En productos culturales, la abundancia lleva al hastío. Se prima la cantidad antes que la calidad.
Hablemos por ejemplo del cine. Indudablemente desde que tenemos internec la tendencia ha sido cada vez mayor a abaratar y facilitar el acceso a las películas. Ahora podemos ver sin trabajo alguno cualquier film que antes requería un esfuerzo (ir al cine, alquilarla, comprarla, estar pendiente de la programación si la emitían). Si el coste en conseguirlo desciende, también lo hace su precio.
De hecho, parece que hoy en día sólo triunfan en las salas productos asociados a un merchandising muy potente (las películas de Pixar, Marvel, Star Wars, o el reciente fenómeno Barbie).
En las series ya se va notando esa decadencia, aunque menos. Primero porque realizarlas cuesta menos y también porque es el formato de moda asociado al modelo de consumo que actualmente se estila.
Distinto sería el caso de los videojuegos, la música o la literatura, cuyo coste de realización es menor por definición y siempre tendremos una escena underground donde refugiarnos del aburrimiento de lo que está de moda, algo más difícil (aunque no imposible) en el cine.
De todas maneras en los próximos lustros Vamos a Flipar con el fenómeno de la IA. A este ritmo, no dudo de que nos montaremos nuestras propias películas, no sólo en el foro, nuestros propios vidriojuegos y nuestros propios vídeos musicales.