Lo que no dicen es que el 90% de estas chicas "humilladas", cuando se cansan empiezan a trabajar en webcams o se hacen pilinguis, sin ningún malvado ser que las explote. En mi ciudad (150.000 habitantes), había una tía que rodó un par de escenas y, claro, la noticia corrió como la pólvora. Para mas inri, la susodicha trabajaba en un bar del centro bastante conocido. Dejó de currar allí, supongo que porque en una escena cobraría lo mismo que en el bar toda la semana. Se hizo fruta, su anuncio también rodó rápidamente, 150 euros una hora. Supongo que descubrió que comiéndose un regazo al día ganaba el doble que trabajando 10 horas diarias en el bar.