Alatriste
Madmaxista
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Bautista soler propietario del grupo bautista soler y accionista mayoritario del valencia
“España sólo puede absorber la mitad de lo que se edifica”
El constructor, accionista de referencia de Metrovacesa, advierte de que el sector tiene que orientarse más a los servicios y menos a las viviendas
El constructor, accionista de referencia de Metrovacesa, advierte de que el sector tiene que orientarse más a los servicios y menos a las viviendas
En el mundo casi todo son casualidades. Estoy en el Valencia por casualidad y ayude a Rivero porque estaba deprimido”. Ese impulso solidario va a terminar con que Metrovacesa, el primer grupo inmobiliario europeo, va a quedar dividido en dos entidades separadas: la familia Sanahuja se quedará con la sociedad que conserva la marca y sus negocios se centrarán en España, aunque dispondrá también de una cartera de alquiler en Francia. Rivero y Soler han formado una sociedad que incluirá el patrimonio de la gala Gecina, hasta ahora propiedad de Metrovacesa y con activos inmobiliarios centrados en Francia, y le añadirán negocios inmobiliarios de alquiler en España procedentes de Metrovacesa.
La partición de la inmobiliaria es el final de la batalla que enfrentó a su principal accionista, la familia Sanahuja, con el presidente de la sociedad, Rivero. Bautista Soler fue el hombre que animó a Rivero a presentar batalla, y lo hizo porque su amigo estaba deprimido.
-¿Es habitual en usted que la esfera de lo empresarial se mezcle con el ámbito de lo personal?
-Conocía poco a Rivero, pero no me pareció bien lo que hizo la familia Sanahuja y al verle tan hundido le dije ¿por qué no presentas batalla? Me preguntó si iría con él a una contraopa y yo accedí.
-¿Se pueden tener amigos en los negocios?
-¿Por qué no? Casi todos mis negocios los tengo con amigos. En la vida empresarial vale más estar con los amigos. El enemigo de todas formas está ahí fuera.
-¿Le dolió que con la salida de Bancaja se perdiera un aliado y se rompiera el sistema de equilibrios?
-Sin duda. No me parece bien que no defendieran a una empresa valenciana y que en igualdad de condiciones apoyaran a una catalana y se lo vendieran a Lara. No tengo nada contra los catalanes, pero Bancaja, que es una entidad de ahorro valenciana, tenía que haber hecho un esfuerzo mayor para vender a una empresa valenciana.
-¿Cree que debiera haber buscado algún valenciano para vender sus acciones?
-Así es. Esa masa accionarial no debiera haber salido de Valencia, tenía que haber permanecido como representación de Valencia en Metrovacesa. La venta de Bancaja ha influido mucho para que los Sanahuja tuviesen más acciones y por eso ahora hay que dividir Metrovacesa. Yo pregunto, ¿si la Caixa hubiera tenido ese paquete habría vendido a una empresa valenciana? Pues no. En igualdad de condiciones hubiera vendido a una catalana.
-¿No es devaluar el proyecto partir Metrovacesa?
-Cuando fraccionas algo lo haces más pequeño. Pasa de ser la primera o segunda de Europa a ser más pequeña. Es una pena.
-¿No es ir contra corriente una operación de escisión en un momento en el que el sector sigue el camino inverso, la concentración?
-Pues sí. El mercado busca concentrarse. Todo el mercado. Bancos y todo tipo de empresas tienden a unir fuerzas. Aquí, habrá que repartir de forma proporcional.
-¿Qué camino seguirá la sociedad que van crean Rivero y usted con activos de Metrovacesa? ¿saldrá a bolsa?
-Estamos empezando. Cuando se empiece a construir la idea es que la nueva sociedad salga a bolsa; veremos competir a la hija con la madre.
-¿Le sorprendería que la CNMV desautorizase la operación de partición?
-A la comisión se le ha presentado toda la información que reclamaba. Si fuera a poner algún reparo tendría que haberse manifestado ya. No creo que ponga dificultades porque ha sido la voluntad de las partes.
-Pero hay accionistas minoritarios que esperan que la CNMV ponga objeciones.
-Le aclaro. Hubo en septiembre dos opas: una a 78 la acción y otra que lanzamos nosotros a 80. No llegamos a cubrir el 26%, faltó millón y medio. El que quería podía haber vendido.
-Pero a fin de cuentas se actúa por un problema entre accionistas mayoritarios y en una empresa cotizada cuanto se haga se debe orientar al interés de la sociedad
-El que se quedó podía haber vendido. Si uno no vende y luego bajan, pues no ha acertado.
-¿Cómo se compagina ser socio de referencia en la nueva sociedad inmobiliaria con la propiedad de otra constructora?
