EL FUMADOR.
Himbersor
Hoy quiero defender el imperialismo constructor, en especial a través de la obra y pensamiento de Gustavo Bueno, y también de otros autores posteriores como María Elvira Roca Barea o Pedro Insua. Aunque hoy no sea ningún día especial, ni el natalicio de Bueno ni el aniversario de su muerte, ni nada. Hoy tan solo es 30 de Noviembre, un día tan bueno como alquier otro para recordar la leyenda negra antiespañola.
vamos allá, empecemos con una pequeña dosis básica:
Recordemos pues que para Bueno (y para el humilde panoli que crea este hilo) existen dos tipos principales de imperios, los generadores, y los depredadores.
El imperio Español es, por derecho propio, un imperio generador, y por lo tanto expande su legalidad, la tecnología de la que dispone, su lengua y sí, también sus valores morales, éticos y religiosos al territorio conquistado, que pasa a formar parte integrante del imperio.
Frente a esta idea nos encontramos al colonialismo inglés y holandés (también al francés y al portugués, aunque yo, a título personal no los veo comparables a los dos primeros por su raíz cultural católica, que les lleva a llevar a cabo su proceso colonizador de manera distinta a los dos primeros), que veían sus posesiones de ultramar como un valor exclusivamente material, como lugar de producción de materias primas y en el mejor de los casos de emplazamiento de factorías.
-Pero ejjque lojj paijjejj latinojj son peorejj que canadájj y blablabla.
Sí querido, por supuesto, pero es que hay que diferenciar el modelo imperial hispano de la colonización de poblamiento, y a su vez estas de las colonias de explotación, y sí, al igual que no dudo que ahora, en 2019, 200 añois después de la secesión de los virreinatos americanos en Canadá se viva mejor que en Chile o en Uruguay, tampoco puede negarse que en República Dominicana se vive mejor que en Haití, o que en Argentina se viva mejor que en Sierra Leona.
Por otro lado es muy fácil criticar la acción del imperio español en américa desde la actualidad, cuando las naciones hispanas de América están empeñadas en autodestruirse, cuando la daga anglo lleva dos siglos pendiendo sobre la América hispana, cuando el indigenismo absurdo campa a sus anchas y de la época virreinal no queda más que los cimientos. Peroen tiempos de la era virreinal en la américa anglofrancesa NO se vivía mejor que en la América hispana, simplemente NO. Cuando México, Lima, Bogotá y La Habana superaban los 100.000 habitantes Boston, pesentada en el cine "histórico" estadunidense como un vibrante puerto donde las ideas de la libertad fluían y canalizaban en el espíritu revolucionario liberal, apenas llegaba a los 40.000 habitantes.
Ante la imposibilidad material de seguir escribiendo (lo siento, uno tiene que ocuparse de su hija antes de que la contraria me expulse de casa con razón) les dejo con dos de mis citas favoritas, la primera de Humboldt, quien tuvo la oportunidad de conocer La Nueva España, y quien debo reconocer que admiro un poquito, y Erasmus Darwin, abuelo del famoso naturalista inglés.
“La Humanidad debe gratitud eterna a la Monarquía española, pues la multitud de expediciones científicas que ha financiado ha hecho posible la extensión de los conocimientos geográficos.”
“Por virtud de un prejuicio muy generalizado en Europa hay la creencia de que se han conservado muy pocos indígenas de tinte cobrizo… En la Nueva España, el número de indígenas se eleva a dos millones, contando sólo los que no tienen mezcla de sangre europea… Y lo que es más consolador aún, habrá que repetirlo, lejos de extinguirse, la población india ha aumentado considerablemente durante los últimos cincuenta años, como lo prueban los registros de la capitación y los tributos”.
“Los monarcas de España, tomando el título de Reyes de las Indias, han considerado estas provincias lejanas más bien como partes integrantes de su monarquía, y como provincias dependientes de la Corona de Castilla, y no como colonias en el sentido que, desde el siglo XVI, ha significado esta voz para el resto de pueblos de Europa”.
“Ninguna ciudad del nuevo continente, sin exceptuar las de Estados Unidos, presenta establecimientos científicos tan grandiosos y sólidos como la capital de la Nueva España”.
