O sea, que dicho lugar estaba bien señalizado.:8:
O sea que est@ ti@ es un@ bocachanclas con el rollo de uyyyy me quieren robar, uy tenía matrícula de Madrid.....
Es un forero muy respetable, al menos es la percepción que yo tengo de él a pesar de que se prodigue poco.
Yo creo, o tengo la teoría, de que está bajo el estrés vacacional aún.
Porque las vacaciones del hombre hispánico, marido de su bigo y padre de sus larvas, es todo menos vacaciones.
Sales de la oficina con las vacaciones en las manos, te despides con unas cañas de los compañeros de rutina y llegas a casa dónde la bigo ya tiene bien clarito dónde hay que ir. Además, se han apuntado a las "vacaciones" esos amigos tan simpáticos de hace tiempo que parece que no han cambiado desde la adolescencia. Puede ser peor, que los que se junten en la aventura sean tu cuñada y su novio/marido que ahora andan cortos de pelas y de paso salen y se airean un poco. Eso es el armagedon.
La bigo te enseña las fotos del hotelito en la pantalla de la tablet ¿qué bien se ve!, la ruta parece sencilla y tu coche, tu mejor amigo en verdad, hará de ese trayecto pan comido. Además, ¡hay que ver lo secsy que está tu cuñadita cuando se pone bañador en la piscina!
Y después, cuando ya te has hecho demasiadas caricias mentales con lo estupendo que "será", llega el "cataplás" de lo que resulta ser el "es", comúnmente llamado realidad.
De entrada te toca llevar el coche a revisión por la paliza de killómetros, y la primera se suele traducir en un montón de tonterías que jurarías que no tenía tu coche. Los primeros 300 pavos volaron.
Después llega meterse en carretera con la bigo "la mochila" y el equipaje de todos, y tu puñetero coche, acostumbrado que andas a la tranquilidad de oír tu cadena de noticias en silencio mientras te lleva a la oficina, se convierte en una jaula de grillos con la fruta música estridente que escucha tu niña, que es la que controla el reproductor de CDs, o el infernal pendrive, todo el viaje.
Y esas carreteras tan maravillosas que nos vende el telediario pues resulta que no son así, y maldita sucesión de curvas que tienen los puñeteros puertos de montaña, o los sablazos del puesto de peaje... y entonces descubres que tu coche, cuando va cargado hasta arriba, no es que se vuelva remolón e incómodo de conducir en las curvas; también adviertes que traga diesel como garbanzos Carpanta. Ea, ya son 150 leuros más... y estás hasta los narices de conducir en medio de ese galimatias de humanidad en la que se ha convertido la cabina de tu coche a la altura de Jaen.
Haces la primera parada en Córdoba. te quedas en un pequeño y acogedor motel de carretera pensando que así comienzas a ahorrar... después descubrirás en recepción que es más caro que el mejor HUSA de Madrid, pero ya es tarde y necesitas descansar. Por supuesto, la comida de toda la gente la pagas TÚ, porque tu hamijo se hace le remolón, o se ha dejado la cartera en la habitación, o el novio de la cuñadita está mojama... y los niños dando por ojo ciego hasta el infinito y más alla. El niño porque quería ir a Terra Mítica porque allí van los dos alfas de su pandilla, y la niña porque oyendo esa música infernal piensas que no puede estar normal.
Llegas al día siguiente a aquel lugar que solamente se insinuaba de lejos a lo que viste en las fotos... y ahora sí que comienza a parecerte caro el alojamiento de aquel maravilloso hotel con vistas al mar cuando compruebas en persona que aquellas fotos eran de hace 20 años al menos. Todo eso lo piensas mientras cargas con TODO el equipaje del maletero, el de hamijos o cuñados incluido.
Tu mujer tiene clarísimo que ella SÍ está de vacaciones... coge la toalla, se planta ese biquini que se compró en tal sitio molón sin que te enterases (otros 100 leuros a la buchaca) y se pira con su hermana o amiga a la playa, a ver si ve un alfa musculado de socorrista y comparte confesiones que no te imaginas, a pesar de ser la progenitora de tus hijos y tu mujer desde hace años, con su cómplice, que por supuesto no eres tú sino su hermana o amiga.
Te quedas sólo con tu hamijo o cuñado porque los niños también han salido a explorar por su cuenta (mejor así, porque si escuchas un minuto más la música de la tarada negra cani esa que admira tu hija revienta tu cabeza): ¡POR FIN COMIENZA EL VERANO!
Un elemento...
