usuariodeburbuja2019
NADAPASISTA
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Antaño existía ilusión por el futuro. Los avances tecnológicos hacían pensar que, en no muchos años, la humanidad viviría un periodo esplendoroso. Con una medicina casi mágica, con androides realizando las tareas, cuando menos, básicas (como las del hogar) e, incluso, con la posibilidad de colonizar la Luna u otros planetas, como Marte.
Piensen en alguien que vivió la revolución industrial, lo que supondría ver aquellos enormes trenes soltando vapor y moviéndose por raíles que había que construir por toda Europa. O la conquista del oeste americano, que ofrecía una sensación de aventura inimaginable a día de hoy. Sin embargo, nos ha tocado una etapa dramática. Cierto es que se han producido avances, particularmente en el campo de la comunicación (es posible hablar con una persona al otro lado del globo en tiempo real), pero no obedecen a lo que se creía que ocurriría; a ese futuro esperanzador. Por el contrario, nos acercamos más a una distopía. El mundo se ha vuelto loco. Lo que estamos padeciendo bien podría haberse plasmado en cualquier novela desesperanzadora, como es 1984. Perspectivas económicas bastantes oscuras, natalidad desplomada, ideologías maliciosas, como el feminismo, impregnando los medios de comunicación y los Estados.
No hay esperanza. Nos ha tocado vivir una época negra.
Piensen en alguien que vivió la revolución industrial, lo que supondría ver aquellos enormes trenes soltando vapor y moviéndose por raíles que había que construir por toda Europa. O la conquista del oeste americano, que ofrecía una sensación de aventura inimaginable a día de hoy. Sin embargo, nos ha tocado una etapa dramática. Cierto es que se han producido avances, particularmente en el campo de la comunicación (es posible hablar con una persona al otro lado del globo en tiempo real), pero no obedecen a lo que se creía que ocurriría; a ese futuro esperanzador. Por el contrario, nos acercamos más a una distopía. El mundo se ha vuelto loco. Lo que estamos padeciendo bien podría haberse plasmado en cualquier novela desesperanzadora, como es 1984. Perspectivas económicas bastantes oscuras, natalidad desplomada, ideologías maliciosas, como el feminismo, impregnando los medios de comunicación y los Estados.
No hay esperanza. Nos ha tocado vivir una época negra.
