...........................
La historia muestra que en todos los países, durante todos los tiempos, durante estos difíciles períodos de cien años de tormenta, los líderes adoptan políticas mucho más autocráticas porque la alternativa se convierte en un gran conflicto y desorden internos, y típicamente hay cambios forzados de liderazgo que quienes están en el poder lucha de poder contra. Esto es especialmente cierto en la cultura china. Perder el “mandato del cielo” es algo de lo que todos somos conscientes. Un erudito chino me dijo que el 38% de los emperadores de China murieron por causas no naturales mientras estaban en el poder. Hay muchas dinastías que atravesaron períodos de grandes tormentas y diferentes filosofías que los emperadores utilizaron para guiarlas. El “legalismo” es la creencia de que las personas están motivadas por el interés propio, especialmente en tiempos difíciles, por lo que se les debe exigir que sigan estrictamente al emperador y sus reglas, especialmente en períodos de grandes tormentas. El enfoque legalista con características marxistas/maoístas parece ser el enfoque que Xi ha elegido. Para ser claros, no creo que lo que es exactamente esté claro ni para quienes formulan políticas ni para quienes no formulan políticas. Parecen estar descubriendo la “dialéctica”. Por ejemplo, sé que el espíritu empresarial y los mercados abiertos siguen siendo mucho más abiertos de lo que parece implicar mi caracterización de un enfoque legalista con características marxistas/maoístas.
Mientras que la gente puede debatir los méritos de que Xi y el gobierno chino hayan creado un ambiente de miedo y control estricto para lograr que la gente se comporte como el gobierno quiere que se comporten, del mismo modo que la gente puede debatir los méritos del enfoque más democrático y desordenado del gobierno estadounidense , es más importante ver lo que está sucediendo de la manera más objetiva posible que apresurarse a emitir juicios al respecto. Aquí está la imagen actual de lo que está sucediendo tal como yo lo veo.
El panorama actual de lo que está sucediendo en China
Describiré esto en términos de lo que considero las cinco grandes fuerzas que impulsan el orden mundial cambiante y tienden a evolucionar en grandes ciclos. Son: qué tan bien funciona el sistema económico, qué tan bien funciona el orden interno dentro de los países y qué tan bien funciona el orden mundial entre países, junto con los actos de la naturaleza y la tecnología.
Hay grandes deudas y problemas económicos que están deprimiendo la actividad económica, los precios y la psicología. A nivel interno, es un momento muy difícil para China desde el punto de vista financiero porque muchas personas están sufriendo los efectos negativos sobre la riqueza de la caída de a) los precios inmobiliarios, b) los precios de las acciones y otros activos, c) el empleo y d) la remuneración de los empleados. Además, muchas empresas y muchos gobiernos locales tienen problemas financieros y de deuda que son lastre y que, si no se abordan adecuadamente, tendrán malas consecuencias durante mucho tiempo. Estas cosas han contribuido a que el estado de ánimo se haya vuelto más severo.
¿Cómo deberían abordarse estos problemas? Para mí, como pensador macroeconómico que aborda estos problemas económicos y de deuda más como un médico que como un ideólogo, los dirigentes necesitan una reestructuración de la deuda, lo que deberían hacer mediante la ingeniería de un hermoso desapalancamiento (véase mi libro Principios para navegar las grandes crisis de deuda). , que te doy aquí gratis si estás interesado en profundizar en cómo se ve) o tendrá una “década perdida” como la de Japón. Si bien muchas personas piensan que los responsables de las políticas deberían flexibilizar la política monetaria para crear más crédito, creo que ven correctamente la creación de más crédito y deuda como darle una bebida a un alcohólico para ayudar a aliviar los problemas de abstinencia. Creo que deberían diseñar 1) un desapalancamiento (que es deflacionario, deprimente y reducirá la carga de la deuda) y 2) una flexibilización de la política monetaria (que es inflacionaria, estimulante y aliviará la carga de la deuda) para que el Las formas deflacionarias de reducir la deuda y las formas inflacionarias de hacerlo se equilibran. Esto es lo que quiero decir con un “hermoso desapalancamiento”. En mi opinión, esto debería haberse hecho hace dos años y, si no se hace, probablemente conducirá a una década perdida. Creo que algunos de los líderes económicos, especialmente aquellos que hicieron esto bajo el gobierno de Zhu Rongji, entienden cómo hacerlo, pero es muy difícil y políticamente peligroso hacerlo porque genera grandes cambios en la riqueza, lo cual es un desafío político, especialmente durante una época difícil. tiempo porque la gente grazna. En mi opinión, si los dirigentes no ejecutan un hermoso desapalancamiento, China tendrá una década perdida al estilo japonés con características marxistas.
