Algo más de dos años después de haber adquirido la planta de Embalatap en Sopelana, la multinacional fabricante de cierres y tapones, United Caps, ha anunciado el cese de la producción en el sitio y su traslado a otra fábrica del grupo en Cataluña.
La comunicación del cierre a los trabajadores a primeros de noviembre ha provocado las movilizaciones de estos para protestar por la decisión de la empresa.
La alternativa ofrecida por United Caps a los 37 trabajadores de la factoría de Sopelana es el traslado de la actividad de la planta a la fábrica que la compañía tienen en la localidad gerundense de Llagostera.
Según informaron a Europa Press en fuentes sindicales, el plazo para las negociaciones termina el próximo miércoles 23 de diciembre y el próximo paso, en caso de no alcanzar un acuerdo, sería acudir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
El ERE afecta por ahora a 260 trabajadores, de los que 207 trabajan en Intecsa Ingeniería Industrial y otros 53 en Initec Energía, unas cifras que representan en torno a un 55% y un 75%, respectivamente, de sus platillas totales.
Por el momento, la representación legal de los trabajadores, junto con sus asesores de CC.OO., UGT y el bufete de abogados Arinsa, comunicaron su decepción «ante el inmovilismo de la empresa en la negociación», tras reunirse en asamblea el pasado 9 de diciembre.
Los sindicatos consideran que la empresa se está «descapitalizando» antes de proceder a su venta y que acabará teniendo que retirarse del mercado de las grandes y medianas plantas industriales.
El sindicato UGT, que hoy ha convocado una concentración en Cádiz en defensa de la industria de esta provincia, ha alertado hoy del riesgo de desmantelamiento de la fábrica de Airbus en Puerto Real y ha reclamado a las administraciones unión para evitar que ese cierre se produzca.
Durante su intervención ante los medios de comunicación, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha defendido la necesidad de que los fondos europeos previstos para atender los problemas económicos de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo reserven partidas suficientes para garantizar la reindustrialización de la provincia de Cádiz.
El acuerdo, que se implementará en las próximas semanas y ha sido ratificado en asamblea por los trabajadores afectados, establece la extinción de 106 contratos de trabajo ya identificados. El resto, hasta el máximo de 120 previstos inicialmente en el expediente de regulación de empleo, se cubrirán exclusivamente por adscripción voluntaria.
Además de por una esa época en el 2020 de la que yo le hablo, el 2020 será recordado en Aragón como el año en que desapareció la histórica fábrica de Schindler en Zaragoza, que suponía una pieza destacada de la industria local por número de trabajadores, calidad de empleo y facturación. La planta del polígono Empresarium de La Cartuja cesó su producción en agosto y cerró definitivamente en octubre, con la salida de la última remesa del total de 114 empleados que finalmente se vieron afectados por el despido colectivo. La despedida ha sido amarga y sigilosa, en medio del barullo de la crisis sanitaria, una deslocalización de libro que la multinacional suiza ha ejecutado sin miramientos, a juicio de quienes han sufrido sus consecuencias.
En la planta de Puerto Real solo se han acogido a las medidas especiales 46 trabajadores y 30, en la factoría de El Puerto Los sindicatos destacan que para Airbus sobran aún en la Bahía casi 200 empleados