 euros de pensión y una multa. Me quedaba… mis ojos para llorar. Por supuesto, los animales fueron vendidos y no recibí nada por esta venta. Y como la vez anterior, me quedé un día entero bajo custodia policial. No escucharon nada de lo que tenía que decir sobre las ondas, los campos electromagnéticos, el hecho de que cada uno de los aerogeneradores contiene un imán permanente que pesa más de 600 kg para hacer girar las palas… Estuve sereno, pero no escucharon nada. Me negué a firmar el atestado, que era un tejido de mentiras. No, no maltraté a mis animales. Y me encanta mi trabajo.
Fui puesto en liquidación judicial. Hoy trato de levantar la cabeza, pero ya no tengo vacas.
Los jueces que me acusaron de todo esto algún día sabrán que cometieron un gran error. Porque, poco a poco, todo esto se irá conociendo. A usted que vive en las ciudades, probablemente no le preocupe. Pero nosotros, los agricultores, podemos ver claramente que hay un problema y que realmente no tienen interés en que se sepa. Instale aerogeneradores en cualquier parte de por el campo, agrégales 5G y no tendremos de qué comer, se lo digo. Con todas estas ondas, los seres vivos resultan profundamente afectados y cuando estalle el escándalo, será demasiado tarde para nuestros hijos.
Jean-François Letrionnaire apeló, pero fue condenado:
Fui condenado erróneamente por maltrato a ganado bovino el 21 de noviembre de 2019. La realidad es que mis animales y yo caímos en una pesadilla, rodeados de parques eólicos. Apelé la decisión del tribunal y estoy citado ante el tribunal de Rennes el miércoles 7 de julio (2020) a las 14:00 horas.
Para los que no conocen mi historia, aquí está como se la conté a Sioux Berger. Si usted cree que algo de esto no es cierto, pues es simple: venga al tribunal de Rennes el 7 de julio a las 14:00 horas y verá que solo estoy tratando de decir una verdad incómoda.
Ellos, los promotores, no pierden nada; yo, sí. Pero todavía tengo mi palabra.
Sioux Berger con André Bercoff, Sud Radio :
h t t p s://w w w.dailymotion.com/video/x8g07cu
Sioux Berger, autora de la novela gráfica Le Prix du Vent, en la que narra en imágenes su trabajo de recopilación de testimonios de agricultores de toda Francia, y de la novela Les Pentes, una historia que nos impulsa hacia el 2050 e imagina la vida en el campo francés invadida por aerogeneradores y vertederos.
Jeanne Le Vézu
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❶ DDPP: Direction départementale de la protection des populations, Dirección Departamental de Protección a la Población.
original en francés
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