Plusvalias-al-42%
Madmaxista
Copio y pego:Creo que una muy buena explicacion del porque de la burbuja esta explicado en el articulo titulado "Recuento" escrito por Enric Juliana, en La Vanguardia de hoy domingo , que incluye referencias al libro "El declive de los dioses", de Guindal. Hay una conversacion de antes de las elecciones de 2003 entre Miguel Sebastian, el economista de cabecera de ZP y del PSOE, y unos periodistas que da miedo, sobre todo teniendo en cuenta la influencia de este en la politica economica del PSOE en el gobierno. Es tremendo en manos de quien hemos estado y estamos. Lo raro es que las cosas no vayan aun peor.
El articulo en: Recuento, por Enric Juliana
Menos mal que no vamos a ganar, porque la que viene sobre España es subida de peso.
-¿Tan mal ves la situación económica?
- Peor que mal, tenemos una burbuja inmobiliaria y es inevitable que estalle, y cuando esto ocurra se lo va a llevar todo por delante, incluyendo los bancos.
- ¿Tu crees?
- No solo lo creo, estoy totalmente convencido. El gobierno del Partido Popular ha sido un irresponsable. En lugar de frenar la concesión de créditos hipotecarios a través del Banco de España, ha echado más gasolina al fuego con las desgravaciones fiscales. Este ha sido el mayor error de su mandato: no eliminar la desgravación para la compra de vivienda pasándola a los alquileres.
- ¿No es eso lo que decís vosotros en vuestro programa electoral ?
- No es un programa electoral para gobernar. Es un programa para que José Luis obtenga un resultado suficientemente bueno para ser reelegido secretario general del PSOE. Después ya haremos un programa económico en serio para poder gobernar. Pero eso ya serán otros los que lo hagan.
- ¿Es que no vas a seguir en política?
- En absoluto. Yo le echo una mano a José Luis por un compromiso personal que tengo con él, pero no por el partido.
- ¿Y si ganáis?
- ¡Qué horror! Eso sería muy malo para mí , porque trataría de implicarme... y no podría negarme. No estamos preparados ninguno de los dos para gobernar este país..."
Este diálogo, en 2003, entre el economista Miguel Sebastián y los periodistas Mariano Guindal y Mar Díaz-Varela es una de las piezas maestras de la crónica española de los últimos quince años. Publicado por primera vez en El declive de los dioses, el esclarecedor libro de Guindal sobre el régimen de 1977, podría constituir la principal prueba de cargo contra PP y PSOE el día en que que el tribunal de la historia se reúna para juzgar la segunda Restauración.
Unos forzaron el motor a sabiendas y los otros no se atrevieron a refrigerarlo. Consciente de los límites sociológicos de la derecha en un país ligeramente decantado hacia la izquierda basculante (liberalidad en las costumbres, conservadurismo en los valores heredados de los años setenta, asistencialismo en el Sur, protección a los sindicatos y juego táctico con las dos nacionalidades), el Partido Popular sólo podía asentar su hegemonía electoral en la turbo-economía. El país debía respirar una atmósfera de riqueza sin precedentes y asistir a un despertar descomplejado del concepto España. Plusvalías a chorro y gigantesca bandera en la plaza Colón de Madrid. José María Aznar abrió un profundo surco en la sociedad española. Un surco que todavía permanece.
El secretario general Zapatero, un hombre sin ninguna experiencia profesional fuera de la política, ganó las elecciones del 2004 en el interior del surco aznariano. Y no lo modificó. Levantó una gran polvareda con la política de costumbres, tuvo buenos golpes de efecto, se equivocó con Catalunya, casi acertó en el País Vasco, y, muy obediente a la banca, no se atrevió a tocar la palanca de freno de la economía. "Pedro, no me digas que no hay dinero para hacer política", solía recriminarle a Solbes.
Recordar eso ya no sirve para nada. Lágrimas bajo la lluvia. Es hora de recortar. El Partido Alfa vuelve a mandar. La facción más acelerada de la turbo-economía ha sido llamada a declarar por iniciativa de un partido que no existía durante la transición. La sociedad sufre y se consuela creyendo que todo es culpa de los políticos. Felipe González, el más listo de todos, sueña con gobiernos de concentración nacional. Aznar, fiduciario del Partido Republicano, espera que Mitt Romney derrote a Barack Obama. Zapatero, artista de la supervivencia, busca ahora el perdón de la Iglesia. Rajoy aguanta y prepara el paquete de julio. Y en Luterania se está abriendo un gran debate sobre qué hacer con la increíble deuda de los españoles.