Muy interesante lo que comentas.
Yo me empecé a interesar por la vit d a raíz de leer un libro donde se probaban los efectos en la salud de tomar dosis altísimas de vit d.
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Según Jeff Bowles, cuando tomamos mucha vit d, el cuerpo lo interpreta como que hay abundancia de comida y recursos en el entorno. Y entonces entra en modo reparación. Por el contrario, cuando está baja, interpreta el cuerpo que hay carestía, y entra en modo ahorro de energía. Y por eso no autorepara dolencias o problemillas para no gastar recursos.
Cuando compré el libro, de hecho, tomé varios días sobre cien mil u.i y me desapareció una molestia en la rodilla que arrastraba hacía años.
Os contaré con más detalle como llegué a la conclusión de tomar las cantidades de suplementos que tomo.
Fue un proceso evolutivo, que partió originalmente de que en 2003 empecé a tener ataques de asma. Como a todo paciente que va al médico, en mi caso alergólogos y neumólogos, me prescribieron corticoides y broncodilatadores inhalados.
Así estuve unos años, con crisis más o menos molestas, que joroban el sueño ya que un asmático no bien controlado ventila mal, lo que produce ansiedad con la dificultad para conciliar el sueño.
Alguna vez planteé a mi neumóloga sobre la posibilidad de controlar el asma por medio de la alimentación, pero lo descartó por completo.
Hacia 2007-2008 cayó en mis manos un libro de nutrición sobre la dieta de la zona, de Barry Sears. Este buen hombre plantea que vivimos en un mundo de alimentación inflamatoria. En las primeras páginas del libro plantea las teorías en que basa su sistema (40-30-30 en porcentaje de calorías de los macronutrientes Hidratos-Grasas-Proteinas), y lo que me llamó profundamente la atención es que decía cosas que eran para mi totalmente plausibles:
- nos alimentamos de carbohidratos altamente densos en energía, lo que es un invento reciente del neolítico, producto de la agricultura.
- comemos muchos alimentos procesados no naturales, con enormes cantidades de azúcares en forma de siropes, jarabes de fructosa y otros alimentos proinflamatorios.
- comemos muchos alimentos con altas concentraciones de omegas 6, lo que altera el equilibrio natural entre omega 3 y omega 6, siendo este último precursor de hormonas proinflamatorias, mientras que los omega 3 EPA y DHA producen hormonas antiinflamatorias.
Solo con estos datos, empecé a entrever que podría existir una relación entre la inflamación (el asma no es otra cosa que una hiperreactividad pulmonar, una especie de bronquitis permanente), y la alimentación, aunque entonces aún era una relación a entender.
Barry Sears llega más allá y afirma que todo tipo de enfermedades inflamatorias provienen de una mala alimentación basada en carbohidratos muy calóricos, no solo asma, sino Chron, artritis, diabetes, e incluso cánceres.
Así que empecé a suplementar omega 3, al principio de marcas mediocres, e inicié un proceso de mejora de mi alimentación, retirando muy poco a poco harinas y azúcares.
Hacia 2010 había reducido de mi dieta harinas, pasta y azúcar, pero no totalmente, además, suplementaba con omega 3, en dosis de pocos gramos y mi asma había mejorado de forma significativa, aúnque seguía teniendo crisis y seguía tomando los fármacos de forma cotidiana.
En ese año por motivos que no vienen al caso pasé una temporada de gran estrés, y empecé a tener un brote de psoriasis, muy lento y leve al principio.
En unos meses se descontroló y tras medio año probando distintos fármacos (corticoides tópicos, corticoides con vitamina D), la dermatóloga me prescribió ciclosporina (un inmuno supresor que se da a transplantados), lo cual terminó cortando el brote de psoriasis.
Por aquel tiempo seguía leyendo sobre inflamación y dieta todo lo que pillaba, y llegué a la vitamina D. Se la relacionaba con un efecto inmuno modulador, y sobre todo antiinflamatorio. En vista de que todo parecía estar relacionado, aún no sabía hasta que punto, empecé a tomar vitamina D, y en poco tiempo más Magnesio, y la K2 para eliminar la posibilidad de que se produjera calcificación de los tejidos blandos (que es un efecto de la hipervitaminosis D).
