gusiluz
Madmaxista
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Europa, a punto de intervenir a España: el desprecio y hartazgo por Pedro Sánchez, común a todos los países miembros
El dinero podría no llegar: en el Consejo Europeo ha cundido la idea de que ese desastre económico con patas que es Pedro Sánchez puede arrastrar a toda la Unión.
Ni tan siquiera sabe presentar proyectos para reindustrializar España cuando le están ofreciendo financiación para ello.
No, lo triste de este Consejo Europeo es que Bruselas amenaza a España con el MEDE. O sea, con la intervención pura y dura. ¿En qué consiste una intervención? En que Merkel y Macron decidirán, como a Grecia o Portugal, la política económica española, que pasará por un ajuste feroz, el que ningún político español -no sólo el Gobierno- se atreve a plantear, en un país envejecido y con un coste social (el escudo social de los majaderos podemitas) imposible de asumir.
En Europa quieren imponer que España disuelva su Estado del Bienestar… aunque sin decirlo así. Sí, la situación es así de grave.
Entiéndanlo: a esta Europa decadente importa un bledo el autoritarismo sanchista o la cristofobia socio-podemita: lo que les importa es la inestabilidad bolivariana de un Pedro Sánchez monitorizado por Pablo Iglesias.
Y Podemos preocupa en Bruselas, no por su republicanismo, sino porque nos lleva a una economía subvencionada… en el corazón de Eurolandia. Y los europeos no quieren convertirse en Venezuela, muchas gracias.
Sí, en Europa cunde la idea de que España debe ser intervenida, como tras la herencia económica que Zapatero dejó a Rajoy.
Y ojo, el prestigio bruselino de Nadia Calviño se diluye día a día: en Europa han descubierto que no manda un pepino en Moncloa. En España manda el trío: un narciso ególatra llamado Pedro Sánchez, una Carmen alopécico perdida en su aura ‘religiosa’ de corte feminista y guerracivilista, que no sabe lo que quiere y un Pablo iglesias que sí lo sabe: quiere la III República, tan cristófoba como la primera y que consolidaría su poder.
Sí, en el Consejo Europeo lo que realmente se va a discutir es si España debe ser intervenida. Y me mucho me temo que a Pedro Sánchez tampoco le importa mucho la intervención: lo que le importa es que no la denominen así, sino de otra manera más dulce, para que él, aún con una España intervenida como colonia alemana del sur de Europa, pueda mantenerse en el sillón de Moncloa.
El resto poco le importa.
El dinero podría no llegar: en el Consejo Europeo ha cundido la idea de que ese desastre económico con patas que es Pedro Sánchez puede arrastrar a toda la Unión.
Ni tan siquiera sabe presentar proyectos para reindustrializar España cuando le están ofreciendo financiación para ello.
No, lo triste de este Consejo Europeo es que Bruselas amenaza a España con el MEDE. O sea, con la intervención pura y dura. ¿En qué consiste una intervención? En que Merkel y Macron decidirán, como a Grecia o Portugal, la política económica española, que pasará por un ajuste feroz, el que ningún político español -no sólo el Gobierno- se atreve a plantear, en un país envejecido y con un coste social (el escudo social de los majaderos podemitas) imposible de asumir.
En Europa quieren imponer que España disuelva su Estado del Bienestar… aunque sin decirlo así. Sí, la situación es así de grave.
Entiéndanlo: a esta Europa decadente importa un bledo el autoritarismo sanchista o la cristofobia socio-podemita: lo que les importa es la inestabilidad bolivariana de un Pedro Sánchez monitorizado por Pablo Iglesias.
Y Podemos preocupa en Bruselas, no por su republicanismo, sino porque nos lleva a una economía subvencionada… en el corazón de Eurolandia. Y los europeos no quieren convertirse en Venezuela, muchas gracias.
Sí, en Europa cunde la idea de que España debe ser intervenida, como tras la herencia económica que Zapatero dejó a Rajoy.
Y ojo, el prestigio bruselino de Nadia Calviño se diluye día a día: en Europa han descubierto que no manda un pepino en Moncloa. En España manda el trío: un narciso ególatra llamado Pedro Sánchez, una Carmen alopécico perdida en su aura ‘religiosa’ de corte feminista y guerracivilista, que no sabe lo que quiere y un Pablo iglesias que sí lo sabe: quiere la III República, tan cristófoba como la primera y que consolidaría su poder.
Sí, en el Consejo Europeo lo que realmente se va a discutir es si España debe ser intervenida. Y me mucho me temo que a Pedro Sánchez tampoco le importa mucho la intervención: lo que le importa es que no la denominen así, sino de otra manera más dulce, para que él, aún con una España intervenida como colonia alemana del sur de Europa, pueda mantenerse en el sillón de Moncloa.
El resto poco le importa.
