Saludos a tod@s
Soy nuevo miembro, pero viejo lector de este y otros foros relacionados con la burbuja hipo-pepitaria.
Supongo que es bueno dar cuatro datos de uno mismo antes de introducir comentarios en el foro, ya que los datos suelen dar razón y sentido a los propios comentarios. Por ejemplo, no tendría sentido decir que acabo de contraer (contraer... como una enfermedad) una hipoteca por valor de 250000 euros si vivo solo y mi sueldo es de 1000 euros/mes. Bueno, hay de todo...
Pues bien, tengo 31 a, vivo de alquiler desde los 23, estoy contratado por el estado, vivo en pareja. Creo que son datos básicos necesarios para que sepáis de algún modo "quién" soy. A partir de aquí siempre podría profundizar, pero no quiero aburrir al personal.
Bueno, que esto ya ha petado es una evidencia. Creo que nadie puede dudarlo. Ya se han aportado pruebas más que suficientes aquí y en otros sitios. Incluso los nuncabajistas con sus historias, actitudes, anécdotas o razonamientos, están dando la razón a los que creíamos que el estallido era cuestión de tiempo. Y viniendo a colación de esto, quería destacar un reciente comentario de
Renzo en este hilo, esto es, que quien va a pagar el pato (no económicamente, por supuesto
) en forma de "malo" de la crisis, van a ser los NO HIPOTECADOS. Digamos que, en cierta manera, los que no seamos "de ellos", de los mega-empepitados, seremos vistos como el enemigo, los culpables. El pepito se ha transformado en un ser fanático (primero al creer a pies juntillas ciertas cosas sin pensarlas, luego en su acérrima defensa a lo que a todas luces es un negocio inmobiliario es ruinoso y, ahora ya o en un futuro cercano, al ataque indiscriminado al que, según él, se identifica con el mal... el no-pepito). Entonces, con esta reflexión parece claro y evidente, queridos co-forer@s, que una nueva religión ha aparecido en España, la que engloba a los pepitos sin excepción: la fe Pepitiana, también conocida como Pepitismo. El Ser Superior, "Él", es Mi Casa.
Sólo una cosa más. Los que no estamos empepitados... no caigamos en la auto-complacencia. Ya sabemos que a día de hoy lo chungo es estar hasta las cejas de deudas. Pero no por eso no vamos a notar la metralla de la explosión.