Así que me encontraba en 2012 o 2013 tomando dosis bajas de suplementos, comiendo relativamente sano (aún no había abandonado del todo azúcares y harinas), y con un asma medio controlado, pero seguía tomando diariamente el corticoide para desinflamar los pulmones, y el broncodilatador cada pocos días que tenía un ataque asmático.
Se produjo en 2015 algo que me hizo cambiar la forma de enfocar todo el asunto. Hacia mediados de marzo-abril tuve un brote de psoriasis, que en muy poco tiempo amenazaba con ser tan grave como el de 2010.
Decidí, en vista de que los suplementos y la mejor alimentación habían supuesto una mejora evidente en mi asma, y que todo era parte de un proceso inflamatorio generalizado, aumentar drásticamente la dosis de suplementos, y abandonar azúcares, pan, pasta, patatas, y todo tipo de carbohidratos de alta carga glucémica.
La consecuencia fue que el brote de psoriasis se detuvo en pocas semanas, y en un mes y medio la piel se aclaró totalmente (situación que sigue hasta hoy). Destruí la psoriasis con las dosis diarias siguientes, que mantengo más o menos a día de hoy:
7,2 gr de EPA + DHA puros
22.000 U.I. de Vitamina D (20.000 de la marca Life Extension líquida, 10 gotas a razón de 2.000 U.I.s por gota, más 2.000 de un multivitamínico)
2 pastillas del antedicho multivitamínico.
500 mcg de Mg
2.000 mcg de vitamina K2 (100 de los cuales de MK7)
Como efecto inesperado, en unos días el asma prácticamente DESAPARECIÓ.
Digamos que en ese momento entendí que las ideas de Sears tenían una base de verdad muy importante, aunque seguía achacando a los corticoides inhalados algún tipo de función.
Hacia 2018 ocurrió que mi médico de cabecera, tras relatarle la parte de esta historia que un médico podría aceptar, me propuso bajar la dosis de corticoide a la mitad. A la de unas semanas, no noté ningún empeoramiento, y pensé que el mix suplementos-alimentación no inflamatoria y corticoide seguía siendo la correcta.
Pero el asma no se eliminaba por completo, seguía teniendo algunos ataques.
Entonces, en unos meses, por error no tuve el corticoide inhalado en casa y estuve varios días sin poder utilizarlo.
Pensé, seguro que mi asma empeora, y entonces sucedió algo, mi asma aún mejoró más, hasta el punto de que dejé de tener ni tan siquiera los ataques espaciados y suaves que aún tenía.
Llegué a la conclusión de que el corticoide estaba siendo contraproducente por una razón que me resultaba difícil de explicar a la luz de las teorías médicas al uso. La explicación que he razonado es la siguiente:
Los corticoides son inmuno supresores. Cuando alguien suprime el sistema inmune, la inflamación cesa casi por completo allá donde se aplica. Pero el corticoide no permite al tejido recuperar su estado NORMAL. De hecho, en tratamientos prolongados con altas dosis de corticoides, su supresión implica una recidiva GRAVE. El sistema inmune reacciona más allá de la normalidad, este efecto fue evidente en la primera crisis de psoriasis en 2010, cuanto más corticoide ponía en mi piel, más agresiva se volvía la psoriasis, en una especie de guerra fría entre el armamento inmunosupresor y la reacción creciente del sistema inmune si no subía la dosis de corticoide. Este conocimiento fue lo que me indujo a evitar un tratamiento farmacológico, no quería probar de nuevo con la ciclosporina (que no deja de ser la bomba atómica de los tratamientos inmunosupresores) y probé a aumentar las dosis de suplementos y reducir a cero la alimentación inflamatoria.
En mi caso, el corticoide ya no estaba haciendo nada útil y solo suprimía la acción natural de mi sistema inmune, evitando la vuelta a la normalidad de mis pulmones. Al retirarlo por completo, todo volvió a la normalidad no inflamatoria de una persona sana, situación en la que sigo a día de hoy (salvo en aquellos momentos en que me doy un homenaje y tomo alimentos inflamatorios, que me producen un asma mucho más suave que hace años).
Hoy en día a los suplementos citados arriba, añado Zn y vitamina C, esta última a demanda ya que cuando como mal y tengo algo de asma (habitualmente asociado a rinitis y sinusitis), noto que me desinflama y me permite dormir mucho mejor.
Espero que os sea de utilidad.