El único problema que yo le veo a las quejas sobre la banca es que siempre algunos se olvidan de que en los bancos está el dinero de mucha gente, de muchos ahorradores. O sea, yo ya no afirmo nada con rotundidad ni voy a defender a una panda de botarates como los de las agencias (véanse los email) o el del Santander que dice que hay que desmantelar el Estado del bienestar. No hay defensa posible y la guillotina me parece perfecta.
Pero ya digo que tampoco acabo de entender por qué ese entusiasmo por el corralito cuando los que nos quedamos sin dinero somos los ahorradores que lo tenemos en el banco. El rescate a los bancos era necesario para evitar que quebraran, precisamente se ve en el gráfico que el riesgo era alto antes de que se tomaran medidas.
Y efectivamente las medidas buscaron socializar las pérdidas desde el primer momento. Pero nadie lo ocultó, el decir que vamos a rescatar a los bancos con dinero público creo que nos lo dejaba claro a todos. Otra cosa es que eso fuera necesario para evitar un mal mayor, que es un pánico bancario. Y sí, ya digo que muchos banqueros son unos me gusta la fruta; pero realmente rescatar a los bancos equivale a rescatar a los ahorradores. Y a veces el Estado tiene que intervenir, no veo por qué rescatar a los pensionistas o los parados con dinero público sí os parece bien pero no os lo parece rescatar puntualmente a los ahorradores; cuando la situación lo requiere.
Y ahora el riesgo se ha trasladado a los países pero, seamos honestos; ¿a qué países? A los que lo han hecho mal. Claro está si España que es un desastre tiene que rescatar a sus bancos, se encuentra en una posición mucho peor que al principio y su riesgo aumenta.
Pero nadie está atacando las cuentas de Suecia o de Dinamarca y esos no son infiernos capitalistas neoliberales. Quiero decir, se puede tener Estado de bienestar, los mejores resultados en renta per cápita, en igualdad de renta, en índice de desarrollo humano, productividad, etc. y no tener ni déficits absurdos ni deudas disparatadas.
Se puede hacer, y lo que pasa es que en España, Grecia, Irlanda, Portugal o Italia no lo hemos hecho. Eso no me lo puede negar nadie.
