¿Es aquí donde hay que venir a que te den una ración de bilis por el hecho de ser funcionario?
Yo he dicho ya en otros hilos que OS ESTÁIS EQUIVOCANDO DE ENEMIGO. Totalmente.
Vuestro enemigo no es el funcionario que gana un sueldo decente (en muchos casos tampoco es como para tirar cohetes), obtenido por competencia y compitiendo y venciendo a muchos rivales —al menos los funcionarios de carrera—. Vuestro enemigo en la privada es:
1. Que los empresarios, en este país, no invierten en capital humano. Piensan que reducir costes pagando una miseria a sus trabajadores es una buena idea que no va a perjudicar su productividad. Error.
2. Que el nivel formativo (abisal) de un país rediseñado en la UE para convertirlo en un inmenso resort donde poner tapas de calamares y chupársela a los jubilados alemanes es el acorde para mantener esas actividades: lo justo para tareas mecánicas simples.
3. Que los políticos a quienes se ha votado durante decenios han facilitado la entrada a varios millones de extranjeros, con el doble objetivo de bajar vuestros salarios y precarizar el mercado laboral.
4. La falsa percepción del trabajador de creer que es clase media cobrando 1.100 euros. Eso hace que se luche poco por la mejora de sus derechos y se acepten las condiciones como inevitables. Y que un coordinador de telemárketing crea que va a heredar la empresa sólo porque le han puesto a controlar a unos cuantos de sus compañeros.
A todo esto suma el vicio español por antonomasia: la envidia.
Muchos personificáis vuestras fobias personales en la figura de los funcionarios, casi como si fueran egregores malignos. Y no. Ni todos los funcionarios son charos, ni son progres, ni son vagos. Hay muchos (los más recientes, sobre todo) que lo son por haber sido explotados en empresas Paco media vida y haberse hartado. En la Administración tal vez no cobres mucho, pero:
— Te tratan como una persona, y no como una bestia de carga.
— Tienes unas condiciones de trabajo DIGNAS.
— Tienes la posibilidad de ascender por tu propio esfuerzo y mérito, y no depender de tu superior para repelar las cuatro migas que caen de la mesa.
Yo no conozco ningún funcionario que se alegre del mal de otros. Por eso me parece impresentable QUERER QUE LE DESPIDAN O LE BAJEN EL SUELDO, CUANDO LO QUE SE TENDRÍA QUE HACER ES LUCHAR PARA TENER LAS MISMAS CONDICIONES. Exigir al empresario que te pague lo justo, no lo que le salga de la entrepierna para poder hacer cuatro hoyos más en el campo de golf.
Por qué no se hace, ya en el fuero interno de cada cual. Porque, al final, esto tiene mucho de responsabilidad individual.