Y tiene razón.
Una cosa es lo que querías, y otra dónde estamos, o hasta donde nos han traído "aplaudiendo a las 20:00" todos sin excepción.
Vamos a ver, que ahora ya en pleno cambio de orden mundial y geoeconómico, no viene a cuento ya para nada ponerse "ultra-alternativo" en la España del R78, salvo, y aviso, para que ciertos estamentos económicos justifiquen con "la inestabilidad" de un guerracivilismo desplazamientos económicos interterritoriales.
¿Cuántos dijiimos que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo era el preámbulo de un Nuevo Orden mulitpolar y qué caso hicieron?
¿Cuántos dirigentes políticos y mediáticos denunciaron la censura anti-globalista impuesta en 2020 desde el CNI de la que estaban todos al corriente?
¿Cuántos han denunciado la farsa total de las sanciones UE a Rusia cuando sabían perfectamente que era imposible? ¿o no han chupado el ojo ciego a la "renacida" OTAN de Biden de la cumbre de Pedrito y Doña Leti?
Ya te lo digo yo; NINGUNO.
Ahora dirán que no lo sabían, y te aseguro, que mienten.
Como si todo eso lo hubiese inventado Lorenzo Ramírez. En este mismo foto -del que Lorenzo ha tomado ideas y hasta vocabulario- se viene diciendo todo eso y más, y además mejor.
Meloni y Milei podrán ser un fiasco, y tristemente no harán la mitad de lo que proponen, pero es un alivio saber que la gente al menos se atreve a cuestionar las cosas, a apoyar unas ideas que, aunque no vayan a hacerse realidad, al menos son positivias, o al menos rompen con el pensamiento único de la izquierda.
Los sedicentes alterantivos, como Ramírez, que no pasa un día sin que ensalce las bondades de China, de la que no tiene ni la menor idea, porque es una persona que a duras penas siquiera habla el inglés, aunque se las da de experto en geopolítica, al final lo único que desean es que su discurso sea el único, que sea el camino, y ese camino pasa por seguir haciendo el juego a China, como se viene haciendo desde hace 20 años, y más la derecha que la izquierda: primero llevando todas las empresas allí contra y ahora poniendo a China como ejemplo de liberalismo, cuando si jugáramos la misma liga.
Y como Milei es crítico con China, con o sin razón, Lorenzo Ramírez, que está cayendo a niveles de Rafapal y no gasta en loas a gente como Estulin, lo tiene cruzado. Y esa es la esencia del discurso de Ramírez, además de la oscuridad y la desesperanza irremediable. Un escepticismo malévolo, que desmoraliza a la gente.
Si Milei es otro fraude, ya lo machacaremos. Ahora veremos qué hace. En cualquier caso, yo aplaudo la decisión de la gente por atreverse a un cambio.