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Será en Octubre
Feijóo promete a los barones la 'vía Moreno' contra Vox para atraer al PNV: "No vamos a ceder ni una"
PREMIUM
López Miras, Moreno Bonilla, Ayuso, Feijóo y Mañueco en el congreso del PP andaluzEFE
Por eso mismo Feijóo quiere distanciarse de manera notable de Vox, porque cree que es su única manera de llegar al Gobierno, tanto en una hipotética investidura -si Felipe VI se lo propone- como si hay repetición electoral. En ambos escenarios, las fuentes de Génova consultadas son tajantes: el PP no quiere romper los lazos con el PNV ni ser el causante de que Junts apoye a Pedro Sánchez por miedo a otros partidos.
«El PP es lo que está entre Vox y el bloque de Sánchez. Es un relato de cara a nuestra investidura. Por eso en la relación coste-beneficio era mejor no darle un puesto a Vox en la Mesa del Congreso. Era importante llegar a la siguiente pantalla con posibilidades. Y las únicas posibilidades son las de Junts y PNV, aunque sean escasas», explican en el entorno inmediato de Feijóo.
En esa línea, y según ha contrastado EL MUNDO, Feijóo ya les ha transmitido a algunos barones su intención de acentuar la vía Moreno. Es decir, contraponerse más a Vox para ampliar el electorado por el centro -como ocurrió el 28-M en las elecciones autonómicas y locales- y tratar de aglutinar, al tiempo, a los votantes de la derecha conservadora. Tras una política de pactos regionales errática en lo organizativo, ahora Feijóo quiere blindarse frente a Santiago Abascal en el terreno de juego nacional: «No vamos a ceder ni una», le ha dicho, literalmente, a uno de los interlocutores de este diario. «Tenemos que depurar la relación con Vox, y eso pasa por no ceder ni una», ha insistido en privado, según las mismas fuentes.
"POR EL CENTRO SIN MIRAR A VOX"
El problema es que, a la vez que marca distancias con Vox, tiene que gobernar con este partido en Extremadura, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón. En este sentido, uno de los barones que están en esa tesitura asegura que «la opción de ignorarlos da resultado a la larga», y pide hacerle caso al presidente andaluz, quien en una entrevista con este diario resumió así el camino que debe seguir su partido: «La única manera de volver a gobernar es crecer por el centro sin mirar a Vox».
El caso es que ambas estrategias, el distanciamiento de Vox y el acercamiento al PNV, convergen en el empeño actual de Feijóo de no dar por perdida la investidura, a pesar de que las opciones de Pedro Sánchez son mucho mayores. «Tenemos 172 apoyos para la investidura, hoy por hoy, seguimos en eso, a un sí del PNV o a una abstención de Junts de conseguirlo, y eso sería más difícil con Vox en la Mesa», explican en Génova. «Con Coalición Canaria en el bando del PSOE, la decisión de Puigdemont perdía peso. Y eso lo hemos apuntalado: al PSOE ya le hace falta el sí de Junts», explican las mismas fuentes.
Otro barón incide en que «la única opción remota de ir a la investidura es que Junts zancadillee a Sánchez y no se decante aún, para amagar» y pedir más a cambio, de manera que «el Rey tenga que proponer a Feijóo en un contexto en el que ninguno de los dos candidatos tenga la mayoría», pero él llegue con 172 y Sánchez con 171. Bajo estas cábalas meramente retóricas subyace el relato de «no caer en el síndrome de Inés Arrimadas» y transmitir la imagen de que se ha intentado por todos los medios gobernar, cosa que «sería importante para una legislatura corta», añade este presidente autonómico.
Lo cierto es que el PP no confía mucho en sus posibilidades. Fuentes cercanas a Génova aseguran que en la dirección ya se han hecho «a la idea de que no hay posibilidad de investidura» y que en realidad quieren cortejar al PNV con la vista puesta en las elecciones vascas. ¿Por qué? Porque ahí los nacionalistas tendrían el «botón nuclear de moción de censura» nacional en caso de una hipotética -y poco probable- alianza de Bildu y el PSOE, apuntan estas mismas fuentes.
