La expulsión española fue una más entre todas las siguientes. Países como Francia, Inglaterra, Alemania, Rusia, Italia, Austria, Hungría, Lituania, Chequia, Eslovaquia, Luxemburgo, Polonia, Ucrania, Portugal se adelantaron y/o siguieron expulsando una y otra vez.
Con la diferencia de que España fue la única que ofreció como oportunidad el convertirse y quedarse.
Buscar la expulsión española es como encontrar una aguja en un pajar:
Las condiciones favorables hicieron que sólo el 50% saliera de España, el otro 50% se quedó como converso, y además de esos que se fueron, la mitad volvieron. O sea que el 75% de los judíos se quedó en España.
Y además ocuparon cargos importantísimos durante todo el Imperio, los rumores dicen que algún valido del rey era judeoconverso (el Conde-Duque), por no hablar de altos cargos de la Compañía de Jesús (como Diego Laínez
Diego Laínez (jesuita) - Wikipedia, la enciclopedia libre ) o místicas tan hispanas como Santa Teresa.