Respecto al primer párrafo se me olvidó acabarlo, lol.
Completo con un: viviendo en casa papi o alquilados, tirando por el suelo tantos años de paganini.
Ejemplo 1: El español medio, Charo y Paquismo en liza, no tiene el intelecto que muestra usted, caballero. España, en lo que el mercado inmobiliario se basa en ¿pero Pepe, como vamos a vender el piso por 250.000 si nos costó 300.000? y demás cosas hechas desde el hinjenio hepañó, donde da igual la tendencia, la inflación global y lo que cuesten las cosas; si yo compré en su momento por 300.000, por mis narices que lo vendo por lo mismo mínimo, que si no será un fracaso.
Ejemplo 2: Sí, totalmente de acuerdo, habrán casos así. Pero realmente, habrá (tirando hacia arriba) 30.000 muertos cuando acabe esto. La gran mayoría son abuelos, pero... ¿cuántos de estos tenían piso? ¿Cuántos de estos no vendieron el piso para entrar y pagar la residencia?. De esos 30.000 incluso, habrán muchos que se trasladen a la nueva vivienda, o que sean varios hermanos y uno viva... quién sabe. Pero nos olvidamos el factor más grande; no estamos hablando de que se van a liberar 30.000 pisos en Madrid y Barcelona centro, estamos hablando de que, sea lo que sea, los pisos que van a salir a la venta van a ser una fruta hez. Si son pisos céntricos en una ciudad grande, la gran mayoría de familias se trasladarán ahí y venderán el viejo. Y en el mejor de los casos, vas a tener un piso en las afueras de León, que es donde era Herminio García, padre de Pedro García, un currante que vive en el extrarradio de Madrid y va a poner el piso de su difunto padre en venta, pero tampoco con excesiva prisa para venderlo.
Ejemplo 3: Existirá el regateo, claro. Pero la otra parte tampoco creo que tenga demasiadas ganas, por ese hinjenio descrito en el punto 1.
Tienes toda la razón amigo. Obviamente que será bajista (hasta cierto punto), y las cosas se calmarán un poco (el alquiler es otro tema), pero el español medio tiene una incultura económica tremenda. Y por cierto, no acabo de ver a alguien vender su casa (con todo el componente emocional que ello conlleva) para irse a vivir a una peor, más pequeña, en un barrio peor... por mucho temporal que venga. El español es sufridor, es muy de "tiempos mejores vendrán" y demás hezs.
Los casos que veo será gente que se va, alguna herencia que se quiera vender, o otra caso que aún no hemos tocado, el éxodo rural:
Gente que ni de casualidad quiera dejar el teletrabajo y se haya hartado de vivir en el barrio la Malasañita o Eixample de turno con todos los bares pijitos y la etnia multicultural, y se haya dado cuenta que pagar 10 pavos para tomarte un gintonic en un bar-fusión iraní-coreano para intentar ligar con la Chorti empoderada de turno no le sale a cuenta, y menos cuando paga 500 pavos para vivir en un piso compartido con una Sudamericano y un israelí comunista que te da el ****** con pdf's que lee en su iPad sobre lo positivo que es ser vegano mientras te intentas comer un puñetero trozo de lomo que sabe a fruta hez, para acabar encerrándote en tu habitación que da a un patio de luces donde oyes rezar a la gente de jovenlandia cada 4 horas y hueles la comida de hez que hace la latinoamericana cada fruta noche mientras oyes a tus vecinos chinos gritarse cada fruta noche, o a la Sudamericano colombiana de al lado amarse a algún neandertal mientras tú te preguntas si merece la pena levantarse por la mañana para pillar un puñetero metro con 1000 personas ahí metidas.
Gente que se haya ido a casa papi y alejado de esas urbes endemoniadas y haya visto como en un pueblo cerca de Gijón tienes un puñetero cachopo como mi berenjena de grande por 5 euros, te puedes ir a potear por ahí por menos de 10 euros e igual acabas amando con una rica asturiana que no quiere buscar a un violinista escocés o a un lanzador de disco italiano, si no que simplemente quiere una buena berenjena.
Cuando poco a poco los fulastres de hoy en día se den cuenta lo canceroso que es vivir en las grandes ciudades, y sólo entonces, los precios de las viviendas de las ciudades van a bajar una burrada.