Los votantes de izquierda tradicionalmente no varían su voto, simplemente se abstienen cuando creen que deben castigar a su partido. La derecha en cambio vota lo mismo lo haga mejor o peor su partido para que no salga la izquierda. Por eso tradicionalmente la baja participación suele beneficiar a la derecha y la alta a la izquierda.
Lo que ha cambiado ahora es que la izquierda ha logrado movilizar a sus votantes sin necesidad de ilusionarlos como siempre había sido, ahora es capaz de movilizarla sin programa, o con uno suicida, peor todavía, apelando sólo a parar a la "ultraderecha".
Esto nunca había pasado desde el R78, y es un signo muy claro de la radicalización de la izquierda. Además han sido capaces de arrastrar a muchos abstencionistas a votar por ellos gracias a toda la propaganda del miedo que llevan años vertiendo sobre la población en todos los medios de comunicación contra la derecha.
Tendría que pasar algo muy rellenito para que la derecha vuelva a gobernar en un corto plazo de tiempo.