Todo es cuestión de marketing. No del producto. Esto que igual se llama ahora "cava" en vez de "champan" o "methode champeinose" que era como se etiquetaban los ahora encumbrados como compra necesaria para momentos festivos, especiales, de postín. Imagen de acontecimiento festivo importante, tradición, aunque no te guste ni lo disfrutes. Puede ser que te guste mucho más otro vino, pero tienes que brindar con algo espumoso. Nos han acondicionado culturalmente para ello. Aunque igual hay gente que disfrutaría más con una cerveza como se atrevieron los de Estrella Galicia promocionando su cerveza en Fin de Año.
Aquí se intentaba emular al glamouroso champagne francés (ojo, que eso no quita que se comenzara a emular en el último tercio del siglo XIX, al igual que los italianos también copiaron el método). Los franceses se mosquearon con la utilización del nombre de su producto para productos de otras zonas, ellos tenían creadas su denominaciones de origen y tan sólo los vinos de la zona de Champagne podrían denominarse tal cual. El nombre de Cava lo tuvieron que acuñar cuando la entrada de España en la CEE debido a Francia que tenía su denominación de champagne tan sólo para la zona de Champagne, otros vinos espumosos franceses también hechos con el método champeinose o tradicional pero fuera de esa región son los Cremants. Luego hay otros que tienen menos cantidad de gas y tienen otros nombres. Así que el problema es que el champan no es un vino sin más, no tan sólo un tipo de vino producto de una uva en concreto, sino un método de elaboración para conseguir un vino con gas, el método champeinose o método tradicional es produciendo una segunda fermentación en botella de modo que el dioxido de carbono queda atrapado y es el gas que se escapa cuando abres la botella. Luego hay otros métodos más modernos y más baratos, el que sigue el Prosecco italiano (tb D.O y uvas específicas), pero esto no quita que no pueda ser un competidor más tanto del cava o del champagne, el método tradicional esta bien, pero hay otros métodos más modernos que dan productos diversos y también de efecto parecido. Pero ahí tienes vinos de aguja, prosecco, sekt alemán (copia método tradicional e importa vinos italianos, franceses y españoles para hacerlo, pero también tiene uvas propias como la Riesling) y otros vinos con burbujas como el Lambrusco, por ejemplo.
Recuerdo cuanto intentaron denostar el lambrusco todos los expertos del sector en España pero no consiguieron que a la gente joven no les gustase el producto italiano, por muy vino con gas añadido que fuera es un vino que resulta divertido, simpático, dulzón para quien no es muy aficionado ni consumidor de otros vinos.
El caso es que yo recuerdo perfectamente cuanto tuvieron que hacer de "pedagogia" publicitaria para cambiar la denominación en la mente del consumidor de "champañ" a "cava" y también la insistencia de consumirlo en fin de Año etc. Y consumirlo porque era tan bueno como el que más, aunque no fuera champagne, era un buen producto y encima español y a consumirlo por ello mismo, por español.
Pero todo es marketing. Tanto han promocionado los cavas para maridarlos y acompañar cualquier comida con ellos que ahora vas y tan sólo te encuentras los "brut" y apenas "semi-secos" que son lo que más se acerca a un producto para un brindis festivo, un aperitivo o acompañar a unos dulces que en realidad es cuando más se consume por el consumidor ocasional, ese que al experto degustador de vinos y cavas desprecia por pobretón o por no tener gusto y no consumirlo de contínuo, pero es el que hace el gran volumen, el rellenito, de Navidad para el sector.
Ese consumidor que sintiéndose insultado se lanza ahora a comprar cavas (porque se lo han clavado a fuego de que tiene que brindar con cava y si no, no son unas navidades como toca) no catalanes debido al gran gol en contra de su propio marketing, mercado e interés, que es, ha sido, y está siendo, el nacionalismo catalán y el procés. Y que al fin ha sido percibido por ese modo por una parte del consumidor español.
Consumidor al que pretendería captar los productores extremeños y valencianos a los que se les impide aumentar la superficie cultivada para aumentar su producción.
Yo le veo una solución, que se cree fuera de la D.O, sin el nombre de cava, pero con un nombre sucedáneo o indicación de que es un espumoso alternativo e igualmente vendible para ocupar esa parcela de consumidor desengañado ante la deriva del nacionalismo catalán. Que en realidad es ese pequeño pero muy numeroso consumidor ocasional de Navidad.
Dicho esto por ejemplo hay un producto que a mí me encantaL:Reymos, un espumoso así etiquetado, de uva moscatel (que por cierto en Italia su original igualmente copiando el champagne era de uva moscatel, Moscato) que es una uva muy tradicional en Valencia (de ahí los mismos vinos moscatel, que los hay secos, dulces, también pasas etc) porque mantiene el dulzor que yo conocí de pequeña cuando aún eran methode champeinose y eran vinos para brindar, disfrutar y tomar a los postres y no los brut étc que no son para eso pero que te encuentras copando los lineales del súper y en realidad son comprados por condicionamiento que no por gusto y por tanto fáciles de darles la espalda puesto que no cumplen realmente la función festiva para mucha gente tan sólo es una excusa para brindar con algo que les pique en la nariz al beberlo. Y luego se queda en la copa todo el rato. De verdad hay otros productos mucho más divertidos para el consumidor ocasional, lo malo es que el que hace la gran campaña de Navidad.
Y para este se podría promocionar igual que se hizo con el cava, lo que ocurre es que la promoción del cava fue a todo nivel institucional etc,no algo de las marcas, sino desde la misma tve pública, y seguramente ahora con esta genuflexión continúa hacia los productores catalanes sería llevada semejante campaña a tribunales de la competencia.
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