Entrevista con James Petras

casipepito

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Rebelion. “Llevaron el país a la quiebra”
Entrevista con James Petras
“Llevaron el país a la quiebra”

Guillo Pistonesi
Pateando el Tablero


Guillo Pistonesi: ¿Cómo estas James?

James Petras: Estamos bien aquí, con una afirmación de nuestro análisis sobre el sistema capitalista, en particular de los Estados Unidos, con los últimos acontecimientos. Han confirmado lo que hemos pronosticado hace tiempo.

G.P.: ¿Alguna vez viviste una crisis de esta envergadura?

J.P.: Bueno es lo más profundo en toda mi memoria. Como yo nací al fin de la Gran Depresión no tengo bien claro lo que pasaba en los 30. Ya tengo 72 años y esto es lo más grave que viví frente al colapso total del sistema financiero y la incapacidad de gobierno de reavivarlo.

G.P.: Hace alrededor de 6 años el Secretario del Tesoro Paul O´Neill, decía en referencia a la crisis que tenía como eje a la Argentina, que no iban a malgastar el dinero de los plomeros y carpinteros norteamericanos en gente que se ufanaba de no tener industrias ni progresar. No iban a salvar a los bancos que se hundían entonces. Ahora hay un paquete de alrededor de 700 mil millones de dólares, para salvar a los bancos. ¿Cuál es tu lectura de esto?

J.P.: Primero hay que analizar estructuralmente el problema. Hace años que hemos visto dos aspectos de la clase dominante que son muy importantes en lo que esta pasando. La ascendencia del capital financiero vinculado con la especulación y las grandes estafas por un lado, y por el otro tenemos la ascendencia del sector militarista del imperialismo. Es muy importante porque hay imperios como Europa y China capitalista que están extendiendo sus alcances a partir de inversiones, comercio y otros instrumentos mientras los Estados Unidos han enfocado toda su expansión a través de instrumentos militares, guerras, invasiones, ocupaciones. Entonces estos dos sectores, financistas especuladores y militaristas dominan y dictan el uso del presupuesto norteamericano y las actividades económicas que dominan en su conjunto. A partir de eso tienen influencia desmesurada sobre las políticas, regulaciones e incentivos de gobierno.

El problema es que a partir de su control total del gobierno han hecho medidas que facilitan la elaboración de toda una serie de estafas, haciendo circular papeles sin respaldo, inventando paquetes financieros a vender en todo el mundo a partir de hipotecas y otros instrumentos que realmente están vacíos. Por eso digo que son enormes estafas, enormes ganancias, enormes salarios multimillonarios que son el producto de esta ascendencia y en el otro lado una serie de guerras con enormes costos y beneficios tanto para la industria militar como los beneficios al expansionismo sionista. Y estos factores, militarismo, finanzas especulativas, influencias bélicas pro sionistas, esta configuración, ha generado la desregulación, los incentivos a la especulación que han llevado al país a la quiebra. Y digo a la quiebra y no crisis porque el conjunto de las instituciones financieras, no simplemente una u otra, sino el sistema como lo han dicho los principales actores, incluso el ministro de hacienda, dice que el problema es sistémico.

G.P.: Qué fuerte lo que decís, que es una quiebra. Ahora cuando las acciones por ejemplo de la banca de inversión estaban por las nubes con ganancias extraordinarias, estas no se repartían entre el pueblo norteamericano y ahora quieren hacerle pagar al todos los trabajadores y el pueblo norteamericano una cifra sideral para salvarlos.

J.P.: Sí. Y el hecho más importante es que el 90% del público norteamericano está en contra de este proyecto de financiar a los estafadores. Un congresista mencionó que las cartas contra el acuerdo con el ministro están 100 en contra y una a favor. Es decir 99% del público que escribe o llama a los congresistas denuncian cualquier esfuerzo por facilitar y regalar dinero de los pagadores de impuestos a las multinacionales.

