Coincido contigo en todo lo que has dicho. La anterior generación, digamos la de nuestros padres, tios... la llamada langosta (nacidos entre 1945-1965) nos ha arrebatado el derecho a tener un vida medianamente digna. Ellos tuvieron la enorme suerte de beneficiarse de las oportunidades económicas y sociales que trajo consigo el maldito Régimen del 78. Trabajo estable y para toda la vida y muy bien pagado en la mayoría de los casos (hasta un currito de fábrica como mi suegro se levantaba sus 300.000 pesetas al mes, que en aquella época era muchísima pasta).
Y claro todo esto en un momento (década de los 80 sobre todo) donde las viviendas estaban muy asequibles. Pongo ejemplos: mis padres compraron un piso de segunda mano por 2 millones de pesetas (12.000 euros) y los padres de varios amigos compraron viviendas en zonas algo mejores que la de mis padres por 8 millones de pesetas (48.000 euros). Se hipotecaban a 4-5 años, eso los que no pagaban a tocateja. Después el que era un poco más espabilado empezó a comprar para invertir y así en muchos casos hoy día un langosta Paco cualquiera que trabajó en la fábrica enchufado por su amigo Manolo toda su vida a día de hoy tiene 4-5 casas que en el mejor de los casos los alquila a precios desorbitados (sabiendo que los jóvenes de hoy en día no tienen acceso al mercado de compra).
En definitiva, la generación langosta, que siendo la mayoría unos zoquetes para los estudios y no digamos ya para los idiomas, a lo largo de su vida laboral han gozado de una estabilidad y unos sueldos que los jóvenes de hoy en día ni sueñan. No contentos con eso, en su infinita avaricia, y sin ningún tipo de empatía por la nueva generación que estamos padeciendo unas condiciones laborales de auténtica explotación, especulan con los precios tanto de alquiler como de compra, intentando seguir aumentando su patrimonio a costa de que los jóvenes tengan que acabar compartiendo piso como 20añeros o que les sea imposible acceder a una vivienda a un precio justo porque los langosta si no lo venden a precio de estafa prefieren tenerlo cerrado.
Muy bien hijos de la gran fruta de langostos. Nosotros somos jóvenes, vosotros viejos. El cobi19 va a ayudar a que muchos de vosotros paséis a mejor vida. Y ya cuando el piso caiga en manos de los hijos, la cosa será distinta. Para evitar malos rollos lo que quieren es quitarse el piso del abuelo cuanto antes, repartir el beneficio y que cada uno siga su vida.
Así que temblad langostos temblad, vuestros días de vinos y rosas y de estar mirando por encima del hombro a nuestra generación, a los que tenéis la desvergüenza de llamarnos vagos y mantenidos, están llegando a su fin. Cada día estáis más viejos y el cobi19 sigue haciendo de las suyas y os está buscando...no salgáis mucho a la calle por se acaso...