El amigo ya no es aquel adolescente ocurrente que te implicaba en sus travesuras que acababan todas en risas... y no hace más que contarte lo mal que le va el tema del dinero y que al menos tiene un sesso salvaje con tu cuñada. o lo mal que lleva en la oficina que no le asciendan, o que su jefe le tiene manía, o cualquiera de esas cosas que es lo que menos deseas escuchar hoy. La única manera de evadirte que tienes es con tus pensamientos, muy parecido a como te evadías en la oficina. Pero en lugar de pensar en mujeres espectaculares en playas vírgenes piensas "¡como sopla el cabrón y no paga ni un cubata!). A todo esto, los cubatas más caros que en cualquier tugurio de moda de la Castellana. No te ha dado tiempo aún a explorar dónde consumir barato y bien, como nos gusta a todos los lonchafinistas.
Recibes la llamada salvadora de tu bigo... pero es para que te vayas a la playa a buscar a los niños, que es otro país y no se fía del sencillainas del niño, que está en la edad del pavo.
Por supuesto los encuentras. Y reparas en lo minúsculo que es el biquini de tu hija, que está rodeado de jóvenes y corpulentos adolescentes portugueses... todos ellos destilando hormonas a tutiplén. mientras recoges toallas, bolsas, botellas y tal comienzas a pensar que la niña te puede dar el viaje... y tu amigo que no le quita descaradamente ojo de encima. El niño como una foca varada en medio de la arena, ni mugue ni tose entre tanto alfa clonado de CR7.
Llegas al bungalow infectado de mosquitos con el anochecer y la bigo se asoma a lo lejos, riendo por lo bajini a su amiga como si hubiese tenido varios coitos de los buenos, de los que tenía cuando erais novios... y te dice que la cena tú, que ella está de vacaciones y va a atender a las larvas.
Te toca cocinar lo que previamente has comprado en el super tan carísimo de la urbanización con las prisas al llegar. Malo y caro... comes y recogen las mujeres, aunque a ti te toca fregar y ordenar la cocina. Y tu bigo riendo y disfrutando de una conversación con los hamijos o la hermana y el novio en la mesa, totalmente relajada. A todo ésto las larvas en el baño preparándose para la primera noche de marcha... y la niña que ya no escucha a esa negra cani que berreaba en el coche sino que ahora se oye tras la puerta del baño regueton de ese de menear el ojo ciego como una cortesana en celo. El único pensamiento que te evade en la limpieza de platos es el de "¿me habrá salido fruta la niña?". Unos pensamientos de los que te rescatan con cierta regularidad las picaduras de los mosquitos.
El niño sale oliendo a pachuli, con una ropa que invita más a meterse en un monasterio que a la caza de shortinas. En el fondo te da penica, porque esperabas que hubiese salido tan rhesulón como tú... y está empanao. La niña, sin embargo, sale más desnuda que vestida, con más pinturas en la cara que el museo del prado y comienzas a confirmar lo que sospechabbas "sí, sí, me ha salido ligerita la niña. No se parece en nada a su progenitora" jejeje...
Llega la hora del descanso del campeón. Estás reventado... te mereces un polvazo de esos de premio de honor, pero la bigo te dice que se ha quemado en la playa. Intentas dormir mientras en la habitación contigua suena la cama de tu cuñada y hamijos como si saltara sobre ella el coro de los niños de San Idelfonso al unísono. El joío tiene fuerzas, no ha conducido, no ha recogido, no ha hecho de canguro, no ha cocinado, ect... y ella ya se bronceó en la piscina municipal pues está parada y tiene tiempo libre para ir a la piscina y tal. Concilias el sueño entre picadura y picadura de mosquito a duras penas (qué cosa de colchón el del puñetero bungalow) mientras le dices a tu bigo que mañana tenga una charla seria con la niña...
Y mañana llega, y es más de lo mismo. Sólo que te has desvelado justamente cuando los macho cabríoes de mosquitos dejaron de picar porque la puerta se abrió con mucho ruido de quienes entraban: el niño impoluto y la niña un poco borracha, descompuesta y con arena por todo el cuerpo... malo.
Y a eso de las 10 de la mañana, tras acostarse todo el mundo, que te trajesen la cesta de frutas pasadas que te vendían como desayuno, y con la bigo pidiendo su café... te tomas medio a escondidas un buen pelotazo de ginebra o güisqui y lo saboreas en tu paladar... y recuerdas que tu padre hacía exactamente lo mismo, que sobre ti corre la misma maldición ancestral, que por eso tenía aquel semblante tan serio y menso en Benidorm hace 30 años... todavía no sospechas que ese sorbo, ese trago de alcohol, va a ser lo mejor de las vacaciones.