No es simplemente 700 mil millones. El plan de salvar, por ejemplo al Seguro A&G es de 85 mil millones, y a las grandes hipotecas también en banca rota, significa mas de 5 trillones de dólares. Imposibles, no digo que toda las hipotecas son tóxicas pero un porcentaje de los 5 trillones también están en cuestión. Es decir, tenemos aquí una doble duplicación de lo que es la deuda pública de los Estados Unidos. En una semana duplicamos la deuda de 200 años de historia

G.P.: Vos decías que el 90% del pueblo norteamericano está en contra de este salvataje. Sin embargo vemos que el partido demócrata que tiene mayoría en las cámaras en el Congreso Norteamericano se aprestaría a votar este plan de salvataje. ¿Cómo se explica?

J.P.: Porque no tenemos democracia. Los congresistas demócratas responden a los que financian sus campañas, los principales voceros del acuerdo reciben grandes sumas de Wall Street para sus campañas electorales y responden más a los que financian sus campañas que a los que los votan a sus candidaturas. Hay una gran divergencia entre el pueblo que vota a los demócratas y los representantes que responden a Wall Street. No hay correlación entre quienes financian a las candidaturas y el pueblo que representan. Y en eso hay que ser claro. Las decisiones sobre la economía en este momento, las propuestas están hechas por personas que representan directamente a, por ejemplo, Goldman Sachs. El Sr. Paulson era gerente y tiene inversiones de millones en Goldman Sachs. ¿Cómo puede tomar decisiones alguien que va a apoyar o entregar dinero del gobierno a su propia empresa?

G.P.: En los últimos tiempos hubo muchas ejecuciones de viviendas. ¿El plan que se discute en el Capitolio incluiría un salvataje a todos aquellos que no pueden pagar sus hipotecas?

J.P.: Nada. Esa es una de las quejas que uno escucha de la gente que está criticando este proyecto. ¿Por qué no usan este dinero para salvar a los que no pueden pagar los hipotecas con los intereses variables? ¿Por qué sólo utilizan el dinero para salvar a los corruptos especuladores y estafadores y no hay ningún fondo para quienes están perdiendo su casa? Esa es una de las puntas de lanza del descontento popular. El contraste en el uso del dinero para salvar o comprar todos los activos tóxicos que no tienen ningún valor. Por eso no hay posibilidad para que el mercado salve al mercado. Es algo reconocido que los capitalistas son incapaces en este momento de evitar el colapso del sistema. Por eso necesitan atraer al gobierno y todo el tesoro del país para tratar de recuperar el capitalismo quebrado, no tiene el capitalismo los recursos para salvarse. Punto.

G.P.: Que paradoja que aquellos que se vanagloriaban toda la vida del libre mercado ahora tienen que apelar al Estado para salvar sus negocios.

J.P.: Sí. Incluso un político de porquería como Sarkozy, declaró ayer que es pura espuma decir que el mercado en si mismo puede regular el capitalismo, que el mercado es capaz de superar sus problemas. Todos los exponentes de la teoría del libre mercado en Financial Times, Wall Street Journal gritan ahora sobre la necesidad de la intervención estatal.

G.P.: ¿Cómo está viviendo el pueblo norteamericano, los trabajadores, esta crisis? ¿Ya se empezaron a vivir los efectos de la recesión?

J.P.: Sí. El primer resultado de la recesión es que ha bajado el consumo. Ya sea en la compra de artículos electrónicos, el consumo de comida, etc. Se ha eliminado la costumbre de salir por las noches, comer afuera, el recreo, los viajes, las vacaciones. El consumo de todo lo que no es absolutamente necesario ha caído radicalmente. También vemos que mucha gente esta tratando de hacer doble jornada de trabajo. Como no hay ninguna dirección sindical capaz de hacer la más mínima movilización, la gente busca soluciones individuales con una bronca generalizada pero no organizada. La gente que ha perdido su trabajo está buscando trabajos en oscuro, cualquier tipo de trabajo. Hemos visto un tremendo aumento del trabajo informal, de cualquier tipo que te puedas imaginar. Además, yo creo que hay un disgusto y una alineación total a las elecciones y el proceso político aquí. Vamos a ver una abstención de más del 50% en las próximas elecciones.

Por otro lado, uno encuentra mucha inseguridad entre los trabajadores privados que sufren en silencio este gran problema de la recesión. Han aumentado los trabajadores registrados por desempleo y se han agotado el pago de un subsidio por desocupación. Hay mucho miedo, eso es lo que puedo decirte. Miedo de que cualquiera pueda perder su trabajo. Y perder el trabajo significa perder cualquier plan de salud. Y si pierdes el plan de salud, vas a la bancarrota. Porque en este momento con la crisis financiera nadie puede conseguir crédito si no tiene un trabajo bien pago. Aumenta tremendamente la gente que va a hospitales a ser tratada en lo que se llama “emergencias”. Esperar 4, 5, 6 hs. por cualquier problema de salud, si tienes suerte con algunos interinos que recién terminaron las escuela de medicina.

G.P.: Estamos en medio de esta crisis que se augura que se va a profundizar...

J.P.: Estamos recién en el comienzo. Ahora afecta al sistema financiero pero nadie duda que va a perjudicar a todo el sistema productivo porque no hay crédito. No hay forma de financiar cualquier inversión, si no se tiene autofinanciamento, todos van a la bancarrota.

G.P.: Hay muchos que sostienen, particularmente muchos de los que vienen del progresismo, que lo que entró en crisis es el neoliberalismo y no el capitalismo. ¿qué pensás?

J.P.: Bueno eso es muy artificial y falso por el simple hecho de que entre los involucrados en el sector financiero se incluyen las grandes industrias como General Electric. ¿Qué creen?, ¿que Goldman Sachs y Morgan viven aparte de lo que es lo que ellos llaman el “capitalismo productivo”? ¿Y cómo explican que el capitalismo productivo está ahora perjudicado precisamente porque han invertido en los bancos, han cruzado los directorios, han colaborado en la guerra que está perjudicando el presupuesto, etc. Esta es una crisis del capitalismo, porque son visibles los efectos de la crisis financiera sobre el capitalismo productivo. El capitalismo manufacturero no ha tomado posiciones críticas a este acuerdo. Incluso ahora General Motors pide lo mismo que Goldman Sachs y los demás. General Motors pide 25 mil millones de dólares para evitar la bancarrota en la industria de automóviles, Ford, Chrysler también. Entonces hemos visto cómo el sector financiero es una extensión del capitalismo “normal” y no algo perverso. Es simplemente la culminación del capitalismo y ahora que interviene el estado no se puede llamar neoliberalismo. Ahora el neoliberalismo como se entendía en el pasado no existe. Sí existía en el pasado. El estado era el arquitecto de lo que llaman el neoliberalismo. Es el estado el que generó todas las regulaciones permitiendo los instrumentos y estafas. No existía el libre mercado, ni antes, no ahora ni en el futuro. Siempre el capitalismo en todas sus formas, manufacturero o financiero siempre utilizaba los presupuestos, los impuestos y los incentivos para generar su expansión, mucho más de lo que la gente que habla del neoliberalismo quiere reconocer. Y las regulaciones que proponen ahora son ineficientes porque el problema no es simplemente buenas o malas regulaciones, sino que son los capitalistas que controlan las inversiones los que determinan quién va a regular a quién, a qué costo y para el beneficio de quien.

G.P.: Esta claro que para el pueblo y lo los trabajadores norteamericanos la crisis recién comienza y que van a haber más penurias. ¿Qué opinas que pasará con el resto de los pueblos del mundo, particularmente para América Latina?

J.P.: A causa de la crisis y la recesión, los Estados Unidos han bajado sus importaciones de Asia. Por ejemplo, en el trimestre pasado las exportaciones de Japón a Estados Unidos bajaron un 25%. Estados Unidos empieza a bajar sus importaciones porque los consumidores no compran, las industrias no importan, etc.

En la medida en que China y Asia bajan sus exportaciones a Estados Unidos, van a bajar sus importaciones de soja, de minerales, etc. de América Latina. La recesión, sino hablamos de depresión norteamericana, va a tener un efecto sobre Asia y a partir de Asia va tener un tremendo efecto sobre el modelo agro-mineral exportador en Argentina, Brasil, Chile, etc. Hay que pensarlo como una cadena que empieza con la depresión norteamericana. Hay una posibilidad de que el efecto no sea tan profundo en el grado que China pueda reorientar su economía hacia la producción para el consumo interno. Entonces, seguiría creciendo a partir de la producción para el mercado interno. Pero eso implicaría una revolución social en China porque las masas en China, que tienen muy bajos ingresos, no pueden consumir y sin tener ningún plan de salud, sin tener educación pública gratuita, no hay eso ahora en China (por eso la gente no puede consumir porque bajo el capitalismo en China ahora todo hay que pagarlo, medicina, educación, etc.) En la medida en la que no haya una transformación social en China para aumentar el poder de consumo y el poder de ingresos de las masas, China no puede reorientar su economía hacia adentro porque hay cientos de millones de chinos que viven en la pobreza. Esta posibilidad de reemplazar las altas importaciones de América Latina no creo que sea factible dada la composición de clase de los gobiernos de China, India, Japón.

G.P.: Te agradecemos mucho por este diálogo, muy interesante. Siempre conversamos con vos sobre lo que pasa en Medio Oriente, en América Latina, ahora estamos hablando con vos sobre lo que está sucediendo en el corazón del capitalismo, en los Estados Unidos. Muchísimas gracias.

J.P.: Un placer. Sigan adelante, la lucha se va a profundizar. Como decía, estamos en el comienzo de esta catástrofe y como decía el Financial Times “las convusiones del capitalismo de los Estados Unidos”... utilizan nuestro lenguaje la misma prensa financiera… (risas). Un abrazo, chau.

*Realizada en el programa radial Pateando el Tablero, Buenos Aires, Argentina el sábado 27 de septiembre de 2008
 

vil.

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A estos "comunistas" no se les escucha. Son comunistas y punto.

Hace unos años leí parte de un informe que Petras hizo a petición del gobierno español sobre nuestro sistema económico. Merece la pena leerlo al que le interese que urgue por la internete yo desgraciadamente ya no lo tengo en mi poder. Por supuesto no se le hizo caso, se le pagó y ...en fin era "comunista".

Lo que está sucediendo era obvio que sucedería, otra cosa es que no interesara verlo, pero en fin... al final todos de una u otra manera somos responsables.

Y todo porque eran "comunistas", jorobaR, jorobaR, jorobaR.
 

TYRELL

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No se equivocaba el gran aguafiestas


Eduardo Montes de Oca



Desde una bien ganada posteridad, la sombra barbada y tronante del gran aguafiestas de la burguesía, del jovenlandés –como le llamaban, cariñosamente, sus hijas- Karl Marx parece estar diciendo: lo advertí. Innumerables personas están llegando a la conclusión de que la crisis mundial del capitalismo no constituye mero anhelo, falacia especulativa tomada de los cabellos e interpolada al desgaire en “obritas” como El manifiesto del Partido Comunista.

Por el contrario, la hecatombe del sistema se vislumbra cada vez con más fuerza, sobre todo desde que la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos rechazara, el lunes 29 de septiembre, un plan de rescate del sector financiero que, pactado por los partidos Republicano y Demócrata, consiste en inyectar 700 mil millones de dólares para comprar los bancos de activos contaminados por las hipotecas basura, y poder mantenerlos “mientras la economía se recupera”. La negativa supuso una (otra) debacle en Wall Street, donde el índice Dow Jones sufrió la mayor caída en puntos de su historia, más de 700, y bajó 6,98 por ciento.

Y, aunque posteriormente el Senado aceptó la fórmula mágica, tras agregársele alivios fiscales para los contribuyentes y mayor protección para los depósitos, algo que, unido a la presión de la Oficina Oval, contribuyó a que la Cámara reconsiderara su decisión, nadie podría quitarle ya a ese proverbial recurso el sambenito que se entrega pleno en un vehemente editorial del diario La Jornada, de México: Es este un programa descarado. Así de simple.

¿Por qué descarado? Rememoremos primero que los miles de millones propuestos son una cifra adicional a la de 285 mil millones destinados por la Reserva Federal al saneamiento de las empresas hipotecarias Faanie Mae y Freddie Mac –hay quien habla de la más gigantesca nacionalización a nivel planetario-. El dinero solicitado serviría para la adquisición “discrecional y sin control”, por el Departamento del Tesoro, de “activos dañados”, “deudas malas” y carteras vencidas, especialmente en el sector inmobiliario. “Para expresarlo en términos llanos e inmediatos, la iniciativa de Bush consiste en que el Estado adquiera deudas privadas y las reparta entre el conjunto de la población en general, lo que representaría un quebranto per cápita de dos mil dólares”.

Quebranto infame, teniendo en cuenta que permitiría a los grandes capitales salir indemnes de las desastrosas consecuencias de su propia voracidad, mas no auxiliaría como es menester a los ciudadanos que han perdido sus viviendas o están a punto de perderlas, en el contexto de la crisis inmobiliaria que sacude a Estados Unidos.

(Por cierto, las firmas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac respondían por el 80 por ciento de viviendas nuevas en USA y tenían una deuda combinada de 5,3 billones de dólares en valores respaldados por hipotecas que poseen o garantizan. Su desaparición es el resultado del colapso de la colosal burbuja crediticia que mantuvo los superbeneficios de los bancos y firmas de inversión de EE.UU., y los salarios de siete u ocho dígitos de sus máximos ejecutivos.)

Pero, más allá de cuestiones éticas, resulta claro que, con el “rescate”, el gasto público soportaría una reorientación radical, para favorecer a los accionistas y ejecutivos de las grandes firmas financieras, se paralizarían los programas sociales y de creación de infraestructura, y, en consecuencia, se multiplicarían los elementos recesivos para una economía de por sí afectada por la crisis hipotecaria y los altos precios de los combustibles.

Para los editorialistas, al amparo del rescate desaparecerían cientos de miles de millones de dinero público en un pozo sin fondo de corrupción, favoritismos y complicidades, anticipado ya en la manera en que la Casa Blanca ha manejado las sumas de la guerra contra Iraq, buena parte de las cuales han ido a parar a contratos dudosos o inexistentes en beneficio de corporaciones del primer círculo presidencial, particularmente la Halliburton, de la que fue director general el vicepresidente Dick Cheney.

¿Qué hacer?

Esa es la pregunta que deben de estarse haciendo los estrategas de la Casa Blanca, en medio de una crisis cuyo rostro se aprecia mejor, con la quiebra de bancos, el desplome de las bolsas y el aumento del desempleo. Sin duda, los últimos días han rebosado de noticias económicas negativas para Occidente, principalmente Estados Unidos, donde, subraya Prensa Latina, el fenómeno más marcado ha sido la declaración de bancarrota del Washington Mutual, considerada la mayor de una entidad de depósitos en la historia de la nación. Es esta institución la última de su tipo que desaparece o cambia de manos en unas pocas horas. Anteriormente, el Lehman Brothers, cuarto mayor banco de inversión, se declaró en cesación de pagos, luego de vivir descensos financieros sostenidos, que lo llevaron a su peor semana en sus 158 años de existencia. Con él rodó por el suelo también el Merrill Lynch y el asegurador AIG en EE.UU. Todo un poema.

Un poema trágico que ha obligado a la Oficina Oval a una proeza “semántica”. Como bien dice el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, “la palabra no aparece en los medios de comunicación norteamericanos, pero de eso se trata: nacionalización. Ante las cesaciones de pagos ocurridas, anunciadas o inminentes de los principales bancos de inversiones, las dos mayores sociedades hipotecarias del país y la mayor aseguradora del mundo, el Gobierno federal de los Estados Unidos decidió asumir el control directo de una parte importante del sistema financiero”.

Como alguien apostillaba, Milton Friedman, el gran defensor del mercado libre, debe de estar revolcándose en su sepulcro, frente a lo que podría significar el inicio de una ola de intervencionismo estatal en el corazón del capitalismo. Algo que, como aclara el propio De Sousa, en modo alguno representa una medida inédita, pues el ejecutivo ha tomado baza en otros momentos de crisis profunda, pero que lleva como nuevo cuño la magnitud de la implicación actual y el hecho de que sucede luego de tres decenios de evangelización neoliberal conducida de férreo modo por USA y las instituciones financieras controladas por ese país: el FMI y el banco Mundial. ¿Qué ocurrirá en adelante con el dogma de los mercados libres y dizque eficientes, las privatizaciones, la desregulación, el Estado fuera de la economía por “inherentemente corrupto e ineficiente”, la eliminación de restricciones a la acumulación de riqueza y la correspondiente producción de miseria social?

Conforme al destacado intelectual, continuarán impertérritos el espíritu individualista, egoísta y antisocial que anima al capitalismo, y el hecho de que los costos de la crisis son pagados por quienes nada han contribuido a ellos, la inmensa mayoría de los ciudadanos, ya que es con su dinero que el Estado se involucra y son ellos quienes pierden empleos, viviendas y pensiones. Mas no todo llevará esos tintes sombríos. Algo cambiará, sí. Primero: la declinación de los Estados Unidos como potencia mundial alcanza un nuevo nivel. Este país acaba de ser víctima de las mismas armas de destrucción financiera masiva con que agredió a tantas naciones en las últimas décadas. Segundo: el FMI y el Banco Mundial dejaron de tener autoridad alguna para imponer sus recetas. Tercero: las políticas de privatizaciones de la seguridad social quedaron desacreditadas. Cuarto: regresa por su fuero, como solución, el mismo Estado moral e institucionalmente destruido por el neoliberalismo. Quinto: los cambios en la globalización hegemónica habrán de provocar cambios en la globalización de los movimientos sociales.

Optimismo… revolucionario

De acuerdo con Manuel Freytas, lo peor de la crisis está por venir. En enjundioso artículo publicado en IAR Noticias, el conocido analista asevera que el “lunes oscuro” de los mercados globales, que registró el mayor derrumbe de Wall Street desde el fatídico 11 de Septiembre, transformó la crisis hipotecaria en crediticia e instaló oficialmente la crisis financiera con recesión de las economías centrales en los países emergentes y periféricos del sistema capitalista a escala global. Nada menos que un Apocalipsis económico. El coctel crisis del crédito-caída de la producción-desempleo masivo se proyecta como efecto inmediato de la crisis financiera, con derrumbe bancario y de bolsas a escala general, con epicentro en EE.UU. y Europa.

Si seguimos el despliegue del entuerto en los cuatro puntos cardinales, veremos que la onda expansiva que sacude el sistema bancario estadounidense alcanza de lleno a Europa, donde los gobiernos intervienen para evitar una cascada de bancarrotas, como asevera la agencia de noticias Gara. Aunque ya habían cerrado cuando se conoció la postura del Congreso (29 de septiembre), las bolsas europeas también tuvieron su “lunes oscuro”. La de Francfort perdió un 4,23 por ciento; Londres, un 4,97; Ámsterdam, un 8,75; París, un 5,04; Madrid, un 3,88; y Zurich, un 4,63.

A iguales problemas, iguales medidas. “Luxemburgo, Holanda y Bélgica nacionalizaron Fortis; el alemán Hypo Real State fue salvado por un consorcio bancario y una garantía del Estado; competidoras readquirieron el banco danés Roskilde, cuyos activos ya se colocaban bajo la garantía del banco central; y se nacionalizaron el británico Bradford and Bingley y el islandés Glitnier, mientras los valores bancarios se hundían en la bolsa… El Banco Central Europeo acaba de inyectar docenas de miles de millones de euros en los mercados para salvar los bancos”.

Entendidos como Jorge Altamira (ArgenPress) aseveran que la crisis es internacional desde hace bastante tiempo. La recesión mundial es un hecho, pues se afrontan reducción sistemática de ganancias y empleos, caída generalizada de salarios, quiebras industriales y contracción del crédito en la mayoría de las naciones.

Ahora, como explica el propio Freytas, en el tablero de la especulación y la concentración capitalista en amplios niveles, el dinero no se evapora; pasa de unas manos a otras, en una mayor concentración. El gran problema que dejan las crisis financieras es el encarecimiento y la desaparición del crédito. Porque el temor que genera provoca el retiro en masa del efectivo, desaparece la liquidez, y los bancos restringen tan significativo servicio. Este es el mecanismo clave que activa la recesión. Se contrae el crecimiento económico y las empresas reducen la producción y achican el plantel de empleados, para sobrevivir.

Según atentos observadores, el derrumbe financiero imperial conduce a dos caminos: alza de precios y despidos de personal, para conservar el margen de rentabilidad vendiendo y produciendo menos. Consiguientemente, profundos recortes en programas sociales, más hambre y precariedad universales. Y, digámoslo sin cortapisa alguno, el ahondamiento de las causas objetivas de una serie de revoluciones –las de Sudamérica serían la preclara anticipación-, algo no precisamente descabellado cuando, por primera vez en la historia, Estados Unidos está desplegando una unidad del Ejército en servicio activo regular para uso a tiempo completo dentro del país, a fin de “encarar emergencias, incluidos potenciales disturbios civiles”.

Con ello, la burguesía yanqui acaba de reconocer que su país podría constituir zona de combate. Y era hora, porque, para exponerlo con palabras de Altamira, “bancos, mercados de capitales, sistemas monetarios, han servido para separar hasta proporciones o niveles desconocidos el valor de cambio de las mercancías producidas (y de toda actividad social en general) de su valor de uso social; al capital del trabajo; a la producción de la acumulación, para darle en definitiva esta dimensión colosal a la crisis”. Y porque el Estado norteamericano arrastra la incapacidad de intervenir en forma satisfactoria en la crisis, sobre todo por un déficit presupuestario de 407 mil millones de dólares, 76,2 por ciento en los primeros once meses del año, principalmente a causa de los gastos de guerra en Iraq.

No en vano hasta la fraterna Alemania ha afirmado que USA podría perder su estatuto de superpotencia financiera y aceptar una mayor regulación del mercado. No en balde el conocido economista y periodista estadounidense Paul Krugman se ha preguntado: ¿el sistema financiero norteamericano se desplomará hoy o en los próximos días?, para contestarse, de irónico modo: no lo creo; pero no estoy nada seguro. Un “enigma” que muy bien podría solventar el gran aguafiestas, el jovenlandés barbado y tronante, si hablara desde su tumba, en Londres.
 

vil.

Madmaxista
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En líneas generales, bien esbozado el futuro económico-social a corto y medio plazo. Buen artículo de este marxista que mete el dedo en la llaga.
Lleva unos cuantos años con el dedo en la llaga, salvo para vivir de ello (y no digo que sea poco) no ha servido ni a él ni a nadie para nada. Y todo porque es "comunista". En fin hay que jorobarse.
 

vil.

Madmaxista
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Pero si es que da rabia.

Imaginaros por un momento al alcalde éste de Marinaleda presentándose para presidente. Por donde creeis que le atacarían: sencillo por la imagen:

- que si está desfasado, que si es un hippie fumado, que si va de proletario, en fin... escucharle no, pero reirse se iban a reir de él un rato, lo veo hasta en los programas rosa acosado por todas las fulanas de dichos programas, así sin piedad. Y mientras el país riendo la gracia.

En fin "comunistas" ya se sabe.
 

vil.

Madmaxista
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A mi lo que me mosquea es el "papanatismo" general.

Todos reimos la gracia, porque en el fondo nos creemos lo que no somos. Ese engreimiento es lo que me come la moral. Lo realmente difícil no es defender tu posición con el "capital", lo realmente complicado es defenderla contra alguien que se cree el "capital". El "capital" defiende lo suyo, pero que defiende el "fulastre".

jorobaR somos lo que somos.