La cuestión del envejecimiento de la población es un gran peso para los ancianos, para sus hijos y para las finanzas y las cuestiones sociales del gobierno. La edad media de jubilación es de 53 años y la edad media de fallecimiento es de 84 años, por lo que las personas sin ingresos deben ser atendidas durante una media de 31 años. Esto se hace más difícil porque la política anterior de hijo único significaba que una persona tenía que cuidar de dos padres. Esto ha sido deprimente para el estado de ánimo y la situación financiera. Si bien debería aumentarse la edad de jubilación y mejorarse un sistema de apoyo social que incluya atención a las personas mayores, ninguna de las dos cosas está ocurriendo a un ritmo adecuado. Esto se debe principalmente a que la gente no quiere que su edad de jubilación aumente, por lo que hacerlo es políticamente insostenible y a que la burocracia gubernamental se está moviendo muy lentamente, especialmente ahora que la mayoría de los funcionarios gubernamentales se muestran reacios a tomar medidas audaces porque pueden ser políticamente perturbadoras (como estaban en otros países, sobre todo en Francia) y la gente grazna, por lo que hace falta valor. Además, con la disminución de la fuerza laboral y las personas mayores que enferman y fallecen, esto resulta oneroso y deprimente. Una vez más, es probable que esto siga siendo una carga a menos que el gobierno lo aborde de manera más contundente.
2. La brecha interna de riqueza y el conflicto resultante sobre la riqueza y los valores se están intensificando, lo que induce miedo. La brecha de riqueza interna ha llevado al gobierno a impulsar la prosperidad común y a tomar medidas dirigidas por el gobierno, aparentemente arbitrarias y no basadas en reglas. A algunas personas estas medidas les parecen anticapitalistas, mientras que para otros son simplemente mensajes del gobierno a la gente para que se mantenga al margen de la política y haga lo que los dirigentes quieren que hagan para ayudar a la sociedad. En cualquier caso, induce miedo y es opresivo, especialmente para las elites capitalistas. En un viaje reciente a China, mis amigos chinos me recordaron que a lo largo de la historia china, normalmente no se puede ser rico y ser funcionario del gobierno. Tradicionalmente se suponía que el capitalista mercantil que buscaba ganancias financieras era peligrosamente codicioso y fácilmente corruptible, y no se le permitía estar en el gobierno. No fue hasta 2002 que a estos capitalistas mercantiles se les permitió convertirse en miembros del Partido Comunista. Eso fue durante el período reformista. Ahora ya no es tan “glorioso ser rico”. Como ocurre cada vez más en todo el mundo, pero más aún en China, hay una mayor inclinación a pensar que los ricos son egoístas y corruptos. También se están purgando y erradicando la corrupción en la mayoría de las áreas, quizás más notablemente en el ejército. En otras palabras, es una época de gran vigilancia y aplicación estricta de lo que se debe hacer y cómo debe comportarse la gente, lo que se ha vuelto amenazador para algunos.
Ahora que el péndulo oscila en una dirección más legalista, autocrática y comunista, naturalmente la gente se pregunta hasta dónde llegará, lo que lleva a la gente a probablemente exagerar las posibilidades. Mi estudio de la historia china (y mis estudios de historias similares en períodos análogos) me ha traído a la mente, como también a la de otros, los recuerdos de las campañas capitalistas antiderechistas que condujeron a las persecuciones de esas personas, los confiscaciones de riqueza, el cierre de los mercados de valores, la aplicación de estrictos controles cambiarios, las restricciones contra la salida de China y las preguntas sobre si China se dirige hacia allí. La gente recuerda la guerra civil y los cambios posteriores a 1949. Las elites que están sufriendo en mayor medida estos dolores están más preocupadas. Parece que las “élites” están más preocupadas y menos apoyan a Xi, mientras que muchos que sienten que Xi está tratando de protegerlos de ser explotados por las élites lo apoyan firmemente. Parece que Xi y sus dirigentes piensan que la mayoría de las personas descontentas están malcriadas y no aprecian lo mejor que están en comparación con no hace mucho y que necesitan endurecerse, ser disciplinados y alinearse con los programa para ayudar a otros. Esto ha contribuido a que el estado de ánimo se vuelva más severo y pesimista.