-Sin problemas. Es como el que tiene acciones de Telefónica o de Iberia. También puedo tener acciones del Santander o del BBVA y no por eso tengo que ser banquero. No tiene nada que ver. Además la gente busca el piso en la zona que quiere sin preocuparse de la marca que se lo vende.
-¿Su compromiso con la nueva sociedad tiene fecha de caducidad? ¿Es una inversión estratégica o sólo financiera?
-No sé lo que haré el año que viene, pero hoy puedo decir que nuestra ilusión, tanto de Rivero como mía, es sacar adelante esa sociedad para empezar a promocionar, construir y vender. Esa es la idea hoy, pero no sé que va a pasar. Porque además hay que tener en cuenta que en la construcción hay en estos momentos una baja de ventas de entre un 50 y un 60%.
-¿Estamos en crisis?
-El mercado está muy saturado. Se estaban haciendo unas 800.000 viviendas al año y eso es una exageración. España puede absorber hasta 400.000 la mitad de lo que se contruye. Cuando uno ya ha comprado su vivienda ¿para qué quiere otra?
-¿Cuál es la estrategia de las empresas para esquivar esa saturación?
-Trabajar en otras áreas: construir para servicios (hoteles, hospitales), construir para alquiler, porque hay gente que no puede pagarse una vivienda y tiene derecho a tener casa.
-¿Han adoptado en su grupo alguna medida ante la ralentización del mercado?
-Menos ventas. Hay que reducir. Si construías 100 ahora hay que construir 20, porque si no te vas a ahogar.
-¿Se han planteado salir fuera?
-No. Estoy construyendo en Valencia desde el año 53. Yo no salgo. Tengo 77 años y no voy a Polonia ni a Turquía, que cada uno haga lo que quiera, pero yo no salgo.
-¿Hay problema de falta de suelo?
-Sin duda. No hay suelo y eso encarece mucho la vivienda. La construcción se ha encarecido un 50% en 20 años, el solar un 500%. Con más suelo sería más barato.
-Pero ¿no se supone que se está construyendo de más?
-Sí, pero es que la base es el solar y como está muy caro, la vivienda sale cara y el poder adquisitivo de la gente no sube igual. El ciudadano se lo va pensando más, porque en efecto, los pisos están muy caros. Bancos y cajas pueden plantear fórmulas imaginativas, alargando plazos, pero en definitiva hay que pagarlo.
“España sólo puede absorber la mitad de lo que se edifica”
El constructor, accionista de referencia de Metrovacesa, advierte de que el sector tiene que orientarse más a los servicios y menos a las viviendas
El constructor, accionista de referencia de Metrovacesa, advierte de que el sector tiene que orientarse más a los servicios y menos a las viviendas
En el mundo casi todo son casualidades. Estoy en el Valencia por casualidad y ayude a Rivero porque estaba deprimido”. Ese impulso solidario va a terminar con que Metrovacesa, el primer grupo inmobiliario europeo, va a quedar dividido en dos entidades separadas: la familia Sanahuja se quedará con la sociedad que conserva la marca y sus negocios se centrarán en España, aunque dispondrá también de una cartera de alquiler en Francia. Rivero y Soler han formado una sociedad que incluirá el patrimonio de la gala Gecina, hasta ahora propiedad de Metrovacesa y con activos inmobiliarios centrados en Francia, y le añadirán negocios inmobiliarios de alquiler en España procedentes de Metrovacesa.
La partición de la inmobiliaria es el final de la batalla que enfrentó a su principal accionista, la familia Sanahuja, con el presidente de la sociedad, Rivero. Bautista Soler fue el hombre que animó a Rivero a presentar batalla, y lo hizo porque su amigo estaba deprimido.
-¿Es habitual en usted que la esfera de lo empresarial se mezcle con el ámbito de lo personal?
-Conocía poco a Rivero, pero no me pareció bien lo que hizo la familia Sanahuja y al verle tan hundido le dije ¿por qué no presentas batalla? Me preguntó si iría con él a una contraopa y yo accedí.
-¿Se pueden tener amigos en los negocios?
-¿Por qué no? Casi todos mis negocios los tengo con amigos. En la vida empresarial vale más estar con los amigos. El enemigo de todas formas está ahí fuera.
-¿Le dolió que con la salida de Bancaja se perdiera un aliado y se rompiera el sistema de equilibrios?
-Sin duda. No me parece bien que no defendieran a una empresa valenciana y que en igualdad de condiciones apoyaran a una catalana y se lo vendieran a Lara. No tengo nada contra los catalanes, pero Bancaja, que es una entidad de ahorro valenciana, tenía que haber hecho un esfuerzo mayor para vender a una empresa valenciana.
