Y tiene razón. Fue Eva la que se apropió de su primogénito ("Caín" significa propiedad). El mal quiere apropiarse de los seres humanos para destruirlos del modo que pueda. En cambio, todo poder que instituye Dios es para servir. Los padres están encargados de custodiar a sus hijos para encaminarlos hacia Dios protegiéndolos y cuidándolos mientras no pueden hacerlo ellos, y dándoles una buena educación. Por eso, una madre no tiene derecho a abortar a su hijo pero si a bautizarlo. Un padre no tiene derecho de abusar de su hija pero sí educarla, etc. El gobierno no tiene en ningún caso derecho a usar su poder para pervertir a los niños. Habría que discernir si tiene encargo de salvaguardarlos de padres manifestamente malos (en la medida en que realmente lo sean, es decir, según su transgresión de la ley divina), pero eso es otro asunto.