“¡Esto debe saberse en Europa! Los mineros de la Nueva España son los mejores pagados del mundo, ellos reciben de seis a siete veces más salario por su labor, que un minero alemán.”
Alexander von Humboldt (Prusia, 1769-1859), geógrafo, astrónomo, naturalista.
vamos allá, empecemos con una pequeña dosis básica:
Recordemos pues que para Bueno (y para el humilde panoli que crea este hilo) existen dos tipos principales de imperios, los generadores, y los depredadores.
El imperio Español es, por derecho propio, un imperio generador, y por lo tanto expande su legalidad, la tecnología de la que dispone, su lengua y sí, también sus valores morales, éticos y religiosos al territorio conquistado, que pasa a formar parte integrante del imperio.
Frente a esta idea nos encontramos al colonialismo inglés y holandés (también al francés y al portugués, aunque yo, a título personal no los veo comparables a los dos primeros por su raíz cultural católica, que les lleva a llevar a cabo su proceso colonizador de manera distinta a los dos primeros), que veían sus posesiones de ultramar como un valor exclusivamente material, como lugar de producción de materias primas y en el mejor de los casos de emplazamiento de factorías.
-Pero ejjque lojj paijjejj latinojj son peorejj que canadájj y blablabla.
Sí querido, por supuesto, pero es que hay que diferenciar el modelo imperial hispano de la colonización de poblamiento, y a su vez estas de las colonias de explotación, y sí, al igual que no dudo que ahora, en 2019, 200 añois después de la secesión de los virreinatos americanos en Canadá se viva mejor que en Chile o en Uruguay, tampoco puede negarse que en República Dominicana se vive mejor que en Haití, o que en Argentina se viva mejor que en Sierra Leona.
Por otro lado es muy fácil criticar la acción del imperio español en américa desde la actualidad, cuando las naciones hispanas de América están empeñadas en autodestruirse, cuando la daga anglo lleva dos siglos pendiendo sobre la América hispana, cuando el indigenismo absurdo campa a sus anchas y de la época virreinal no queda más que los cimientos. Peroen tiempos de la era virreinal en la américa anglofrancesa NO se vivía mejor que en la América hispana, simplemente NO. Cuando México, Lima, Bogotá y La Habana superaban los 100.000 habitantes Boston, pesentada en el cine "histórico" estadunidense como un vibrante puerto donde las ideas de la libertad fluían y canalizaban en el espíritu revolucionario liberal, apenas llegaba a los 40.000 habitantes.
Ante la imposibilidad material de seguir escribiendo (lo siento, uno tiene que ocuparse de su hija antes de que la contraria me expulse de casa con razón) les dejo con dos de mis citas favoritas, la primera de Humboldt, quien tuvo la oportunidad de conocer La Nueva España, y quien debo reconocer que admiro un poquito, y Erasmus Darwin, abuelo del famoso naturalista inglés.
“La Humanidad debe gratitud eterna a la Monarquía española, pues la multitud de expediciones científicas que ha financiado ha hecho posible la extensión de los conocimientos geográficos.”
“Por virtud de un prejuicio muy generalizado en Europa hay la creencia de que se han conservado muy pocos indígenas de tinte cobrizo… En la Nueva España, el número de indígenas se eleva a dos millones, contando sólo los que no tienen mezcla de sangre europea… Y lo que es más consolador aún, habrá que repetirlo, lejos de extinguirse, la población india ha aumentado considerablemente durante los últimos cincuenta años, como lo prueban los registros de la capitación y los tributos”.
“Los monarcas de España, tomando el título de Reyes de las Indias, han considerado estas provincias lejanas más bien como partes integrantes de su monarquía, y como provincias dependientes de la Corona de Castilla, y no como colonias en el sentido que, desde el siglo XVI, ha significado esta voz para el resto de pueblos de Europa”.
“Ninguna ciudad del nuevo continente, sin exceptuar las de Estados Unidos, presenta establecimientos científicos tan grandiosos y sólidos como la capital de la Nueva España”.
“¡Esto debe saberse en Europa! Los mineros de la Nueva España son los mejores pagados del mundo, ellos reciben de seis a siete veces más salario por su labor, que un minero alemán.”
Alexander von Humboldt (Prusia, 1769-1859), geógrafo, astrónomo, naturalista.
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