Ya hay más médicos que compaginan pública y privada que antes del el bichito
Sanidade enfría la flexibilización de la compatibilidad en las dos actividades tras anunciarla el conselleiro
Entre enero y noviembre, la Xunta autorizó a 104 médicos del Servizo Galego de Saúde a que compatibilicen su trabajo en la sanidad pública con otra actividad privada, en una enorme mayoría de casos para consultas en clínicas, según datos de la Consellería de Facenda. El año pasado, en el que explotó la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19, se dieron 39 compatibilidades. Pero el 2021 va a terminar por encima del año anterior a la crisis sanitaria que ha cambiado el mundo, ya que en el 2019 permitió a 90 médicos de la pública a ejercer en la privada. Las autorizaciones de compatibilidad no caducan mientras la actividad no cambie. Es decir, estas autorizaciones se suman a las que hubiese previamente.
En un encuentro en Madrid de Nueva Economía Fórum celebrado ayer lunes, el presidente del grupo de HM Hospitales, Juan Abarca, preguntó al conselleiro de Sanidade por qué Galicia, en un contexto de falta de médicos, es «la única comunidad junto con Asturias que aplica la ley de incompatibilidades de forma tan estricta». Julio García Comesaña respondió: «Estamos hablando con la Consellería de Facenda [e Función Pública] para ver cómo podemos flexibilizarlo». El conselleiro añadió que «en un contexto de escasez de médicos tenemos que tener elementos que permitan que la gente no tenga que optar entre los dos sistemas de forma clara». (Se puede ver en este vídeo en el minuto 26)
Preguntado por esa flexibilización, su departamento matiza que el titular de Sanidade se refería que el tema está «permanentemente en debate», no a que exista un nuevo plan. Pero «esa medida non forma parte das nosas prioridades para a mellora das condicións laborais e a atracción de novos profesionais». En Sanidade apuntan a otras medidas como la nueva categoría de médicos de primaria. En la Consellería de Facenda, que es la que autoriza o deniega las compatibilidades, no aclaran si están trabajando en un cambio normativo. La ley estatal es de 1984.
Para compatibilizar la actividad pública y privada, la Xunta exige que el médico no pueda atender a pacientes que tiene en la pública. Por ejemplo, un cardiólogo en el hospital de Ferrol no podría ver en su consulta privada a pacientes de su área sanitaria, salvo que no tuviesen aseguramiento público. Además, están los hospitales que tienen conciertos con el Sergas y a los que este organismo les deriva actividad de lista de espera. En principio, los médicos de la pública no pueden ejercer en ellos.
Hay un tercer elemento. «No puede ser que médicos que hacen la misma labor, la misma actividad y las mismas guardias no cobren lo mismo», dice el presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, Isidro Lago, presidente de la institución pontevedresa. La exclusividad en el Sergas está pagada por el complemento específico (870 euros al mes) y los colegios reclaman que se pague a todo el mundo porque trabajan lo mismo, al margen de qué hagan en su vida privada.
Cómo funciona
Las consultas, solo en otra área. Los médicos no pueden atender en la privada a pacientes que podrían encontrarse en la pública, es decir, de su área de referencia.
Concierto con hospitales privados. Se han denegado compatibilidades en hospitales que tienen conciertos con la pública, incluso si son conciertos de otra especialidad.
La Asociación de Hospitales de Galicia (Ahosgal) lleva años reclamando a la Xunta que flexibilice la compatibilidad para poder contratar a médicos que trabajan para el Sergas. Fuentes oficiales de esta asociación reconocen que en los últimos meses ha habido fichajes de profesionales de la pública: como no podían ejercer en los dos ámbitos, algún hospital privado les pagó más dinero y los fichó.
«Nosotros defendemos que los médicos del Sergas pueden hacer actividad en centros privados si no hacen la actividad que se concierta», dice un portavoz, que recuerda que en el 2018 una sentencia permitió a una ginecóloga de A Coruña ejercer en una clínica privada, tras la negativa de la Xunta, siempre y cuando no hiciese la actividad que el Sergas le contrataba a esa clínica. «Nos ofrecemos a establecer sistemas de control para detectar posibles irregularidades», dice esta asociación.