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Por eso mismo Feijóo quiere distanciarse de manera notable de Vox, porque cree que es su única manera de llegar al Gobierno, tanto en una hipotética investidura -si Felipe VI se lo propone- como si hay repetición electoral. En ambos escenarios, las fuentes de Génova consultadas son tajantes: el PP no quiere romper los lazos con el PNV ni ser el causante de que Junts apoye a Pedro Sánchez por miedo a otros partidos.
«El PP es lo que está entre Vox y el bloque de Sánchez. Es un relato de cara a nuestra investidura. Por eso en la relación coste-beneficio era mejor no darle un puesto a Vox en la Mesa del Congreso. Era importante llegar a la siguiente pantalla con posibilidades. Y las únicas posibilidades son las de Junts y PNV, aunque sean escasas», explican en el entorno inmediato de Feijóo.
En esa línea, y según ha contrastado EL MUNDO, Feijóo ya les ha transmitido a algunos barones su intención de acentuar la vía Moreno. Es decir, contraponerse más a Vox para ampliar el electorado por el centro -como ocurrió el 28-M en las elecciones autonómicas y locales- y tratar de aglutinar, al tiempo, a los votantes de la derecha conservadora. Tras una política de pactos regionales errática en lo organizativo, ahora Feijóo quiere blindarse frente a Santiago Abascal en el terreno de juego nacional: «No vamos a ceder ni una», le ha dicho, literalmente, a uno de los interlocutores de este diario. «Tenemos que depurar la relación con Vox, y eso pasa por no ceder ni una», ha insistido en privado, según las mismas fuentes.
"POR EL CENTRO SIN MIRAR A VOX"
El problema es que, a la vez que marca distancias con Vox, tiene que gobernar con este partido en Extremadura, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón. En este sentido, uno de los barones que están en esa tesitura asegura que «la opción de ignorarlos da resultado a la larga», y pide hacerle caso al presidente andaluz, quien en una entrevista con este diario resumió así el camino que debe seguir su partido: «La única manera de volver a gobernar es crecer por el centro sin mirar a Vox».
El caso es que ambas estrategias, el distanciamiento de Vox y el acercamiento al PNV, convergen en el empeño actual de Feijóo de no dar por perdida la investidura, a pesar de que las opciones de Pedro Sánchez son mucho mayores. «Tenemos 172 apoyos para la investidura, hoy por hoy, seguimos en eso, a un sí del PNV o a una abstención de Junts de conseguirlo, y eso sería más difícil con Vox en la Mesa», explican en Génova. «Con Coalición Canaria en el bando del PSOE, la decisión de Puigdemont perdía peso. Y eso lo hemos apuntalado: al PSOE ya le hace falta el sí de Junts», explican las mismas fuentes.
Otro barón incide en que «la única opción remota de ir a la investidura es que Junts zancadillee a Sánchez y no se decante aún, para amagar» y pedir más a cambio, de manera que «el Rey tenga que proponer a Feijóo en un contexto en el que ninguno de los dos candidatos tenga la mayoría», pero él llegue con 172 y Sánchez con 171. Bajo estas cábalas meramente retóricas subyace el relato de «no caer en el síndrome de Inés Arrimadas» y transmitir la imagen de que se ha intentado por todos los medios gobernar, cosa que «sería importante para una legislatura corta», añade este presidente autonómico.
Lo cierto es que el PP no confía mucho en sus posibilidades. Fuentes cercanas a Génova aseguran que en la dirección ya se han hecho «a la idea de que no hay posibilidad de investidura» y que en realidad quieren cortejar al PNV con la vista puesta en las elecciones vascas. ¿Por qué? Porque ahí los nacionalistas tendrían el «botón nuclear de moción de censura» nacional en caso de una hipotética -y poco probable- alianza de Bildu y el PSOE, apuntan estas mismas fuentes.
