gusiluz
Madmaxista
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Por Catte Black.- Se está convirtiendo en una idea muy popular en los medios de comunicación alternativos en este momento.
Alex Cristoforou lo dice abiertamente en su último vídeo. Catherine Austin Fitts y Karel van Wolferen lo sugieren en una conversación reciente. Al igual que el Daily Expose.
Me encantaría que fuera cierto. Pero actualmente no lo parece, y promover esa idea sin pruebas sólidas puede llevarnos a un peligroso engaño.
Antes de que se nos acuse de rusofobia (por parte de personas con poca memoria o largas agendas), permítanme recordarles a todos que hemos sido etiquetados como "trolls rusos" desde nuestro lanzamiento porque hemos defendido constantemente las acciones de Rusia tanto en Ucrania en 2014-16 como posteriormente en Siria y otros lugares.
Soy más que consciente de que Rusia ha luchado durante mucho tiempo con la amenaza existencial ofrecida por la OTAN y el imperio estadounidense.
Sí, se han opuesto al imperialismo estadounidense... pero por razones de supervivencia nacional, no de ideología. Se han levantado contra el militarismo y la hegemonía de Estados Unidos, no contra el "globalismo".
De hecho, a principios de la década de 2000, pilinguin se esforzó repetidamente para que Rusia fuera aceptada en el colectivo occidental, presionando para entrar en la OTAN y para una "estrecha integración" con la UE.
Sólo la intransigencia de Occidente -y la necesidad de la OTAN de un "enemigo" para justificar su existencia- obligó a Rusia, a regañadientes, a adoptar su postura actual.
La gente ha empezado a asumir recientemente que Rusia debe ser antiglobalista porque se ha visto obligada a ser "antiimperialista". Pero esto es una confusión de dos conceptos diferentes.
Globalismo no es sinónimo de imperialismo. De hecho, en muchos aspectos puede considerarse como antitético al imperialismo unipolar estadounidense, y creo que muchos conservadores estadounidenses de viejo cuño lo ven así. Y el globalismo no es ni ha sido nunca un concepto exclusivamente occidental.
Cuando Rusia exponga la mentira de la "esa época en el 2020 de la que yo le hablo", abandone su política de vacunación, se desvincule de una moneda digital, rechace la Agenda 2030... ENTONCES quizá se pueda argumentar que son antiglobalistas.
Pero ahora mismo está claro que abrazan el globalismo, como deja claro su declaración conjunta con China de febrero de 2022:
"Con el fin de acelerar la aplicación de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, [Rusia y China] hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que tome medidas prácticas en áreas clave de cooperación como la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, las banderillas y el control de epidemias, la financiación para el desarrollo, el cambio climático, el desarrollo sostenible, incluido el desarrollo verde, la industrialización, la economía digital y la conectividad de las infraestructuras."
Klaus Schwab y el FEM aprobarían sin duda esta agenda, ¿no es así?
Al menos, Rusia (y China) parecen respaldar plenamente las políticas globalistas.
Y -para ser justos- se puede entender por qué. Para los dirigentes de una nación que lleva tanto tiempo en el punto de mira de la OTAN como Rusia, un nuevo orden globalista que les ofrezca un asiento en la mesa parecería una alternativa preferible a vivir con el temor de una aniquilación inminente.
De hecho, probablemente se pueda argumentar mejor que se trata de una guerra del globalismo contra el imperio estadounidense que se está derrumbando, con sanciones autodestructivas paralizantes utilizadas como un fino disfraz para acelerar la desaparición del petrodólar y llevarnos a todos en Occidente al sagrado estado de "no poseer nada y ser felices".
Pero en realidad seguimos teniendo una imagen muy incompleta de lo que significa esta guerra, de por qué se lanzó o de cómo está progresando.
Un torrente de especulaciones confiadas se vierte desde los medios de comunicación convencionales y alternativos por igual. Cientos de expertos nos aseguran que saben dónde están las tropas sobre el terreno, cuál es el gran plan de Rusia y bla, bla, bla.
La verdad es que sabemos muy poco. Hay pocos periodistas sobre el terreno y casi toda la información sobre el progreso y las intenciones de la guerra proviene de declaraciones oficiales o de filtraciones no oficiales.
Gran parte de esa información es intencionada o accidentalmente inexacta y contradictoria.
Tenemos a británicos anónimos que afirman estar en Kiev y nos dicen que no hay ninguna guerra.
Tenemos a los pocos periodistas que trabajan allí siendo escoltados por uno u otro bando al lugar de varios supuestos ataques con misiles u otros actos de violencia.
Tenemos nazis verificables haciendo atrocidades no verificables.
Tenemos historias de "laboratorios biológicos" que encajan demasiado bien en la narrativa de el bichito para que cualquiera que esté al tanto se sienta totalmente cómodo.
Lo que vemos es inevitablemente una serie de cuadros desprovistos de contexto e imposibles de evaluar.
Todo lo que cualquier persona responsable puede hacer en este momento es esperar y observar con atención y evitar la tentación de crear héroes y villanos binarios a partir de la turbia y oscura realidad
off-guardian.org
Alex Cristoforou lo dice abiertamente en su último vídeo. Catherine Austin Fitts y Karel van Wolferen lo sugieren en una conversación reciente. Al igual que el Daily Expose.
Me encantaría que fuera cierto. Pero actualmente no lo parece, y promover esa idea sin pruebas sólidas puede llevarnos a un peligroso engaño.
Antes de que se nos acuse de rusofobia (por parte de personas con poca memoria o largas agendas), permítanme recordarles a todos que hemos sido etiquetados como "trolls rusos" desde nuestro lanzamiento porque hemos defendido constantemente las acciones de Rusia tanto en Ucrania en 2014-16 como posteriormente en Siria y otros lugares.
Soy más que consciente de que Rusia ha luchado durante mucho tiempo con la amenaza existencial ofrecida por la OTAN y el imperio estadounidense.
Sí, se han opuesto al imperialismo estadounidense... pero por razones de supervivencia nacional, no de ideología. Se han levantado contra el militarismo y la hegemonía de Estados Unidos, no contra el "globalismo".
De hecho, a principios de la década de 2000, pilinguin se esforzó repetidamente para que Rusia fuera aceptada en el colectivo occidental, presionando para entrar en la OTAN y para una "estrecha integración" con la UE.
Sólo la intransigencia de Occidente -y la necesidad de la OTAN de un "enemigo" para justificar su existencia- obligó a Rusia, a regañadientes, a adoptar su postura actual.
La gente ha empezado a asumir recientemente que Rusia debe ser antiglobalista porque se ha visto obligada a ser "antiimperialista". Pero esto es una confusión de dos conceptos diferentes.
Globalismo no es sinónimo de imperialismo. De hecho, en muchos aspectos puede considerarse como antitético al imperialismo unipolar estadounidense, y creo que muchos conservadores estadounidenses de viejo cuño lo ven así. Y el globalismo no es ni ha sido nunca un concepto exclusivamente occidental.
Cuando Rusia exponga la mentira de la "esa época en el 2020 de la que yo le hablo", abandone su política de vacunación, se desvincule de una moneda digital, rechace la Agenda 2030... ENTONCES quizá se pueda argumentar que son antiglobalistas.
Pero ahora mismo está claro que abrazan el globalismo, como deja claro su declaración conjunta con China de febrero de 2022:
"Con el fin de acelerar la aplicación de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, [Rusia y China] hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que tome medidas prácticas en áreas clave de cooperación como la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, las banderillas y el control de epidemias, la financiación para el desarrollo, el cambio climático, el desarrollo sostenible, incluido el desarrollo verde, la industrialización, la economía digital y la conectividad de las infraestructuras."
Klaus Schwab y el FEM aprobarían sin duda esta agenda, ¿no es así?
Al menos, Rusia (y China) parecen respaldar plenamente las políticas globalistas.
Y -para ser justos- se puede entender por qué. Para los dirigentes de una nación que lleva tanto tiempo en el punto de mira de la OTAN como Rusia, un nuevo orden globalista que les ofrezca un asiento en la mesa parecería una alternativa preferible a vivir con el temor de una aniquilación inminente.
De hecho, probablemente se pueda argumentar mejor que se trata de una guerra del globalismo contra el imperio estadounidense que se está derrumbando, con sanciones autodestructivas paralizantes utilizadas como un fino disfraz para acelerar la desaparición del petrodólar y llevarnos a todos en Occidente al sagrado estado de "no poseer nada y ser felices".
Pero en realidad seguimos teniendo una imagen muy incompleta de lo que significa esta guerra, de por qué se lanzó o de cómo está progresando.
Un torrente de especulaciones confiadas se vierte desde los medios de comunicación convencionales y alternativos por igual. Cientos de expertos nos aseguran que saben dónde están las tropas sobre el terreno, cuál es el gran plan de Rusia y bla, bla, bla.
La verdad es que sabemos muy poco. Hay pocos periodistas sobre el terreno y casi toda la información sobre el progreso y las intenciones de la guerra proviene de declaraciones oficiales o de filtraciones no oficiales.
Gran parte de esa información es intencionada o accidentalmente inexacta y contradictoria.
Tenemos a británicos anónimos que afirman estar en Kiev y nos dicen que no hay ninguna guerra.
Tenemos a los pocos periodistas que trabajan allí siendo escoltados por uno u otro bando al lugar de varios supuestos ataques con misiles u otros actos de violencia.
Tenemos nazis verificables haciendo atrocidades no verificables.
Tenemos historias de "laboratorios biológicos" que encajan demasiado bien en la narrativa de el bichito para que cualquiera que esté al tanto se sienta totalmente cómodo.
Lo que vemos es inevitablemente una serie de cuadros desprovistos de contexto e imposibles de evaluar.
Todo lo que cualquier persona responsable puede hacer en este momento es esperar y observar con atención y evitar la tentación de crear héroes y villanos binarios a partir de la turbia y oscura realidad
Is Russia REALLY “fighting globalism” in Ukraine?
Catte Black Is the Ukraine invasion pilinguin moving against globalism? It’s becoming a very popular idea in alt media right now. Alex Cristoforou says it overtly in his latest video. Catherine A…
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