Los días se suceden, el cuñado/hamigo se ha convertido en un vago pesado que te parasitea el bolsillo salvajemente en cuanto puede. Tu cuñada está resplandeciente de lo mucho y bien que ama a diario con su momio, curiosamente igual de resplandeciente que la niña, aunque tu hija es porque tiene 16 años, claro :fiufiu::fiufiu:
Para ti queda la retahila de los "hoy no que me duele la cabeza de tanto tomar sol", "hoy no que nos van a escuchar mi hermana y el novio que han discutido (aunque al rato debió de fumarle la pipa de la paz al novio por como gemía el gorrón)", "hoy no que me acabo de poner con la regla", ect... y el remate en ese fracaso sensual es el que sucedió el cuarto día. ese día en el que tocó la puerta del bungalow una adolescente portuguesa, muy monilla, preguntando por el zagal con voz angelical... y tu niño, ese mismo día, se recogió de madrugada resplandeciente. Como tu cuñada/amiga de tu mujer, tu hija, tu parásito y, curiosamente y sin saber por qué, tu mujer el tercer día que se fue solita a la playa porque su hermana y el novio lo estaban arreglando acaramelados en algún rincón perdido.
Por poco se te saltan las lágrimas tras acomodar a tu machote en la cama. no porque se haya desvirgado como Dios manda; tus ganas de llorar son porque "aquí ama tó Dios menos yo".
Y claro, Portugal está sobrevalorada, y Saint Tropez también en ese plan. Y dentro de ti se ha estado gestando una bomba de esas norcoreanas que has podido contener su percusión por tu condición de buen padre y beta proveedor de libro... hasta que de vuelta, intentando pernoctar en otro lugar que no sea esa cosa de hotel de Córdoba, te paras en Isla Cristina e intentas cerciorarte de que esta vez sí, esta vez serán vacaciones para ti y va y un pueblerino te casca una multa por mal aparcar. Una multa a ti, a la reencarnación de San Job. A ti, que eres el sacrificio en persona, que nunca te saltas un stop, que nunca pecas, ni fornicas... ¡HASTA AQUÍ LLEGÓ LA BROMA!
Te vas escupiendo rayos y centellas por la boca. La niña no tiene valor de decir que le des más voz a la radio mientras suenan las voces al unísono de todo Dios queriendo hablar al mismo tiempo dentro del coche. Hay un silencio sepulcral que solo rompes tú con un "CAGOENDIOSBENDITO" de vez en cuando. Unas bendiciones que vas soltando cada vez que ves el letrero con el nombre de los pueblos de cosa de aquel rincón dónde Cristo perdió el mechero, y tú la poca inocencia que te quedaba en el frasco de las esencias.
Esos 10 euros (que son una cosa de dinero para un tío que paga gasolina, estancia y comida de una familia desde Madrid a Portugal, ida y vuelta) tienen un valor emocional muchísimo más alto que el intrínseco. Y los que te rodean se han dado cuenta.
Y llegas a casa, la niña diciendo por lo bajini que han sido unas vacaciones de provres (Andreita se ha ido a Londres con su novio adolescente). El niño triste, muy triste porque se hubiese quedado allí con su primer amor portugués (¿sabéis lo bonito que suena la primera vez un "te quiero" en portugués?). La bigo con el idem torcido porque te reprocha de que "te quejas por tó con lo bien que vives"... y la parejita avenida y acoplada en silencio, sin querer hacer más daño por si el año que viene se repite experiencia y se ahorran unos euros como éste, que con ese ahorro ha dado para ponerse un poco de silicona en el pecho y tal.
Y llegas al remanso de paz y felicidad que a ti te supone el regreso a tu fortaleza. sabiendo que solo saldrás mañana para llevar al taller al coche, que un ruidito sospechoso e inquietante comienza a sonar cuando giras mucho el volante en la dirección: otros 500 leuros como el que no quiere la cosa, en un presupuesto que voló por los aires, en sus peores estimaciones, el cuarto día de viaje.
Y claro, cuando te sientas delante de tu pc, en tu mesa del ordenador, sueltas la bomba de los 10 puñeteros euros que te tiene encabronado al ser el colofón de tantas "vacaciones".
Seguramente, si el presupuesto inicial se hubiese respetado con ahorro incluido. Si hubiese amado todos los días y con algún pibón portugués furtivo entre medias. Si el amigo o cuñado hubiese dicho ante la cuenta del bungalow "ésto lo pago yo que te has portado como un senyor". Si en lugar de mosquitos como aviones hubiesen habido mariposillas de esas que salen en las pelis de Disney y tal. Si en lugar de financiar la ampliación del taller del barrio ante el regocijo de su mecánico el coche ha llegado redondo y tal... se hubiese reído con los 10 euros de marras.
Puede, y solamente supongo, que haya sido algo así, de mayor o menor calado pero así... es lo que tiene las "vacaciones del macho ibérico".