Nadie sabe hasta qué punto el péndulo retrocederá hacia formas más maoístas/marxistas de hacer las cosas. La ausencia de una comunicación clara por parte de los líderes sobre las motivaciones detrás de sus acciones y hacia dónde se dirigen está dando lugar a mayores cantidades de especulación imaginaria de la que habría si hubiera una comunicación más clara. El impedimento es que comunicarse más directamente no es la forma tradicional de hacer las cosas de los dirigentes chinos, lo cual, a medida que China vuelve a las formas más tradicionales de hacer las cosas, es comprensible. La decisión del nuevo primer ministro de China, Li Qiang, de suspender las conferencias de prensa por primera vez en 30 años es consistente con la tendencia hacia una menor claridad en lugar de una mayor claridad en este momento de mayor riesgo.
3. El conflicto de grandes potencias entre China y Estados Unidos está teniendo un gran efecto negativo. Está provocando que los inversores y empresas extranjeros y los inversores y empresas nacionales quieran diversificarse o abandonar China y temer ser discriminados a nivel mundial por ser amigables con China. En el comercio y los flujos de capital se ha desarrollado un juego del gato y el ratón que ha llevado a empresas y personas a trasladarse a países neutrales y a tratar de parecer no chinos o no simpatizantes de China, hasta el punto de que los chinos están teniendo problemas. lograr que otros países y empresas acepten que estén allí y/o inviertan en ellos. Por ejemplo, las empresas chinas que crean empresas mexicanas y exportan a los EE. UU. para eludir los aranceles sobre los productos chinos están llevando a los EE. UU. a explorar la posibilidad de examinar las entidades para identificar a los beneficiarios finales para atrapar y castigar a estas entidades. El juego de búsqueda de identidad de TikTok es el ejemplo que más llama la atención. Incluso en las industrias y mercados mundiales en los que China se ha vuelto muy competitiva (más obviamente, vehículos eléctricos, baterías, productos de energía verde (solar y eólica), chips, inteligencia artificial, computación cuántica, espacio, etc.), existen conflictos geopolíticos que se mezclan con conflictos económicos, por lo que están cada vez más dirigidos por gobiernos. Los viejos tiempos no hace mucho de mercados libres y abiertos y la idea de que la interferencia del gobierno en ellos es mala han quedado atrás en el futuro previsible. Esto afectará a China porque tiene un exceso de capacidad y será acusada de dumping, lo que provocará grandes aumentos arancelarios a medida que el proteccionismo y el nacionalismo vuelvan a estar de moda como lo hicieron en los años treinta. El modelo económico chino se basa en ganar una participación cada vez mayor en la producción manufacturera mundial, lo que tiene muchas posibilidades de no suceder porque es más probable que los países que en el pasado han importado productos chinos se lo impidan con aranceles crecientes.
