En mi opinión, éste es el elemento realmente interesante e importante de la "inocentada".
Porque las "inocentadas" no hay que intentar justificarlas con argumentos más o menos racionales. A veces, ni siquiera hace falta justificarlas. ¡Son simples bromas!
Por lo que ese subtítulo en la portada "falsa" (de El País, ni más ni menos) sería perfectamente prescindible. Pero no, está ahí. Y no parece ese subtítulo ninguna barbaridad. De hecho, tiene hasta su lógica económica (algo dificilísimo de encontrar en televisión).
En la televisión prácticamente todo es mentira. Pero muy pocas cosas salen en televisión por casualidad o azar (y menos aún en programas editados).
Y a veces hay mentiras televisivas que pueden llegar a ser muy verdaderas.
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