¿Se acuerdan de este corto de 2007?:
El video sustenta una falacia. Quien lo preparó no entiende el funcionamiento del ahorro y el interés, ni comprende qué es el dinero y que función posee durante cualquier intercambio, incluido el de concesión de crédito.
El argumento expresado es que los préstamos totales en oro son inferiores al montante del principal más los intereses, y que por tanto no se podría devolver por la indisponibilidad del suficiente oro.
Aparte del hecho evidente de que todos hemos pedido prestado alguna vez, y de que hemos sido capaces de devolver el principal con intereses, está la cuestión de QUÉ SE INTERCAMBIA.
En una economía capitalista, el oro por si mismo no tiene una función económica, es simple y llanamente un medio indirecto de intercambio. Cuando vamos al mercado a comprar los bienes que necesitamos, usamos oro, porque es el medio más líquido de todos los disponibles, lo que fue el factor que determinó que fuera adoptado. De la misma forma, cuando vendemos los productos cultivados en el mercado, lo hacemos a cambio de dinero, pero no con el fin de obtener oro, sino con el de obtener todo aquello que su mayor liquidez permite.
Lo que se intercambia son bienes y servicios por otros bienes y servicios.
Ahora, en un contrato de crédito la situación es similar, pero el intercambio de unos bienes por otros no se produce en el momento de la transacción de crédito, sino que una parte, el que concede el crédito, ofrece los bienes ahora, y obtendrá bienes aportados por el prestatario en el futuro. Dado que la preferencia temporal es siempre y en todo lugar a disfrutar de los bienes antes que después, el que ofrece los bienes antes debe obtener una compensación, a lo que llamamos INTERÉS.
El sistema bancario tradicionalmente actuaba de intermediario entre prestamistas y prestatarios.
Ahora, vayamos al "problema" de la indisponibilidad de oro. Como en toda ilusión monetaria que se precie, no existe algo así como una cantidad de oro insuficiente. Esto es un sinsentido. La cantidad de oro se adapta a la cantidad de bienes y servicios por medio de una relación que llamamos PRECIO. Los precios se modifican y adaptan para reflejar las cantidades relativas de unos bienes y otros, y entre estos y el oro.
Entonces, ¿no existe algún tipo de problema con el crédito?
Por supuesto que SI. El problema surge cuando la cantidad de ahorro real (es decir, de bienes en disposición de ser prestados), no se corresponde con la cantidad de dinero puesto en préstamo. Esto solo ocurre en sistemas de RESERVA FRACCIONARIA.
Así que todo nos lleva a la misma cuestión.
El problema no es que Pedro el ganadero no pueda devolver el préstamo que ha utilizado para ampliar su negocio, por medio de una nueva nave en donde ha podido alojar más ganado que en un cierto plazo le permitirán aumentar su producción, que si acierta en la previsión de la demanda de sus productos, le permitirá obtener una ganancia mayor que el interés que tendrá que pagar.
El problema proviene del hecho de que un aumento sin respaldo del crédito disminuirá el interés cobrado, lo que hará que Pedro, Juan, Martín y otros 20 ganaderos ampliarán sus negocios con la esperanza de producir más, pero las ventas no estarán en consonancia con el aumento de la producción, ya que no existía la causa para una mayor demanda de sus productos.
Por tanto, 19 de esos ganaderos QUEBRARÁN, mientras que la sociedad ha malgastado recursos ESCASOS en una mayor ganadería que no se corresponde con las necesidades humanas.
Y en esas estamos, la quiebra es lo único que puede llevar a esa sociedad a un uso eficiente y lógico de los recursos, pero los bancos centrales y los gobiernos están imponiendo el rescate de esos ganaderos, lo que no puede llevar a otro sitio que a la ruina de la sociedad.
El crédito en un sistema de patrón oro, con tipos de interés negociados en función de la oferta y demanda de ahorro real, es el más honesto de los medios de crédito. Los préstamos de dinero papel inflactado en un sistema de reserva fraccionaria con rescates de banco central son otra cosa. Una estafa a la sociedad, un timo sin escrúpulos por el que los bien contactados evitan tener que producir bienes y servicios reales mientras desangran al resto de la sociedad.