El grueso del presupuesto son inversiones productivas y gastos de personal, como en cualquier empresa, y los recortes en otras partidas son insignificantes..
Los embalses de Cálcón, Mularroya,…la autovía Pamplona-Huesca,. el aeropuerto Huesca-Pirineos, productivos?? Quía ya, que me atraganto de la risa.
[QUOTE =Aqui_No_Hay_Quien_Viva;1447873] ….que se preparen las contratistas (y de paso los ciudadanos) pq sobre lo inicialmente licitado, se admitirán bajas terribles en las ofertas, lo que empeorará la inversión más de lo que se está haciendo ahora, y por tanto, a ver quién es el guapo de pasar por un túnel, puente etc con una baja del 40%. [/QUOTE]
Lo mejor es que se cancele la construcción de esos túneles y puentes y todos contentos.
Yo te digo que la bolsa de dinero para contratar obra pública va a seguir siendo la misma y que esta reducción no va a influir en lo que ya se iba a hacer..
Pues vaya frutada,
,me has quitado toda la ilusión que tenía.
Y es que… sin rebuscar demasiado encontramos ejemplos de “cienes y cienes” de “invershiones” de obra pública perfectamente suprimibles.
Hoy sin ir más lejos, encontramos un nuevo hilo en el principal
El trafico de pasajeros en los aeropuertos desciende un 17% en enero
Miren ud la de rutilantes aeropuertos comerciales patrios con menos de 8.000 pasajeros al año (20 pasajeros al día) , y eso antes de la reducción de tráfico del 2009 por la crisis.
O por ejemplo, lean este hilo reciente
Puerto sin barcos
De donde entresaco este lúcido párrafo:
Los polinesios, describen los antropólogos, construían artesanales pistas de aterrizaje y torres de control, con la vana esperanza de que cayeran milagrosamente a sus pies las mercancías que alguna vez vieron traían los primeros colonizadores occidentales. Hoy, nos aprestamos a seguir con la inercia que ha marcado las anteriores décadas, pese a que la Historia ya está tornando de su techo de multiplicación, y se insiste en construir y ampliar puertos porque, como los polinesios, padecemos el llamado síndrome del culto cargo. Con las esquirlas del pasado pugnamos por abrirnos paso en un futuro de muy diferente porte. Desmembramos la costa, a costa de más infraestructura (que hay que mantener) y derroche de nuestro escuálido acceso al dinero, para albergar diques sin barcos: de “hub” a “bluf”, como ha ocurrido ya en la grancanaria Arinaga o como ocurriría en la tinerfeña Granadilla, de no mediar el reconocimiento y quizás la humildad de que los retos nuevos no se solventan con recetas redundantes. Nada nuevo, por supuesto, que se insista, con pólvora ajena, y se quiera endilgar a las próximas generaciones el desvarío desconcertante del que pese a tener nublada la vista alega que el camino siempre fue aquél que vino haciendo, aunque las señales den saciado indicio de lo contrario. Amarga herencia de deudas abrir más brechas a nuestra maltrecha tierra.
Por supuesto que a los triunfadores de la obrita no les interesa que se ponga en cuestión un ámbito que aparenta ser impoluto y salvapatrias, no vayan a perder el pastel que año tras año devoran, pero los demás, métanselo a cincel en la mollera:
La burbuja y timo piramidal del pisito, sobrevalorado en precio y productividad, es parejo y hermano de la burbuja de las obras públicas.
Cuando tanta gente ha vivido en la inopia respecto a la primera, y eso que tocaba a su cuenta corriente directamente, no es de extrañar que la segunda cuele hasta la empuñadura, ya que hay mucho desinformado que se cree que la pólvora del rey la paga el rey.
Y por último decir que al Ministerio de Innovación le han recortado 160 Millones de euros. Eso si que me parece grave.