Además de los enfrentamientos económicos con Occidente, hay choques culturales. Un líder chino me los describió como ignorancia cultural mutua con cambio evolutivo. Explicó que 1) la cultura angloeuropea extendida por Gran Bretaña pasando su dominio a los EE.UU. está teniendo problemas para aceptar el ascenso de China y su cultura chino-asiática, 2) hay fallas de ambas partes en comprender y aceptar los diferentes enfoques y 3) la cultura occidental es más de suma cero que de ganar-ganar y más propensa a caer en guerras en las que todos pierden. Estoy de acuerdo con su valoración y la encuentro trágica. Ciertamente es cierto que los chinos libran las guerras de manera diferente. Piense en el “arte de la guerra”: luchar para ganar centrándose en los “puntos de presión” que pueden debilitar o herir al otro lado sin siquiera ser vistos. Por ejemplo, si uno estuviera conjeturando cómo podrían los chinos manejar la situación geopolítica existente si el conflicto aumenta, porque Estados Unidos está demasiado extendido en dos guerras, los chinos podrían pensar dónde podría haber un tercer frente, como una guerra en Asia, algo como un conflicto con Filipinas o Corea del Norte, eso pondría a las dos partes en las elecciones estadounidenses en la incómoda posición de tener que entrar en un tercer conflicto (que sería impopular en Estados Unidos) o no parecer lo suficientemente fuertes. Casi todos los líderes de ambos lados creen que el otro lado está trabajando para destruir al otro y está trabajando para poder destruir al otro. Se encuentran en un dilema del prisionero cada vez más intenso. Para ser claros, no creo que ninguna de las partes quiera provocar a la otra, y sí creo que se requiere una mayor comprensión y respeto por la cultura del otro. Pero más que eso, cada uno debería preguntarse al otro: "¿Cuáles son tus mayores miedos existenciales?" y trabajar con la otra parte para determinar qué se puede hacer para aliviarlos. Sin eso, las probabilidades de que se produzca algún tipo de guerra devastadora en los próximos 10 años son altas y la gente se está posicionando teniendo en cuenta esa posibilidad, que en sí misma es muy dañina.
4. El clima y las cuestiones relacionadas con el clima son grandes, amenazantes y prioritarias. Van desde sufrir sequías, inundaciones y pandemias hasta no tener suficiente agua potable. Probablemente costarán mucho y dolerán mucho.
5. Si bien el desarrollo tecnológico siempre ha sido una fuerza definitoria fundamental y si bien es bien sabido que quien gane la guerra tecnológica gana las guerras económicas, geopolíticas y militares, esto nunca ha sido más cierto que ahora, y China y Estados Unidos son los líderes. y grandes adversarios. A lo largo de la historia de la guerra, el camino deseado ha sido construir en secreto una tecnología que sea lo suficientemente fuerte como para que mostrársela a la oposición haga que ésta se vuelva sumisa. Mire la película Oppenheimer para refrescarse. Ciertamente eso está sucediendo. Hay muchas tecnologías en las que tanto China como Estados Unidos están invirtiendo enormes cantidades de talento y recursos utilizando sus diferentes enfoques, uno más de arriba hacia abajo, dirigido por el gobierno y otro más de abajo hacia arriba, corporativo/capitalista, algunos de los cuales conocemos. (por ejemplo, chips, inteligencia artificial, computación cuántica, espacio exterior, cibernética, baterías, energía limpia, vehículos eléctricos, robótica, etc.), en algunos de los cuales China está a la cabeza, y en otros Estados Unidos está a la cabeza. , y nada de lo cual podemos anticipar exactamente cómo sucederá en el futuro. No me desviaré para analizarlos porque tomaría demasiado tiempo, y ahora es el momento de dar un paso atrás para mirar el panorama general.
Por las razones descritas anteriormente, es comprensible que el presidente Xi crea que hay una tormenta de 100 años en el horizonte. Esa valoración me parece acertada. Al mismo tiempo, no estoy seguro de nada más que de intentar ser lo más objetivo y útil posible para lograr la comprensión. China es un enigma que intento hacer menos enigmático. He tenido mucha suerte de ver de cerca durante casi 40 años lo que ha sucedido en China, Estados Unidos y las relaciones entre China y Estados Unidos, todo lo cual me importa profundamente. Y he encontrado todo intensamente interesante e importante de observar. Parece que a todos nos ha afectado la supuesta maldición china “Que vivas tiempos interesantes”.
Desde que publiqué esto, varias personas me han preguntado qué pienso sobre invertir en China. Considero que los activos chinos de alta calidad tienen un precio muy atractivo y me ha ido muy bien invirtiendo allí. También tengo un gran afecto y respeto por el pueblo y la cultura chinos. Por estas razones, sigo comprometido con mi trabajo significativo, mis relaciones significativas y mis inversiones allí, y con tratar de mejorar el entendimiento mutuo a través de mi veracidad radical.
