El pensamiento humano, que es un ser racional, no siempre es coherente. El universo es siempre coherente. Si estas dos afirmaciones son ciertas, según el sentido que se de a la coherencia como causa o como efecto, podríamos llegar a afirmar que el universo es más racional que el ser humano.
El ser humano es inteligente y por tanto produce pensamientos y obra racionales pero no siempre. El Universo produce efectos coherentes siempre, lo sabemos de antemano y por eso buscamos sus causas pues no tendría sentido el esfuerzo científico si supiéramos de antemano que no existen causas que dotan de coherencia a los efectos que nos estimulan a buscarlas. La coherencia está en la causa y en sus efectos, luego existe una continuidad en la coherencia de los fenómenos que va desde su causa coherente a sus efectos coherentes. Y no se equivoca. Si el hombre se equivoca y produce errores pero el universo no se equivoca, podríamos decir que el universo es más inteligente que el hombre. Podríamos decir también que una calculadora es más inteligente que el hombre porque nunca se equivoca y resuelve cálculos muy complicados a velocidades vedadas al hombre. ¿Es cierto que el universo y las calculadoras son más inteligentes que el hombre?
Yo no le veo problema a afirmar que el universo es racional siempre que se entienda la diferencia entre la razón como motor o principio, o como efecto. El hombre es racional pero se comporta muchas veces de manera irracional. El universo racional se comporta racionalmente siempre. ¿Dónde está la diferencia? En la libertad.
La vida es racional pero no podemos decir que la vida es inteligente. Podemos seguir su rastro desde su causa a sus efectos, aunque no nos pongamos de acuerdo en cuál fuera su causa inicial. Cuando con nuestra razón somos capaces de apreciar el ajuste fino que se da en todo el universo, no tenemos por menos que preguntarnos sobre la relación que existe entre nuestra racionalidad y la que observamos en el universo y en la propia vida. "Muerto Dios", que es como un modo de dar de baja de la suscripción de la vida nuestro propio espíritu, cosa que no conseguiremos nunca porque es indestructible, nos lleva a perder la mejor perspectiva que podemos alcanzar de la Realidad. Nos sometemos a contemplar los efectos desconectados de sus cusas a las cuales llegaremos en contextos plagados de prejuicios y por tanto no será "la causa" sino una proyección de nuestro espíritu rebelde, que dará nombres y explicaciones todas las cuales tienen prohibido llegar hasta Dios.
Decía Chesterton que quien no cree en Dios acaba creyendo en cualquier cosa. Esta frase me la tomaba como una fatalidad pero empiezo a sospechar que el hombre que no quiere creer en Dios "necesita" creer en cualquier cosa que de sentido a su rebeldía...