Sanidade enfría la flexibilización de la compatibilidad en las dos actividades tras anunciarla el conselleiro
Entre enero y noviembre, la Xunta autorizó a 104 médicos del Servizo Galego de Saúde a que compatibilicen su trabajo en la sanidad pública con otra actividad privada, en una enorme mayoría de casos para consultas en clínicas, según datos de la Consellería de Facenda. El año pasado, en el que explotó la esa época en el 2020 de la que yo le hablo de el bichito-19, se dieron 39 compatibilidades. Pero el 2021 va a terminar por encima del año anterior a la crisis sanitaria que ha cambiado el mundo, ya que en el 2019 permitió a 90 médicos de la pública a ejercer en la privada. Las autorizaciones de compatibilidad no caducan mientras la actividad no cambie. Es decir, estas autorizaciones se suman a las que hubiese previamente.
En un encuentro en Madrid de Nueva Economía Fórum celebrado ayer lunes, el presidente del grupo de HM Hospitales, Juan Abarca, preguntó al conselleiro de Sanidade por qué Galicia, en un contexto de falta de médicos, es «la única comunidad junto con Asturias que aplica la ley de incompatibilidades de forma tan estricta». Julio García Comesaña respondió: «Estamos hablando con la Consellería de Facenda [e Función Pública] para ver cómo podemos flexibilizarlo». El conselleiro añadió que «en un contexto de escasez de médicos tenemos que tener elementos que permitan que la gente no tenga que optar entre los dos sistemas de forma clara». (Se puede ver en este vídeo en el minuto 26)
Preguntado por esa flexibilización, su departamento matiza que el titular de Sanidade se refería que el tema está «permanentemente en debate», no a que exista un nuevo plan. Pero «esa medida non forma parte das nosas prioridades para a mellora das condicións laborais e a atracción de novos profesionais». En Sanidade apuntan a otras medidas como la nueva categoría de médicos de primaria. En la Consellería de Facenda, que es la que autoriza o deniega las compatibilidades, no aclaran si están trabajando en un cambio normativo. La ley estatal es de 1984.
Para compatibilizar la actividad pública y privada, la Xunta exige que el médico no pueda atender a pacientes que tiene en la pública. Por ejemplo, un cardiólogo en el hospital de Ferrol no podría ver en su consulta privada a pacientes de su área sanitaria, salvo que no tuviesen aseguramiento público. Además, están los hospitales que tienen conciertos con el Sergas y a los que este organismo les deriva actividad de lista de espera. En principio, los médicos de la pública no pueden ejercer en ellos.
Hay un tercer elemento. «No puede ser que médicos que hacen la misma labor, la misma actividad y las mismas guardias no cobren lo mismo», dice el presidente del Consello Galego de Colexios Médicos, Isidro Lago, presidente de la institución pontevedresa. La exclusividad en el Sergas está pagada por el complemento específico (870 euros al mes) y los colegios reclaman que se pague a todo el mundo porque trabajan lo mismo, al margen de qué hagan en su vida privada.
Cómo funciona
Las consultas, solo en otra área. Los médicos no pueden atender en la privada a pacientes que podrían encontrarse en la pública, es decir, de su área de referencia.
Concierto con hospitales privados. Se han denegado compatibilidades en hospitales que tienen conciertos con la pública, incluso si son conciertos de otra especialidad.
La Asociación de Hospitales de Galicia (Ahosgal) lleva años reclamando a la Xunta que flexibilice la compatibilidad para poder contratar a médicos que trabajan para el Sergas. Fuentes oficiales de esta asociación reconocen que en los últimos meses ha habido fichajes de profesionales de la pública: como no podían ejercer en los dos ámbitos, algún hospital privado les pagó más dinero y los fichó.
«Nosotros defendemos que los médicos del Sergas pueden hacer actividad en centros privados si no hacen la actividad que se concierta», dice un portavoz, que recuerda que en el 2018 una sentencia permitió a una ginecóloga de A Coruña ejercer en una clínica privada, tras la negativa de la Xunta, siempre y cuando no hiciese la actividad que el Sergas le contrataba a esa clínica. «Nos ofrecemos a establecer sistemas de control para detectar posibles irregularidades», dice esta asociación.
