asebuche
Madmaxista
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Aunque muchos deseamos que la ralentización o crisis economica pongán el precio de la vivienda en unos niveles razonables, la realidad es que los precios de la vivienda son muy inflexibles a la baja, la gente se resiste “como gato panzarriba” a rebajar el precio máximo-teórico que llegó a alcanzar su vivienda y eso va a provocar que se congelen las transacciones, se reduzca la actividad en la construcción, aumente el paro, se contagien otros sectores de la actividad industrial y, en definitiva, la dimensión de la crisis sea muchisimo mayor de lo que debiera ser.
Lo terrible de la situación es que, ahora que todo el mundo empieza a darse cuenta que hemos vivido un espejismo, es necesario que el precio de la vivienda experimente un gran descenso para ajustarse a la realidad, pero ese descenso va a ser muy lento, no solo porque los vendedores se resistiran a aplicarlo, sinó porque en muchos casos nisiquiera está en su mano hacerlo.
Imaginad a alguien que hipotecó su futuro, en pongamos por caso 220.000 euros, pues ni aún queriendo va a poder vender su piso por digamos 150.000 euros. Imaginad a un constructor que se endeudó comprando terreno por valor de 2.000.000 de euros porque pensaba que venderia los pisos a 300.000 euros, pues no va a poder vender los pisos a 180.000 euros porque con eso no cubririá gastos.
La realidad se impondrá, y los pisos volverán a costar lo que de verdad valen, pero eso tardará tiempo y mientras no ocurra la economía no podrá funcionar con normalidad. Los damnificados van a ser muchos, y no todos son culpables.
Lo terrible de la situación es que, ahora que todo el mundo empieza a darse cuenta que hemos vivido un espejismo, es necesario que el precio de la vivienda experimente un gran descenso para ajustarse a la realidad, pero ese descenso va a ser muy lento, no solo porque los vendedores se resistiran a aplicarlo, sinó porque en muchos casos nisiquiera está en su mano hacerlo.
Imaginad a alguien que hipotecó su futuro, en pongamos por caso 220.000 euros, pues ni aún queriendo va a poder vender su piso por digamos 150.000 euros. Imaginad a un constructor que se endeudó comprando terreno por valor de 2.000.000 de euros porque pensaba que venderia los pisos a 300.000 euros, pues no va a poder vender los pisos a 180.000 euros porque con eso no cubririá gastos.
La realidad se impondrá, y los pisos volverán a costar lo que de verdad valen, pero eso tardará tiempo y mientras no ocurra la economía no podrá funcionar con normalidad. Los damnificados van a ser muchos, y no todos son culpables.