Desde que montó su pequeña comercializadora ORUS ENERGÍA, SL en 2009, e inhabilitada en 2012 por falta de pago de los peajes eléctricos a Iberdrola, su facturación fue creciendo como la espuma.
En ese intervalo había pedido dinero a algunos inversores dedicados a la construcción, alguno de ellos se creía socio de Elías...pero fue un mero prestamista y se los quitó muy rápido de encima.
Eran tiempos de cambio en el sector eléctrico y Elías montó un equipo de comerciales engañaviejas que hacían firmar a ancianos un cambio de compañía eléctrica (tras la liberalización del sector) sin saber a qué prestaban consentimiento.
Con las altas facturaciones la banca de inversión extranjera pudo prestar a Audax el capital para absorber FERSA, auténtico productor de energías renovables, a precio de saldo. Los inversores de FERSA estaban hastiados y la acción en máximos pasó de 10 € a mínimos de céntimos. Tras rechazar el Consejo una OPA a 40 céntimos por acción, unos años después Elías lanzó otra a 50 céntimos y compró FERSA a precio de saldo con el apoyo de la Banca extranjera, que le pignoró gran parte de los activos y posteriormente la sacó a Bolsa (OPA inversa con FERSA, que ya cotizaba en el Mercado Continuo, para así ahorrarse los gastos que conlleva) y su grupo Excelsior Times se quedó con el 91% de Audax Renovables. Con la salida a bolsa incremento el valor de sus activos de forma exponencial.
Luego vino la refinanciación mediante bonos y bonos convertibles, mediante grupos financieros como JPMorgan.
Lo que le gusta a Elías es que le presten dinero a bajo interés para hacer sus jugadas y a veces salen muy bien (ASPY) y otras o mal (La Sirena) o fatal (EZENTIS).
Su mano derecha y mente pensante en Audax, Eduard Romeu, fue pieza fundamental en la consolidación del grupo. Ya está fuera. Elías quiere rodearse de gente sumisa y efectiva, que cobren poco y que el único que se haga rico sea él. Es su naturaleza. Lo quiere todo para él. A fin de cuentas no es más que un pobre chaval del barrio de Santo Cristo (la Badalona obrera) que necesita vestir de jerseys en los que se vea el logotipo de la marca en letras gigantes.
También le gusta diseñar casas para revender y, por lo visto, lo hace bastante bien. Escudriña los precios de los industriales y distribuidores, que le dan consejo e información gratis, para luego acudir a los fabricantes y montar sus propios equipos de instalación y montaje. Elías no deja ganar dinero a nadie y, en especial, a sus amigos de cuando era pobre. En lo de las casas, luces y sombras. Como va de listo, el Ayuntamiento de Tiana le ha impuesto la máxima sanción administrativa por infracción urbanística, que asciende a 1'5 millones de euros. Resulta que pidió una licencia para consolidar la cimentación y lo que hizo fue levantar una mansión encima, en una zona especialmente protegida.
Suele decir que la gente le acaba traicionando y que busca empleados leales. Lo que nunca dice es que paga poco y no deja a nadie de su entorno ganar dinero. Cómo mucho un sueldo bajo o medio, nunca generoso. Él nunca ofrece participación en las empresas a sus allegados, que acaban viendo que han dado lo mejor de sí sin ningún reconocimiento económico.
Cómo colofón hay que decir que si en el siglo XIX muchos catalanes pobres se enriquecieron con la sacarocracia en Cuba, la importación y comercio de esclavos y la exportación de azúcar y café. Hoy, en el siglo XXI, otro catalán pobre se ha hecho rico con prácticas abiertamente irregulares, incluso ilegales, aumentando exponencialmente la facturación de un negocio engañando a personas mayores que no sabían qué estaban haciendo...pero esas cifras brutales de entrada en caja le permitieron el acceso al crédito, que es fundamental para ganar dinero de verdad sin pagar impuestos.