El testimonio juzga

Mateo77

Laico católico
Desde
16 Ago 2016
Mensajes
3.319
Reputación
7.916
1Samuel 2,6-10

El Señor da la muerte y da la vida, hace bajar al abismo y hace subir de él.
El Señor empobrece y enriquece, el Señor humilla y enaltece.
Él levanta del polvo al perversos, él saca al mendigo del estiércol para hacer que se siente con los nobles y asignarle un trono glorioso; porque suyos son los pilares de la tierra, y sobre ellos ha puesto él el orbe.
Él guarda los pasos de sus fieles, mientras que los malvados perecerán en las tinieblas, pues no es por la fuerza como vence el hombre.
El Señor aniquila a sus contrarios, el altísimo truena desde el cielo; el Señor juzga los confines de la tierra, dará fuerza a su rey y levantará la frente de su ungido.

El poder es dado por Dios, no por la criatura, y es Dios el que restaura el orden a su debido tiempo. Dios no reparte los dones de manera arbitraria, al contrario, “guarda los pasos de sus fieles”. Sus fieles se mantienen cerca, en la luz. En cuanto notan que se han desviado y perciben las tinieblas, se vuelven de nuevo a Dios buscando su juicio, que es misericordioso. Dios perdona, Dios restaura, Dios da vida. En cambio, los que se alejan de Dios se refugian en las tinieblas esperando encontrar ahí protección, pero lejos de la bendición de Dios, descubren que sus propias fuerzas no les permiten prevalecer, “pues no es por la fuerza como vence el hombre”. Reciben el juicio de las tinieblas, el juicio de la no presencia de Dios, el juicio del lugar de la destrucción.


Juan 12,44-50

Jesús gritó y dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día; porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí.»

El Hijo de Dios se encarna para salvar, no para juzgar. Sin embargo su Palabra da testimonio contra quien la rechaza. Lo mismo ocurre con las palabras de los profetas. Rechazar algo que proviene de Dios supone rechazar el bien que Dios envía por ese medio. La Palabra de Cristo es el mayor bien, es la Palabra de salvación, de Vida eterna y del Reino de los Cielos. Rechazarla supone privarse de esto. De modo análogo, los caminos de conversión que siguen los santos testimonian contra quienes estando en circunstancias similares, no los recorren. En cada camino hay bifurcaciones, decisiones entre dos opciones incompatibles y que se han de solventar por fe. Estas decisiones van retratando a las personas hasta llevarlas a su destino final. Las decisiones que toman los santos dan testimonio contra quien en la misma situación toma la decisión opuesta, porque muestran que es posible escoger la opción correcta. No es Dios el culpable de la mala decisión, ni el que escoge la opción correcta tampoco es culpable. Al contrario, el creyente ora intercediendo, y Dios está dispuesto a escuchar la oración. Nadie quiere el mal del pecador, ni Dios ni el fiel a Dios, pero el pecador atrae sobre si el mal al rechazar lo que le traería el bien.

El mal busca legitimar su camino mediante el número. El principe del infierno querría que toda la Creación se rebelase contra Dios para obtener asi una especie de legitimidad. Su rebelión habría sido justa contra la tiranía de Dios. Cualquiera que tiene algún poder y pretenda ejercerlo en rebelión frente a Dios buscará que los que le deben obediencia se rebelen de modo análogo, tentándolos para continuar teniendo poder sobre ellos si caen en la tentación. Esto está ocurriendo ahora mismo. Sin embargo, el que se mantiene fiel en la prueba da testimonio de que el Señor es Dios, y es a Él a quien le corresponde dar y quitar todo poder. El subordinado que se mantiene fiel da testimonio contra el superior que es infiel. Esta es la victoria de San Miguel: solo Dios es Dios, y Dios juzgará al rebelde precisamente por medio del testimonio del que no ha caído en el mismo error.


En Marcos 5,1-21 tenemos una muestra del proceder del mal mediante el número. Se nos presenta a este malo con poder sobre una persona a la que nadie podía controlar. El malo ve a Cristo y comprende que su expulsión era inminente, y su táctica es conseguir que la gente reniegue de Él. Le desafía pidiéndole causar una pérdida económica a la población, atacando el negocio ilícito que tenían (la cría de cerdos). Aquí vemos la necesidad de limitarnos a administrar aquello que Dios nos da, es decir, aquello que es lícito, para preservar la libertad y todo el resto de bendiciones de Dios. Lo que se hace al amparo del mal queda bajo el poder del mal, y da frutos para el mal. Solo aprovecha lo que se hace con Dios. En esa región en cambio los habitantes pretendían lucrarse por medio de la abundancia de la criatura aunque supieran que criaban animales que la ley de Moisés señalaba como impuros.

Una vez los demonios destruyen la piara, los porqueros corren a alertar al resto de la población. Los que trabajaban directamente en el foco del desorden de la región son los encargados de transmitir el testimonio del mal. Y ciertamente los habitantes de la región le piden a Cristo que se vaya, de modo que parecería que el malo ha vencido, cosechando para si esas almas. Sin embargo Jesús tiene un plan para vencer al malo con su propio juego: antes de irse encomienda al que había estado endemoniado la tarea de dar testimonio entre aquellos que sufren la acción del mismo malo que le había encadenado a él. Y los habitantes de la región, que no pudieron encadenarle mientras estaba endemoniado tampoco pueden ahora detener la eficacia de su testimonio de liberación. El mal que Dios permitió en ese endemoniado sirve ahora para ofrecer la sanación a los verdaderamente afectados por el mal, que son los demás habitantes. El que ha sido liberado sigue a Cristo, los demás está por ver qué acaban haciendo tras recibir el testimonio. En cualquier caso, este testimonio hablará en el Juicio respecto a esos habitantes, a favor o en contra. El resultado final es que Jesús da solución a ese desorden en particular. La industria de cria de cerdos, que les era ilícita, desaparece, y el endemoniado que daba testimonio del reino del mal sobre la región ahora es un hombre rescatado por Dios que da testimonio con su vida de la cercanía del Reino de los Cielos.
 
Última edición:

Don Juan de Austria

Madmaxista
Desde
14 Oct 2020
Mensajes
32.329
Reputación
133.953

San Miguel es para mí mi mejor amigo en mi vida (y mi Jefe, como mano de Derecha del Padre y NS Jesucristo).


Lástima que estemos en un tiempo de Gnosticismo y Satanismo, y que la gente crea que es racionalidad/cientifismo/ateísmo sano, etc
 

Mateo77

Laico católico
Desde
16 Ago 2016
Mensajes
3.319
Reputación
7.916
Enlazo aquí un video de Frank Morera comentando un capítulo de Jeremías. Es un predicador muy recomendable, con gran agudeza espiritual, y este video ha sido la semilla que Dios me ha dado para el texto de este hilo:
 

Mateo77

Laico católico
Desde
16 Ago 2016
Mensajes
3.319
Reputación
7.916
Volviendo sobre Marcos 5,1-20, con más profundidad:


1. Llegaron a la orilla opuesta, a la región de los gerasenos;
2. y, al desembarcar, le salió al encuentro, del cementerio, un hombre poseído de espíritu impuro,
3. que vivía en el cementerio y al que nadie podía sujetar ni siquiera con cadenas,
4. pues muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos y nadie podía sujetarlo.
5. Se pasaba el día y la noche entre los sepulcros y en los montes gritando y golpeándose con piedras.

Resulta llamativa la cantidad de detalles que se dan sobre la actividad del endemoniado, y la gran relevancia que tiene hoy día. El texto bíblico no contiene nada inservible, y suele ser bastante parco en detalles. Por eso mismo resulta extraño que en este caso sean tan abundantes, cuando aparentemente son triviales. Sin embargo, sabemos que en las Escrituras todo tiene importancia. Ese texto es lo que Dios nos ha querido revelar directamente, ya que de otro modo queda fuera del alcance de nuestro intelecto.

Pienso que en el pasaje se describe un estado de desolación interior que lleva a frecuentar cementerios, a un comportamiento antisocial y a autolesionarse. Además, tenemos que resultaba imposible para otras personas evitar que hiciera estas cosas: la ayuda humana era inservible. El proceder del malo que afectaba a esta región parece vinculado a la confianza en el poder temporal basado en el número de la criatura, en su abundancia, aun a costa de transgredir el pacto dado por Dios (el recto uso de la criatura). En nuestra época impera lo predicado por el iluminismo, resumido en la ideología materialista, el poder ejercido atendiendo a los fines sin preocuparse por los medios, en la divinización de la ciencia y en el proceder democrático. De la mano de estos grandes principios surgen movimientos de fascinación por la desolación, desde el romanticismo más trágico de un Werther, a las tribus urbanas modernas de corte nihilista y oscuro, como pueda ser el punk, el metal o los "emo", pasando por el existencialismo de un Sartre o un Cioran. Aunque estos excesos sean propiamente juveniles, con la edad evolucionan en otro tipo de comportamientos autodestructivos o enfermedades psíquicas, que se sobrellevan con alcohol, drogras o psicofármacos. Pareciera que el pasaje biblico relaciona el efecto exterior de organización contra-natura de lo material (con la especifidad de la confianza en la abundancia y la mayoría) con una desolación interior que sería consecuencia de la pérdida de la centralidad de Dios para reemplazarlo por un torbellino de ideas y pasiones cambiantes (y ocultos tras ellas, los "demonios" interiores, o más bien, uno único, pero con multitud de cabezas). Notese cómo el endemoniado frecuentaba un lugar donde reposan multitud de cadáveres, en contraposición a quien está en presencia del Dios vivo.


6. Al ver desde lejos a Jesús, corrió, se postró ante él
7. y empezó a gritar: "Déjame en paz, Jesús, hijo del Dios altísimo. ¡Te conjuro por Dios que no me atormentes!".
8. Es que Jesús le había ordenado: "¡Espíritu impuro, sal de ese hombre!".
9. Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?". Él contestó: "Me llamo legión, pues somos muchos".
10. Y se puso a rogarle insistentemente que no lo echara de aquella región.

El malo reconoce a Cristo y su exorcismo, y le pide continuar en la región. Entiendo que Cristo accede a esta petición en tanto que es justa. Es decir, el malo puede permanecer en lo que aun está desordenado según su propio modelo de comportamiento.


11. Había por allí, en la ladera del monte, una gran piara de cerdos paciendo.
12. Los espíritus impuros pidieron a Jesús: "Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos".
13. Y se lo permitió. Ellos salieron, se metieron en los cerdos; y la piara, de unos dos mil cerdos, se lanzó al lago por un precipicio y se ahogaron.

Cristo se lo permite, y el malo actúa según su naturaleza. Esa confianza que predica en la abundancia esconde su estrategia para apartar a la gente de la gracia de Dios (cuando escoge procurarse ilegítimamente esa abundancia, por ejemplo) y su costumbre de arruinar lo que se ha conseguido de mala manera. Su propósito es el pedido, seguir estando presente en la región según el pecado de sus habitantes, apostando a que estos escogerían continuar criando cerdos antes que recibir lo que Cristo les venía a traer (según el texto, Jesús no llegó a predicarles).


14. Los porqueros huyeron y lo contaron en el pueblo y en los caseríos. La gente fue a ver lo que había sucedido.
15. Al llegar a Jesús y ver sentado, vestido y en su sano juicio al endemoniado que había tenido la legión, se llenaron de miedo.
16. Los que lo habían visto contaban lo ocurrido con el endemoniado y con los cerdos.
17. Entonces rogaron a Jesús que se fuera de allí.

El endemoniado daba testimonio de la presencia de ese malo en la región mediante su comportamiento. Ahora el testimonio lo dan los porqueros, los que antes se encargaban directamente de cuidar de la piara, una industria impura de la que se lucraban los habitantes. Y estos escogen pedir a Jesús que se vaya. Siguen afectados por el malo, pero mientras el endemoniado lo hacía en contra de su voluntad (era una atadura interior, el malo había traspasado la muralla de la psique), los demás habitantes tomaron una decisión consciente. Prefirieron seguir con su modo de vida, y contra esto no sirve el exorcismo porque Dios no vulnera la libertad que nos da.


18. Al subir a la barca Jesús, el endemoniado le pidió que le dejara ir con él.
19. Jesús no le dejó, sino que le dijo: "Vete a tu casa con los tuyos y cuéntales todo lo que el Señor, compadecido de ti, ha hecho contigo".
20. Él se fue y comenzó a publicar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; y todos se admiraban.

El plan redentor de Jesús para esta región es el mismo que tiene para todo el mundo. Primero, libera a la humanidad de las ataduras que el mal tiene sobre ella y le impiden obrar libremente. Después, designa a personas para que den testimonio del Reino de Dios, de palabra o con su vida, porque lo que resta para la llegada del Reino es la elección libre del ser humano en ese sentido. Esta decisión por vivir en el Reino señala un camino para transformar toda la realidad temporal de acuerdo con su justicia ("Buscad primero el Reino de los Cielos y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura", Mateo 6,33), un camino que puede ser en ocasiones muy tenebroso, pero que está custodiado por Dios de modo que podamos recorrerlo si lo deseamos.

En el caso particular de esta región, tenemos que sus habitantes no quieren escuchar predicar a Cristo. La fascinación por la criatura les hace impenetrables al Evangelio. Cristo tiene un plan alternativo, que es el de transformar la vida de algunas personas para que den un testimonio directo entre sus conciudadanos, un testimonio que no puede ser atado porque es patente la obra de Dios en esas vidas. Y ese testimonio, retomando el tema del hilo, sirve de juicio, ya que uno entre ellos, en sus circunstancias o en unas más difíciles, escogió a Cristo.

"Vete a tu casa con los tuyos y cuéntales todo lo que el Señor, compadecido de ti, ha hecho contigo". ¿Qué hizo con ese endemoniado? No se trata simplemente de una liberación del poder del malo sino de los frutos que trae esa reordenación de la perspectiva sobre las cosas. Es significativo que Jesús diga que es "el Señor" el que ha hecho el milagro, recalcando la restauración del papel de Dios como Señor.
 
Última edición: