Veo que los postulados del utilitarista Peter Singer han triunfado. Este judío, según él, ateo suelta píldoras muy gustosas para el progresismo. Adalid del multiculturalismo, el veganismo y la igualación del hombre a la bestia indispensable para el aborto libre.
Singer en ética práctica dice lo siguiente:
Si es malo dar de baja de la suscripción de la vida a un humano inocente, también lo es matarlo aunque éste no haya nacido aún. No existe una clara línea divisoria entre el óvulo fecundado y el niño y algunas de las que se han establecido son líneas ficticias que no tienen gran fundamento (estas líneas son, por ejemplo, el nacimiento, la viabilidad del feto fuera de la madre, el movimiento del feto o la conciencia y la capacidad para sentir placer o dolor).
Como argumentos para defender el aborto se esgrimen principalmente tres. Uno son las consecuencias de una legislación restrictiva (abortos clandestinos, sin medios…), pero este argumento “trata de la legislación sobre el aborto y no sobre la ética del mismo”. El segundo, que también puede rebatirse de igual forma, se refiere a si es competencia del derecho legislar estos casos. En la obra “Sobre la Libertad” de John Stuart Mill se dice que el objetivo de obligar a alguien a algo debe ser “impedir que haga daño a otros… No se le puede legítimamente obligar a hacer o a abstenerse de hacer algo porque será en su beneficio”. El tercer argumento es de corte feminista y “sin negar que el feto es un ser humano inocente, consiste en que la mujer tiene derecho a elegir lo que le ocurra a su propio cuerpo”. Resumiendo mucho, este argumento, ilustrado por Judith Jarvis Thomson, se expresa gráficamente suponiendo que para salvar a una persona es necesario que alguien done alguno de sus órganos (o que cierto famoso o famosa bese a la persona enferma). Sin duda, esa donación (o ese beso) sería digna de elogio, pero no podemos obligar a nadie a efectuar dicha donación. Igualmente, una mujer embarazada que tenga problemas con dicho embarazo sería elogiable si decide continuar el embarazo pero… ¿podemos obligarla a hacerlo?. Thomson afirma que se puede tener derecho a la vida, pero que ese derecho no implica el derecho a utilizar el cuerpo de otra persona.
Por otra parte, Singer afirma que “si hacemos la comparación con un feto de menos de tres meses, un pez mostraría más señales de conciencia”. Y continua diciendo: “sugiero que acordemos no dar más valor a la vida del feto que a la vida de un animal no humano dado un nivel similar de racionalidad, conciencia de sí mismo, conocimiento, capacidad de sentir, etcétera”. Esto no debe entenderse como un argumento a favor del aborto, sino a favor de una ética global no discriminatoria. Y, en todo caso, añade que en caso de aborto debe evitarse cualquier método que exista base para creer que causa sufrimiento al feto. Contra eso puede argumentarse que no puede olvidarse el “potencial para convertirse en un ser humano maduro” que tiene un embrión. Este argumento es fácil de rebatir comparando si es igual de malo talar un roble venerable, que una bellota en brote: “No hay ninguna regla que diga que una X potencial tenga el mismo valor que una X, o que tenga todos los derechos de una X”.
Sí, occidente ha decidido volarse la cabeza y todo este tipo de personas deben ser declarados colaboracionistas en la decadencia moral y metafísica de occidente. Están bien regados de billetes, premios y demás miseria en esta ciudad de los hombres (S.Agustín de Hipona) perversos y relativista en la que vivimos. Tras sus bonitas palabras de derechos, tolerancia y demás conceptos vacíos instaurados en el cerebro corroído de occidente solo se esconden lobos con piel de cordero con una agenda bien marcada detrás de ellos.
¿Acaso desconocen la ínfima natalidad occidental? Femibolchevismo, animalismo y abortismo solo son caballos de Troya para la destrucción del último bastión que nos da reposo. En efecto, hablo de la familia.
Casualmente, saben que los jovenlandeses no entrarán por ahí. Cada uno que saque sus propias conclusiones.
Este tipo de materialismo desprecia la doctrina del ser en acto y ser en potencia aristotélica para el feto principalmente de un color de piel concreto que ya es una minoría total en el mundo.
Dicen que occidente ha decidido volarse la cabeza, pero yo creo que más bien la han inducido a ello.