Económicamente, está claro que es más rentable para grandes corporaciones "fabricar" células y carne impresa en 3D que "democratizar" la cría de animales para consumo humano, con pequeñas granjas como siempre han existido desde hace milenios.
Filosóficamente, hay un gran interés de las élites en conseguir que la muerte sea un tabú en nuestra sociedad. Ya no se exponen cabezas de cordero en las carnicerías, sino que la carne (y el pescado) se presenta "asépticamente" en forma de filetes todos igualitos, en sus bandejitas de corcho recubiertas de film plástico, todo sin sangre, con un color homogéneo rosadito.
La muerte de las personas también se ha convertido en un tabú. No se exponen imágenes de muertos, los jóvenes no visitan los cementerios, ya no hay velatorios, los finados son incinerados asépticamente también, en lugar de ser enterrado, y sus cenizas esparcidas en la tierra.
En fin, creo que es un gran error hacer de la muerte un tabú. La vida y la muerte son las dos caras de una misma cosa.