No es que sea agorero ni algo así, pero se empieza con un "huy qué avatar más bonito" y le sigue una brutal cadena de sucesos que transforma vidas enteras: Primera cita en la estación de cercanías, fanta, vino tinto, vodka a palo seco, introducción de grumito en hostal, resacón, bombo, confirmación de bombo por el médico, hilo-notición, privados que terminan multiplicándose hasta llegar a medio foro, primeros tags con información privada, ocho hilos paralelos, la foto de una furgoneta en un pinar, la de un monovolumen con un mantel en el capó y una tortilla de patata, crueles comentarios, reflotes, peleas, baneos a medianoche, llamadas telefónicas anónimas, fotos de un bebé con la cara retocada con una brocha del paintbrush, inmolaciones, segundas inmolaciones, terceras inmolaciones, la guardia civil despollándose con las denuncias telemáticas mostrando capturas del firefox...
Las vidas de esas personas están en tus manos y penden de un hilo foril ante un batallón de foreros observando a sus vecinos tras un visillo, arreglando los papeles del paro o estudiando ingenierías.
Esto es chungo de narices, ciertamente. 8: