Aunque sé que no es vuestro ídolo os pongo aquí enlace de una entrevista a Cándido Méndez (es bastante extensa,sólo he pagado una respuesta que me parece interesante):
CÁNDIDO MÉNDEZ / EL MUNDO
P. J. R.- En la actualidad se está planteando introducir una nueva modalidad de contrato que disminuya el número de trabajadores temporales y estimule la contratación, abaratando el eventual despido. Cuesta entender que UGT y CCOO estén tan cerrados a discutir algo que a lo mejor no es la panacea, pero sí una alternativa para los desempleados.
C. M.- Nosotros consideramos que no es la panacea ni la solución, ni va a resolver absolutamente nada, porque, como decía antes, el problema es de raíz económica, no de raíz laboral, y éste es un aspecto que debe quedar meridianamente claro. El contrato que se formula llevaría asociada la desaparición de la tutela judicial y no sería un contrato indefinido, sino indeterminado, que es una expresión más precisa. Con ese tipo de contrato, la relación laboral estaría estrictamente en manos del empresario, sin que hubiera ninguna posibilidad de arbitraje por parte de una institución judicial.
Además, según nuestra experiencia, se podría inmediatamente después hacer una gigantesca operación de sustitución de trabajadores de edad más madura, con contrato indefinido, por este tipo de contratos, una gigantesca operación de reconversión. La experiencia y las cifras ponen de manifiesto que, en España, a partir de los 50, 51 o 52 años, se producen ajustes laborales permanentes a través de jubilaciones anticipadas o bajas incentivadas. Somos uno de los países de Europa donde la población activa a partir de los 50 años es menor. Ese camino de reconversión tendría su efecto sobre las cuentas públicas, de la Seguridad Social...
En España el despido es fácil. Su coste no es un elemento de disuasión para la contratación y hay cifras, en ese sentido, determinantes. En 2007, en una situación en la que se creó empleo neto, en la que crecíamos por encima del 3%, se despidió a casi 800.000 trabajadores. Y cualquiera que analice el impacto del despido en los costes laborales, ve que, de cada 100 euros de coste laboral, el despido supone algo más de un euro. Tiene mucho más impacto en los costes laborales de las empresas el coste por desempleo, porque en España hay una rotación gigantesca de contratos temporales. El ciclo es: contrato temporal, protección por desempleo, contrato temporal... Y eso sí que lo pagan todos los trabajadores. En su aportación a la contratación por desempleo, los trabajadores con contrato fijo están pagando los costes de la rotación.
CÁNDIDO MÉNDEZ / EL MUNDO
P. J. R.- En la actualidad se está planteando introducir una nueva modalidad de contrato que disminuya el número de trabajadores temporales y estimule la contratación, abaratando el eventual despido. Cuesta entender que UGT y CCOO estén tan cerrados a discutir algo que a lo mejor no es la panacea, pero sí una alternativa para los desempleados.
C. M.- Nosotros consideramos que no es la panacea ni la solución, ni va a resolver absolutamente nada, porque, como decía antes, el problema es de raíz económica, no de raíz laboral, y éste es un aspecto que debe quedar meridianamente claro. El contrato que se formula llevaría asociada la desaparición de la tutela judicial y no sería un contrato indefinido, sino indeterminado, que es una expresión más precisa. Con ese tipo de contrato, la relación laboral estaría estrictamente en manos del empresario, sin que hubiera ninguna posibilidad de arbitraje por parte de una institución judicial.
Además, según nuestra experiencia, se podría inmediatamente después hacer una gigantesca operación de sustitución de trabajadores de edad más madura, con contrato indefinido, por este tipo de contratos, una gigantesca operación de reconversión. La experiencia y las cifras ponen de manifiesto que, en España, a partir de los 50, 51 o 52 años, se producen ajustes laborales permanentes a través de jubilaciones anticipadas o bajas incentivadas. Somos uno de los países de Europa donde la población activa a partir de los 50 años es menor. Ese camino de reconversión tendría su efecto sobre las cuentas públicas, de la Seguridad Social...
En España el despido es fácil. Su coste no es un elemento de disuasión para la contratación y hay cifras, en ese sentido, determinantes. En 2007, en una situación en la que se creó empleo neto, en la que crecíamos por encima del 3%, se despidió a casi 800.000 trabajadores. Y cualquiera que analice el impacto del despido en los costes laborales, ve que, de cada 100 euros de coste laboral, el despido supone algo más de un euro. Tiene mucho más impacto en los costes laborales de las empresas el coste por desempleo, porque en España hay una rotación gigantesca de contratos temporales. El ciclo es: contrato temporal, protección por desempleo, contrato temporal... Y eso sí que lo pagan todos los trabajadores. En su aportación a la contratación por desempleo, los trabajadores con contrato fijo están pagando los costes de la rotación.
