Segismunda
Reina de los Trolls
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La llegada de Louis causará estragos en España durante los próximos días: olas de diez metros, vientos huracanados, inundaciones... pero toda esta devastación tendrá una consecuencia positiva para los hombres no competitivos. La selección natural ha primado una característica femenina conocida como jijificación (en inglés, hehefication).
En situaciones que ponen en peligro la vida humana, las hembras se culipompean ante low rank males, pues no hay alfas para protegerlas a todas. Hasta Jorge Rey, el adolescente climatólogo, puede acabar con su miembro viril en carnitas diablas.
Aunque vivimos en sociedades avanzadas, donde el refugio está garantizado y el Estado nos ofrece suficientes advertencias, la mente simiesca de la hembra se activa en situaciones extremas. El ser humano está preparado para sobrevivir y adapta su comportamiento al contexto. De esta forma, mantener el lorealismo y ponerle cara de smelliar shit al 80% de los hombres rebajaba las posibilidades de sobrevivir de las mujeres en tiempos antiguos.
Un frente frío colisiona con la península y provoca culipompeos masivos. Las mujeres apuran las últimas horas de calma y se echan a las calles en una desesperada búsqueda de machos.
Este instinto irracional dispara la libido de la hembra y alcanzará su cima entre el sábado y el domingo. En el epicentro de la borrasca, todos los Pablitos de España, chicos ectomorfos con vaqueros skinny y vans, pasarán del ninguneo cruel a recibir tímidas sonrisas y comentarios halagadores sobre su vestuario. Es, pues, su ocasión para mover ficha y acompañar a La Noe, de Contabilidad, a casa, prestarle un abrigo o un paraguas con la excusa de pasar luego a recogerlo.
En el último temporal, Sandra y Juanan tuvieron un bebito ciclónico. «Yo no me había depilado porque no contaba tener visita ahí abajo», asegura ella. «El aguacero me pilló con el felpudo sin podar, pero mi Juanan fue fuerte en Cristo y me preñó el cagabebés después de salvarme de morir ahogada».
Un grupo de chavalitos corre a refugiarse en una casa abandonada; un ciclón los ha sorprendido y ellas, que en cuatro años de instituto no les habían dirigido la palabra, se muestran receptivas. Mantendrán relaciones apeleras, de las que saldrán nuevos bebitos ciclónicos. La jijificación provocada por los desastres naturales siempre precede a un BABY BOOM.
Esta mujer de Vigo tiene el pulgar quemado de tanto hacer swipe right en Tinder. Acaba sonar un trueno tan fuerte que le ha dado match a un kalbo del susto.
Un hombre patrulla el paseo marítimo en busca de chucho*s temerosos de Dios. «Que se me coma la mar si no la hinco en esta latinita subida de peso que viene de frente con una bolsa del Aldi en la cabeza».
Una hembra humanoide decide introducir su coche en una vía inundada. Pronto aparecen media docena de hombres para ayudarla. El huelebraguismo salvará su vida y la jijificación hará que Kevin y Yeison se monten un trío borrascoso (aquí los bebitos ciclónicos pueden ser también gemelos dicigóticos de padres distintos. También conocidos como gemelos dos leches).
La fruta selva que toda mujer tiene bajo las ropa interior se ha despertado en esta pelirroja. Ella no sabe por qué está tan cachonda como un varón de 16 años en un vestuario femenino, pero Darwin sí.
Esta es vuestra ocasión, foreros. Quizás en una semana, el TESORITO español se cerrará como un cepo y recuperará su justiprecio habitual.
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En situaciones que ponen en peligro la vida humana, las hembras se culipompean ante low rank males, pues no hay alfas para protegerlas a todas. Hasta Jorge Rey, el adolescente climatólogo, puede acabar con su miembro viril en carnitas diablas.
Aunque vivimos en sociedades avanzadas, donde el refugio está garantizado y el Estado nos ofrece suficientes advertencias, la mente simiesca de la hembra se activa en situaciones extremas. El ser humano está preparado para sobrevivir y adapta su comportamiento al contexto. De esta forma, mantener el lorealismo y ponerle cara de smelliar shit al 80% de los hombres rebajaba las posibilidades de sobrevivir de las mujeres en tiempos antiguos.
Un frente frío colisiona con la península y provoca culipompeos masivos. Las mujeres apuran las últimas horas de calma y se echan a las calles en una desesperada búsqueda de machos.
Este instinto irracional dispara la libido de la hembra y alcanzará su cima entre el sábado y el domingo. En el epicentro de la borrasca, todos los Pablitos de España, chicos ectomorfos con vaqueros skinny y vans, pasarán del ninguneo cruel a recibir tímidas sonrisas y comentarios halagadores sobre su vestuario. Es, pues, su ocasión para mover ficha y acompañar a La Noe, de Contabilidad, a casa, prestarle un abrigo o un paraguas con la excusa de pasar luego a recogerlo.
En el último temporal, Sandra y Juanan tuvieron un bebito ciclónico. «Yo no me había depilado porque no contaba tener visita ahí abajo», asegura ella. «El aguacero me pilló con el felpudo sin podar, pero mi Juanan fue fuerte en Cristo y me preñó el cagabebés después de salvarme de morir ahogada».
Un grupo de chavalitos corre a refugiarse en una casa abandonada; un ciclón los ha sorprendido y ellas, que en cuatro años de instituto no les habían dirigido la palabra, se muestran receptivas. Mantendrán relaciones apeleras, de las que saldrán nuevos bebitos ciclónicos. La jijificación provocada por los desastres naturales siempre precede a un BABY BOOM.
Esta mujer de Vigo tiene el pulgar quemado de tanto hacer swipe right en Tinder. Acaba sonar un trueno tan fuerte que le ha dado match a un kalbo del susto.
Un hombre patrulla el paseo marítimo en busca de chucho*s temerosos de Dios. «Que se me coma la mar si no la hinco en esta latinita subida de peso que viene de frente con una bolsa del Aldi en la cabeza».
Una hembra humanoide decide introducir su coche en una vía inundada. Pronto aparecen media docena de hombres para ayudarla. El huelebraguismo salvará su vida y la jijificación hará que Kevin y Yeison se monten un trío borrascoso (aquí los bebitos ciclónicos pueden ser también gemelos dicigóticos de padres distintos. También conocidos como gemelos dos leches).
La fruta selva que toda mujer tiene bajo las ropa interior se ha despertado en esta pelirroja. Ella no sabe por qué está tan cachonda como un varón de 16 años en un vestuario femenino, pero Darwin sí.
Esta es vuestra ocasión, foreros. Quizás en una semana, el TESORITO español se cerrará como un cepo y recuperará su justiprecio habitual.
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