El estudio, como siempre, es un puñetero sinsentido, pero bastante revelador (
https://mujeresjovenes.org/wp-content/uploads/2020/10/Investigacion_NochesSegurasParaTodas.pdf).
(pag. 175) El recorrido que las jóvenes hacen para volver a casa tras una noche de fiesta también forma parte del ocio nocturno, y es precisamente en este camino, cuando las mujeres sienten la inminente amenaza de la violencia sensual. De hecho, el miedo frecuente que sienten las mujeres jóvenes, no es tanto a las violencias sensuales que ejercen los hombres cuando están de fiesta, sino a la violencia sensual extrema (la violación) perpetrada por un desconocido en la calle.
[...]
Este intenso miedo que sienten prácticamente todas las jóvenes participantes del estudio, no se corresponde con sus experiencias
vitales, esto es,
ninguna de ellas refiere haber sufrido ningún episodio de violencia sensual volviendo a casa tras una noche de fiesta. Constatamos así, la existencia entre las jóvenes del denominado terror sensual, el cual afirman, les es inoculado por el sistema patriarcal [...] Subyace la idea de que son las mujeres quienes no se cuidan de ser violadas, en lugar de articular discursos de condena
unánime y sin fisuras de los agresores sensuales.
Se les educa en el temor constante ante los posibles peligros que conlleva ser mujer [...] La educación está dirigida a que existan mujeres temerosas y hombres violentos, lo cual es perfecto para tener a las mujeres bajo control patriarcal.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de las necesidades de las mujeres en lo que al urbanismo se refiere en materia de inseguridad ante la violencia sensual. Las mujeres no se sienten seguras ante determinadas configuraciones espaciales y sociales al volver a casa, lo cual ha de ser abordado por las instituciones de manera prioritaria. La falta de iluminación,
la poca o nula afluencia de gente, la ausencia de actividad y la existencia de ciertos elementos urbanísticos que restan visibilidad [...]
No he querido seguir leyendo, pero con lo que cito ya se pueden comentar algunas cosas:
- Las mujeres tienen pánico a volver a casa aunque ninguna de las que participan en el estudio ha sufrido violencia sensual en esa situación.
- Ese pánico es impuesto por el sistema patriarcal, que las educa en el miedo que necesariamente deben sentir por ser mujeres (aunque no se sustente en sus experiencias personales).
- La sociedad al completo debe hacer todo lo posible para que las mujeres no sufran ese pánico inducido al volver a casa: Estableciendo turnos para que salgamos a pasear a las 4 de la madrugada y que así las calles no estén solitarias; de nuevo turnos entre comercios, profesionales, funcionarios, etc. para que haya actividad a esas horas; y eliminar setos, quioscos, paradas de autobús, mupis, y en general cualquier elemento del mobiliario urbano susceptible de camuflar a un agresor sensual.
¿Se podría decir que esa máquina de generar miedos y propuestas irracionales para combatirlos que llaman patriarcado no es mas que el feminismo? En este aspecto del estudio desde luego lo es.