-¿Cree que debiera haber buscado algún valenciano para vender sus acciones?
-Así es. Esa masa accionarial no debiera haber salido de Valencia, tenía que haber permanecido como representación de Valencia en Metrovacesa. La venta de Bancaja ha influido mucho para que los Sanahuja tuviesen más acciones y por eso ahora hay que dividir Metrovacesa. Yo pregunto, ¿si la Caixa hubiera tenido ese paquete habría vendido a una empresa valenciana? Pues no. En igualdad de condiciones hubiera vendido a una catalana.
-¿No es devaluar el proyecto partir Metrovacesa?
-Cuando fraccionas algo lo haces más pequeño. Pasa de ser la primera o segunda de Europa a ser más pequeña. Es una pena.
-¿No es ir contra corriente una operación de escisión en un momento en el que el sector sigue el camino inverso, la concentración?
-Pues sí. El mercado busca concentrarse. Todo el mercado. Bancos y todo tipo de empresas tienden a unir fuerzas. Aquí, habrá que repartir de forma proporcional.
-¿Qué camino seguirá la sociedad que van crean Rivero y usted con activos de Metrovacesa? ¿saldrá a bolsa?
-Estamos empezando. Cuando se empiece a construir la idea es que la nueva sociedad salga a bolsa; veremos competir a la hija con la madre.
-¿Le sorprendería que la CNMV desautorizase la operación de partición?
-A la comisión se le ha presentado toda la información que reclamaba. Si fuera a poner algún reparo tendría que haberse manifestado ya. No creo que ponga dificultades porque ha sido la voluntad de las partes.
-Pero hay accionistas minoritarios que esperan que la CNMV ponga objeciones.
-Le aclaro. Hubo en septiembre dos opas: una a 78 la acción y otra que lanzamos nosotros a 80. No llegamos a cubrir el 26%, faltó millón y medio. El que quería podía haber vendido.
-Pero a fin de cuentas se actúa por un problema entre accionistas mayoritarios y en una empresa cotizada cuanto se haga se debe orientar al interés de la sociedad
-El que se quedó podía haber vendido. Si uno no vende y luego bajan, pues no ha acertado.
-¿Cómo se compagina ser socio de referencia en la nueva sociedad inmobiliaria con la propiedad de otra constructora?
-Sin problemas. Es como el que tiene acciones de Telefónica o de Iberia. También puedo tener acciones del Santander o del BBVA y no por eso tengo que ser banquero. No tiene nada que ver. Además la gente busca el piso en la zona que quiere sin preocuparse de la marca que se lo vende.
-¿Su compromiso con la nueva sociedad tiene fecha de caducidad? ¿Es una inversión estratégica o sólo financiera?
-No sé lo que haré el año que viene, pero hoy puedo decir que nuestra ilusión, tanto de Rivero como mía, es sacar adelante esa sociedad para empezar a promocionar, construir y vender. Esa es la idea hoy, pero no sé que va a pasar. Porque además hay que tener en cuenta que en la construcción hay en estos momentos una baja de ventas de entre un 50 y un 60%.
-¿Estamos en crisis?
-El mercado está muy saturado. Se estaban haciendo unas 800.000 viviendas al año y eso es una exageración. España puede absorber hasta 400.000 la mitad de lo que se contruye. Cuando uno ya ha comprado su vivienda ¿para qué quiere otra?
-¿Cuál es la estrategia de las empresas para esquivar esa saturación?
-Trabajar en otras áreas: construir para servicios (hoteles, hospitales), construir para alquiler, porque hay gente que no puede pagarse una vivienda y tiene derecho a tener casa.
-¿Han adoptado en su grupo alguna medida ante la ralentización del mercado?
-Menos ventas. Hay que reducir. Si construías 100 ahora hay que construir 20, porque si no te vas a ahogar.
-¿Se han planteado salir fuera?
-No. Estoy construyendo en Valencia desde el año 53. Yo no salgo. Tengo 77 años y no voy a Polonia ni a Turquía, que cada uno haga lo que quiera, pero yo no salgo.
-¿Hay problema de falta de suelo?
-Sin duda. No hay suelo y eso encarece mucho la vivienda. La construcción se ha encarecido un 50% en 20 años, el solar un 500%. Con más suelo sería más barato.
-Pero ¿no se supone que se está construyendo de más?
-Sí, pero es que la base es el solar y como está muy caro, la vivienda sale cara y el poder adquisitivo de la gente no sube igual. El ciudadano se lo va pensando más, porque en efecto, los pisos están muy caros. Bancos y cajas pueden plantear fórmulas imaginativas, alargando plazos, pero en definitiva hay que pagarlo.